El Imperio Naciente del Remolino Sangrante

La Flota de Watatsumi

Mizu no Kuni Palacio Imperial de la Dinastía Honda

La gente lo veía a lo lejos mientras se apartaban de su camino viéndolo hacia abajo, ninguno tenia la fuerza o el carácter para verlo al rostro. Su piel bronceada por los años y con sus cicatrices secas por la radiación continua del sol durante décadas. Su lento pero poderoso avance era temido por todos, su fiera mirada estaba dirigida justo hacia la sala del líder de esta nación o mejor dicho al bruto hijo menor del gran señor al que le sirvió alguna vez. El lo habia perdido todo durante la guerra pasada incluso a un amigo y confidente como era el viejo Daimaiyo de Mizu no Kuni quien cometió Seppuku para que su familia pudiera sobrevivir al perdón de las grandes potencias de los demás países.

El se fue y dejo la capital, tarde se entero que el hijo de su amigo habia sido asesinado y ahora su actual líder, no era otro mas que el hijo menor de la familia imperial Honda. Un Daimaiyo aun bastante joven y confiado pero que carecía de los atributos de un verdadero líder. Sus viejos oídos podrían estar cansados, pero oía a lo lejos su risa como festejaba por el retroceso de las fuerzas del dragón dormido o como el siempre llamo a aquellos del clan Uzumaki, una fiera que ahora nuevamente se alzaban molestos.

Izo Yamamoto lo sabia pudo refrenarlos por ahora, pero esto solo causaría que sus enemigos se reagruparan y cortarían su cabeza lo mas pronto posible. Habia oídos voces de guerreros de Konoha y otras partes, veteranos con mucha sabiduría del ayer que ahora posiblemente estaban en donde el gran dragón tenia su hogar, inclusive la actual Mizukage habia desaparecido cuando la tierra tembló y una gran parte del territorio de este país desapareció sin más. Cada día más se arrepentía haber vuelto de su retiro, pero todo esto lo haría por su viejo amigo y la nación que ellos dos quisieron proteger con sus vidas.

Con fuerza abrió las puertas del que en la anterioridad debería haber sido el Cuarto de Guerra mientras veía con malos ojos como solo habia un par de holgazanes organizando viejos rollos que contenía algunos mapas entre otras cosas. Mas atrás se encontraba el que debería ser el líder de esta nación emborrachándose en el anexo con un par de consortes que a sus ojos no eran mas que otras putas mas que este hombre que no ha hecho nada en su reinado de casi dos décadas habia traído a celebrar una batalla como si hubiese ganado la guerra. A su espalda justamente ahora llegaba Tsuki Kushiro, su mano derecha y quien conocían como Estrella Marina que desempeño un brillante papel bajo su cargo en lo que fue el retiro del dragón hace poco.

Izo: ¿Daimaiyo sama (con un poco de repugnancia)? ¿Podría saber porque está celebrando en este momento?

Daimaiyo: ¡Aca estas! El brillante héroe de esta nación, este festejo es por nosotros, los grandes seres que han hecho que las ratillas de los Uzumaki y sus fuerzan hayan sido destruidas. Así esos idiotas bajo el liderazgo de un niñato pensaran dos veces antes de meterse con el glorioso país de Mizu no Kuni. Así que esto es para todos nosotros, ven únetenos y celebremos el haber ganado.

Así el joven Daimaiyo que ni llegaba a la mitad de sus treinta bajo sus brazos mientras agarraba una copa con uno de los licores mas viejos y sagrados que su familia ha tenido en cosecha por generaciones y ahora lo bebía hasta el fondo. Este rápidamente agarraba a dos mujeres por sus cinturas y con un rostro repugnante las miraba manoseando sus cuerpos sin pudor en frente de todos los invitados. El viejo comandante no podía creer que este fuese el hijo de su viejo amigo quien sacrifico su vida por ¡Esto! ¡Inaceptable! Pensaba en su mente. Izo derramo la copa al suelo sobre el lujoso piso de mármol del palacio frente a su líder y luego llamo la atención de todos los presentes al aplaudir con fuerzas sus dos manos.

Izo: Daimaiyo sama por favor pare todo esto, no entiende en la situación que estamos. Detuvimos unas cuantas embarcaciones de exploración y destrucción, solo estaban en nuestras aguas debilitándonos, pero esas no son sus verdaderas fuerzas de ataque. No conocemos realmente de qué son capaces. Además, he oído que ese joven Uzumaki que tiene la edad justa que Ud. Tuvo al llegar al poder (14 1/2), derroto a un Sannin que normalmente esta al nivel de un Kage. Debemos alertar las verdaderas tropas pues es posible estemos al borde de un ataque a gran escala.