-¡Brother!- gritó Canadá entrando de repente al cuarto corriendo a abrazar a su hermano, dejando a Perú en el suelo del hospital.
-conchatumare'- maldijo el más bajo mientras se levantaba adolorido del suelo.
-¿weon tai' bien?- pregunto Chile al ver que su amigo se levantaba la manga blanca de su bata y miraba un pequeño raspón en su muñeca.
-ehh si si estoy bien, tranquilo- dijo analizando su herida con la vista. Un raspón pequeño e insignificante que se curaría en unos tres o cinco días a lo mucho.
Mientras tanto, Canadá se encargaba de llenar a USA de miles de lagrimas, preguntas, disculpas y abrazos. El estadounidense intentaba calmarlo un poco con el típico "ya ya, ya paso" mientras correspondía tantos abrazos como podía y le daba unas palmaditas en la espalda a su hermano. En eso, levantó su vista y la posó en Perú. Su amigo llevaba una bata blanca de doctor sobre unos pantalones negros y blanca.
-che ¿qué onda con bata?- preguntó Uruguay interrumpiendo las lagrimas de Canadá.
-Pues..soy doctor- respondió -se los iba a decir, lo juro, pero me distraje mucho y jamás lo mencioné- se explicó rapidamente.
-yo ya te tomaba por muerto- incluyo Chile. Ganando otro golpe en la cabeza.
Y así volvieron a lo mismo. USA le secó la lagrimas a su hermano y lo tranquilizo como un padre intentando adivinar como hacer que un bebe pare de llorar. Algo imposible a simple vista pero fácil si tienes practica.
-i miss you so much (te extrañe mucho)- dijo Canadá colocando su mano en la mejilla de USA. Por un momento, ambos recordaron pequeños momentos de su infancia. Una vez, cuando USA se cayo por las escaleras de su casa y se lastimó la rodilla, no paraba de llorar, Canadá fue con él y le puso una curita en su herida. Le secó las lagrimas a su hermano y, entonces, le dio un pequeño y corto beso. Como los que su "mamá" le daba a su "papá" cuando se despedían o se saludaban en el desayuno. Otra, ya más de grandes, cuando Canadá se quebró el dedo con un martillo por accidente, USA le dio un pequeño pico en los labios para curarlo. Y así era mayormente, cuando uno se lastimaba el otro le daba un beso para sanarlo. Ese "juego" entre ambos se terminó cuando cumplieron la edad suficiente para saber el "significado" de un beso, prometiendo jamás retomar ese juego.
-i missied you too (yo también te extrañe)- te respondió el estadounidense mirando los ojos rojisos de su hermano.
-Perú..-susurro México llamando al chico.
-¿Qué pasa?-
-¿Sabes si...Sur está bien?-
-Si, tranquilo, deje a Rusia cuidándolo, no creo que le haga algo-.
