Capitulo 7

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Después de unas cuantas botellas de cerveza Sasori y Óbito llevaron a los chicos a sus casas, ambos profesores se dividieron para llevar a los chicos luego de que Óbito dejará a Zetsu y a Kizame en sus respectivos hogares, solo quedaba el rubio que había tomado demasiado y casi podía mantenerse tranquilo.

Óbito se dirigió al departamento de Deidara, entraron juntos a su departamento y Óbito lo dejo en el sillón estaba apunto de irse cuando Deidara lo tomo del brazo.

O: me tengo que ir Deidara sueltame *miro al menor que lo tomaba de la mano*

D: quedate un poco Óbito *acerco al mayor a él*

O: deidara vamos sueltame necesito regresar a casa *miraba a su estudiante muy serio*

D: por favor... Quédate está noche conmigo... *Tomo del sacó a Óbito mientras se acercaba a él*

O: Dei por favor estás borracho no sabes lo que estás diciendo *tomo ambas mejillas del rubio*

D: si se de lo que hablo.... Tu eres el que no me entiende a mi... *Se levantó del sillón*

O: Deidara que es lo que estás diciendo? Entiendo que estás muy borracho pero hazme caso y vuelve acostarte para que descanses mañana tendrás resaca *soltó las mejillas del rubio*

D: quiere que me acueste? *Miro a su profesor con unos ojos seductores*

O: si ve a acostarte para que descanses *soltó un suspiro*

D: me acostare pero... si tú te acuestas conmigo... *Se acercó a su profesor y empezó a besar los labios de Óbito*

Óbito quedó muy sorprendido y a la vez algo asustado, pues sabía las consecuencias que tendrían así que se separó de los labios del rubio, y rápidamente se fue de su departamento el rubio como estaba borracho solo hecho en el sillón y se durmió, Óbito acaricio sus labios pues los besos del rubio eran dulces tenían un toque de dulzura, y sus labios eran suaves algo que a cualquiera le fascinaría.

Óbito sin perder más tiempo regreso a su casa pero sin dejar de pensar en aquel beso, le había gustado que ese chico le besara pues la textura de los labios del rubio era diferente, pero era mejor dejar de pensar, llegó a su casa y bajo del auto y entro a su hogar mientras aún seguía pensando en aquel beso.

Entro a su habitación y su esposa estaba dormida, Óbito se cambió la ropa por su ropa para dormir luego se acostó a lado de su esposa, se dio la vuelta y cerro los ojos para dormir.

A la mañana siguiente Deidara despertó pero no recordaba nada de lo que había pasado cuando estaba borracho, así que con el fuerte dolor de cabeza que tenía se levantó del sillón para irse acostar hasta que escucho que alguien llamaba a la puerta, así que con mala gana se acercó a la puerta y la abrió.

S: vaya como amaneciste Dei? *Miro a su estudiante*

D: amanecí con un terrible dolor de cabeza... Iba a ver si se me quitaba con irme acostar y dormir otra rato *se tallaba su cabeza*

S: no te preocupes Dei ahora te preparo un té que sirve para quitarte la resaca *entro en el departamento de Deidara*

D: está bien Danna *cerro la puerta*

Sasori entro y se dirigió a la cocina para preparar el té, Deidara solo se acostó en el sillón de nuevo no tenía ganas de hacer nada así que ese día se la pasaría hechado en el sillón o en la cama, luego de varios minutos Sasori llegó con el té y se lo dio a Deidara que lo bebiera.

S: toma Dei *le dio la taza de té*

D: *tomo la taza de té* gracias Danna *empezó a tomar su té y la verdad no sabía tan mal*

S: esta bueno Deidara? *Miro a su estudiante*

D: *seguía tomando su té* si está bueno

S: que paso después de que el profesor Óbito te trajera a tu departamento?

D: *se extraño por la pregunta* pues que yo recuerde no paso nada Danna solo recuerdo que el profesor Óbito me dejó en el sillón

S: ah.... Esta bien Dei *sonrío* bueno ya me tengo que ir al rato te vengo a ver cómo seguiste, vale?

D: vale jaja *se levantó*

Sasori se levantó y salió del departamento de Deidara, dejándolo solo el rubio se levantó y fue acostarse para dormir con tranquilidad, ahora tendría tiempo para dormir y hacer sus esculturas de arcilla que era lo que mas le gustaba hacer, pues tendría mucho tiempo hasta que las clases en el colegio se reanudarán.

Era lo que más le gustaba las vacaciones que estar todo el día sentado escuchando cosas aburridas, pero en fin solo quedaba disfrutar de Aquel tiempo.

Mientras tanto con Óbito:

No dejaba de pensar en aquel beso que le dio Deidara el día anterior,  solo pensaba en aquello la mente no lo dejaba de molestar con aquel recuerdo no lo dejaría en paz y menos cuando el rubio entrara a Segundo año y el tendría que darle clases, siempre lo iba a mirar y siempre le recordaría esa vez.

Tenía que olvidar todo antes de que comenzará también a desear al rubio, y es que era tan hermoso como un ángel que si le daban ganas de hacerlo suyo, pero no podía el solo era un menor y una de las grabes consecuencias que iba a tener es que lo llevarían a la cárcel y perdería su trabajo, pero no ese deseo de tomar al rubio se hacía más y más fuerte.

Solo quedaba coger a su esposa e imaginar que era el rubio, por qué ya no le veía solución aquel problema de "deseo" no dejaba de pensar bueno por lo menos iba a saber lídear con aquella rubia tortura.

Amor prohibido de un estudianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora