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   Una vez abajo, Venezuela se dirigió a separar a México Sur de Argentina y a sentarlo a su lado en la mesa para que comiera.

   —Te juro que solo fue un pequeño mordisco— se quejó el mexicano mientras era atado a la silla de la mesa.

    —¿Pequeño? ¡Me dejaste marca pedazo de animal!— exclamó el argentino mostrando su brazo con una mordida de colmillos marcada.

    —Bueno, bueno, basta los dos. Argentina, hay curitas en el baño por si quieres— interrumpió Washington, con grandes ganas de probar la deliciosa comida que estaba sobre la mesa. Tentadora, pero no quería comer con gritos.

     —Me impresionas, déjame darte mí carne ¿Si?— pidió, sorpresivamente, el dueño de la casa y estado: Colorado.

     —pERO- ¿De dónde saliste?— casi gritó Uruguay haciendo en gran esfuerzo por no tirar el plato de comida que estaba sirviendo.

     —Bueno... Es mí casa, así que supongo que puedo hacerlo, pero lamentó el susto. Estuve quedándome en el cuarto que está aquí abajo, es mí oficina de hecho. Suelo salir a trabajar temprano, así que es normal que no me vieran— explicó con una sonrisa nerviosa y rascándose le cuello con incomodidad y algo de vergüenza —Pero debo admitir que ese olor es delicioso, ¿Podría probar un poco?— pidió con aún más pena.

    —¡Obvio! Toma un plato y provecho — respondió Perú saliendo de la cocina que una cacerola humeante.

    Para todos los que estaban en el salón, Perú se vio como un ángel que traía un milagro. Pero en fin, a comer. Cada quien tomo un plato y se sirvieron, incluyendo a USA, quién estaba emocionado por probar todo.

   —Enamorado, feliz a tu lado~— tarareo Canadá, moviendo su cabeza de izquierda a derecha.

   —Are the few words that i know— continúo México Norte, con un poco de mala pronunciación.

   —i'm enamorado~— y, seguidamente, Canadá le dio un beso en los labios a su pareja. Ambos rieron, enamorados.

    —¡Eh! No coman frente a los pobres—se quejó Carolina del Sur, riendo mientras se llevaba a la boca otro bocado de comida.

    —¡Si!— acotó Utah con la boca llena de pan. Una vez tragó, volvió a hablar con más claridad —¿Donde están Carolina del Norte y California? Aún no vienen— y volvió a llenar su boca de comida.

     —Estan arriba— respondió Uruguay para después partir un pan a la mitad —Les dije que podían usar mis auriculares grandes, no se que están haciendo— aclaró. Para el viaje, había llevado dos auriculares de esos que te cubren todo el oído para él y su pareja, pero decidió prestarlos a los menores en vista de que no los usaría.

      —¡You know, i'm bad! ¡I'm bad! ¡You know it!— gritó Carolina del Norte cantando a todo pulmón ¿Quién diría que los auriculares de Chile tuvieran tan buena música? Ni el mismo dueño.

      —¡El Nobel de la paz asesinado va a caer! ¡Es lo malo de ser bueno en este mundo cruel!— cantó California con entusiasmo con los auriculares del uruguayo, le había encantado esa canción a más no poder.

     —Me hago la idea— mencionó Chile escuchando los gritos desde abajo y soltando una pequeña risa.

     -Menos mal no encontraron mí play secreta, sino estoy jodido- pensó el chileno mientras tragaba otro bocado.

    Todos siguieron hablando de trivialidades hasta que los otros dos bajaron después de su concierto épico. Todos estaban sentados en la gran mesa comiendo la delicia que Perú preparó, mientras reían y contaban tantas anécdotas como se les era posible. El ambiente era agradable y familiar, algo que hace mucho no tenía aquella mansión.

     Una vez la comida se termino, USA se ofreció a lavar los platos mientras los demás juntaban la mesa, tiraban las migas al suelo y limpiaban este por igual. Mientras enjabonaba un plato, ese percató de que Texas estaba sentado en la isla de la cocina con Utah "descansando" de trabajar.

