Cuando lograron sacar a los niños (demonios) de las espaldas de los chicos, Perú les aviso que se llevarían a los estadounidenses a su antigua casa.
—Me tomaré unos días de intermedio para vigilar el proceso, mientras, necesito que Ecuador se encargue de mi zona— explicó, haciendo que Ecuador tragara en seco.
—¿Seguro?— pregunto con algo de miedo.
—ah para ¿En qué trabajas?— interrumpió Uruguay al no entender nada. Cómo siempre.
—En la sala psiquiátrica, pero de esa se encarga Rusia— Ecuador soltó todo el aire de sus pulmones, dando señal de tranquilidad —Luego trabajo en cuidados intensivos— finalizó.
USA miro por un momento a Ecuador, era bastante parecida a sus hermanos si lo pensaba. Giro su vista y vio como Argentina y Uruguay ya salían de la sala con sus estados, por lo que los siguió afuera. Caminaron otra vez por el pasillo hasta llegar a una de las puertas, su habitación.
—Su ropa está en ese armario— dijo Perú.
—Ok, thanks (Gracias)— agradeció. Nuevamente, se estremeció con el «your welcome» del peruano. Solo le dijo "de nada", pero se sentía rara su pronunciación.
En fin, fue hasta su armario y saco un suéter negro con un estampado de la ciudad en violeta y unos vaqueros azul oscuro, con un pequeño top blanco y una camisa a cuadros que combinaba tonalidades de rojo. Cómo la que usaba Canadá. Se colocó la ropa y se calzó con unos zapatos negros con cordones blancos, saliendo del cuarto.
Ya en la camioneta de Canadá, camino a Colorado, lo niños iban dormidos en el asiento de atrás junto con Chile. México, Uruguay y Argentina votaron por ir en la caja, dejando que USA sea el copiloto. Habían cruzado medio territorio y, hasta ahora, estaban en la frontera de Texas y Nuevo México.
—Derecha— dijo USA. Canadá lo obedeció y doblo por aquella carretera.
—¡Che! ¿Por qué agarramos por acá?— gritó Uruguay desde la caja.
—Es una ruta más rápida, además, nadie la usa— explico sacando la cabeza por la ventana.
—USA, don't look (no mires)— Canadá saco a su hermano de la ventana y cerró el vidrio.
El chico le hizo caso, sintiendo como su hermano aceleraba para pasar esa parte. Pudo escuchar como en la parte de atrás Uruguay y Argentina bromeaban de lo que había ahí, así que pensó que no sería tan malo ver.
—Cambiando de tema— Canadá llamó la atención de su hermano de nuevo, suponiendo lo que haría, así que USA tuvo que desistir. Tomando la opción de hablar. —¿Cómo llegaste al hospital?—.
—...Estuve con México, lo siento. Cuando me dijeron que lo transfirieron de habitación a la tuya tuve que ir contigo— se explicó.
USA miro fijamente a su hermano, su mente no dejaba de repetir «Tuve. No. No tenías.» se sonaba forzado. Tuve.
-Quise- Pensó. Se aferró a eso mientras miraba como el sol le daba en la cara a su hermano, iluminado su rostro y cuerpo.
-¿Por qué me tratas bien? Tu eres perfecto, de seguro jamás te preocuparte por como lucias o lo que dirían de ti. Jamás. Estoy seguro de que, si no fueras mi hermano, nisiquiera te darías cuenta que estaba en esa habitación- escucho en su cabeza. No sabía si fue su pensamiento o la voz.
—Because I love you brother (porque te amo hermano)— Dijo Canadá de la nada —Y si, mayormente jamás pensé en eso. Y, lo siento si sonó forzado— se disculpó.
USA quedó con los ojos abiertos ¿Lo había dicho en voz alta?, Probablemente.
—¿Podrías tomar mi celular?— le dijo y él hizo caso. Tomo el teléfono y lo encendió, una foto del gato de su hermano lo saludó, lo cual hizo que una sonrisa involuntaria apareciera en su rostro.
—¿La contraseña?—.
—Adivina— dijo con una sonrisa juguetona.
USA frunció el seño, pero de todas formas lo intentó.
1867 (independencia de su hermano). Rechazada.
—One (uno)— contó el canadiense.
1776 (Independencia de USA). Rechazada.
—Two (dos)—.
1821 (independencia de México). Rechazada.
—Three (tres)—.
—Carajo— maldijo al no tener más ideas —¿Me darías una pista?— pregunto resignado.
—No son números—.
Hey!. Rechazada. Quedaba un intento.
—¿Enserio?—.
—Bueno ¿Qué esperas? Nisiquiera se lo que hago— dijo algo enfadado.
—Bien, bien. Es Maple— respondió con obviedad.
USA soltó un suspiro y rodó los ojos.
Maple. Aceptada.
Admiro el fondo de pantalla, una foto de las cataratas del Niágara junto a él. Habían sido unas lindas vacaciones.
—Ve a la galería— ordenó mientras giraba una curva.
Su hermano obedeció y entró, miles de fotos se cargaron al instante. Fue las carpetas instintivamente y se puso a ver los nombres. «Mexy, Family, Brother <3» se detuvo ahí. Abrió la carpeta y comenzó a ver todas las fotos, en total unas 5,301.
-wow- pensó. Miro otra vez a su hermano, que había parado en una gasolinera.
—Se que soy frío y que somos distantes, pero que esto no se te olvide— seguidamente el canadiense bajó de la camioneta.
USA paso un largo tiempo con el celular de su hermano, por primera vez, otra voz apreció.
-Demonios, si que soy lindo-.