    —¡Oe!— gritó California entrando a la cocina —vuelvan a limpiar. Ahora. Los dos— ordenó, para luego irse otra vez.

     —¡Waa!— se quejó Texas, levantándose de igual forma junto a Utah.

     —Si lavan los platos podría ir a limpiar yo— propuso el mayor, un poco cansado de tantos platos.

     —¡Hecho!— gritaron ambos al mismo tiempo para tomar el lugar de USA sin quejas.

     Este, orgulloso de su plan, salió de la cocina victorioso y con una sonrisa triunfal.

   -Genial, engañaste a dos infantes por vago. Que gran orgullo- pensó riendo de su plan.

    Lo que resto de esa tarda la paso de un lado a otro sin darse cuenta. Un rato con su hermano, otro con sus estados, otro siendo la estrella de modelaje con la ropa que México Norte le había hecho mientras California cantaba S&M de Rihanna, un buen rato con Washington y Colorado acomodando papeleo (y, como no, mientras Colorado puso Worth It de Fifth Harmony hasta que terminaron el trabajo) y el buen tiempo que pasó con Venezuela y Perú tratando de alejarlo de su cuarto lo más posible.

   Sorpresivamente, todo salió bien. Tan bien, que por X o Y razón México Norte hizo una pasarela para que todos los estados desfilen con Gentleman de PYS (versión slowed) y Ropa Cara de Camilo. Fue épico ver cómo sus estados hacían pasarela sin saber hacer pasarela, pero en fin, se estaban divirtiendo y eso era lo que contaba.

   Fue la calma antes de la tormenta de sus estados. O al menos de Washington y California. Al primero lo llamaron en medio de su caminata, siendo París quien lo interrumpió mencionando que Berlín había perdido (de nuevo) el registro de cada desastre natural que pasó desde el 2000 en adelante. Resumen...

    —¿¡Cómo qué el imbéciles perdió un simple y maldito archivo que nos llevó veintiún años hacer!?— gritó enfurecido listo para agarrar a golpes al alemán.

    Evidentemente, peor cagada no se pudo mandar.

    Washington salió corriendo con teléfono en mano mientras le pedía a París que le diera el paradero de Berlín. Si, aún con su traje de modelaje improvisado. Todos quedaron perplejos, pero no sé recuperaron de aquello cuando Colorado tomó su teléfono y, apenas lo encendió, lo miro con terror. Salió corriendo de la habitación, el pasillo y luego casi se cae por las escaleras, peor logro llegar a su oficina-habitación y cerrar la puerta con fuerza.

   —Hoy muere Berlín— Susurró Texas saliendo de la impresión.

   Y todos asintieron.



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—¡I'M GONNA KILL YOU MOTHER FUCKER!— gritó Washington con todo el enojo del mundo golpeando fuertemente la puerta de Berlín.

—¡Cálmate y después hablamos!— gritó Berlín del otro lado.

—¡CALMA TU PUTA MADRE! ¡ABRE LA MALDITA PUERTA O TE LA TUMBO!— y así estuvieron hasta que Washington pateó y tumbó la puerta. La delantera, la de la habitación de Berlín y buscó el mismo el papel. Claro, estaba en el escritorio de Berlín... De todas maneras le dio una patada al estilo Levi.

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  —¡REKI!— exclamó Colorado al ver la sonrisa de aquel personaje pelirrojo asomarse otra vez con esas risas que daban años de vida.

  ...¿Qué? No, él no tenía nada que ver con el asunto del documento perdido. Simplemente sus amigos le habían mandado un mensaje preguntándole si vio el nuevo capítulo de la serie. Y el pobre ni recordaba que era Domingo y se había estrenado ayer.

Pero en fin, ¡Todos felices!






🌸 Fua me re inspiré 🌸

Because (Coutryhumans, USA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora