Destiny together ✔️

Capítulo 16

Hoy Connor me llevaría a comprar el dichoso vestido que usaría esta noche, no sabía en realidad porque hacía falta su presencia, el  seguro de moda no tenía ni la más mínima idea.

-¿estás lista? - asentí y nos montamos en el auto -primero hay que pasar a buscar a alguien- fruncí el ceño.

-¿a quien? -

-mi hermana mayor, ella es muy famosa en el mundo de la moda, te ayudará a encontrar un buen vestido- sabía que el solo no podría ayudarme.

Paramos en la entrada de una cafetería y una mujer muy hermosa entro al auto, se podía decir que era Connor en mujer.

-Dios santo que calor hay- dijo moviendo sus manos exageradamente.

-buenas para ti también Charlotte - la chica puso los ojos en blanco.

-buenas hermanito- cuando noto mi presencia abrió mucho los ojos -oh cielos ¿esta es tu novia? - asentí incómoda -lo siento por no prestarte atención es la costumbre de que mi hermano esté solo- sonreí -¿como te llamas querida? -

-Carinna-

El viaje con Charlotte fue muy entretenido, no paraba de hablar y me calló estupendo.

-estamos aquí - bajamos del auto -a ver Conni -reí por lo bajo cuando lo llamo por ese diminutivo y él rodó los ojos -¿como es la cena? -

-ya sabes socios reunidos ..- no lo dejó seguir hablando.

-si si ya se, elegante - me agarró por el brazo -ven, ya se cual es el lugar donde encontraremos tu vestido-

Llegamos a una tienda que desde fuera se veía muy costosa.

-¿no crees que no debemos gastar tanto dinero por un vestido que solo usaré una noche? - se acercó a mi oído y susurró.

-tienes un novio millonario, disfruta de eso - no me sentía cómoda con eso pero bueno.

Después de mucho mirar y probarme encontramos uno hermoso color crema con piedras en la parte de arriba y una abertura en una pierna.

-ese es el tuyo querida - sonreí, si este me queda perfecto.

Dejamos a Charlotte en su casa y fuimos a arreglarnos a la nuestra. Me di un buen baño y comencé a vestirme, solo tuve un pequeño inconveniente, cuando abrí el cajón donde deberían estar mis bragas no había nada y lo mismo con el de los sostenes.

-¿pero que mierda?- sentí una risa proveniente de la puerta. Connor estaba recostado en el marco.

-¿te falta algo?- el las había escondido claro. Eso era lo que quería, que le pidiera mi ropa interior, no se porque eso me daba la impresión que si se las pedía me estaría humillando así que yo también podía jugar este juego.

-no- sonreí y me fui a poner el vestido.

Llegamos al restaurante donde cenaríamos, era el lugar más lujoso que había pisado en mi vida. Después de saludar a todos los socios de Connor nos sentamos, él a cada rato me lanzaba una mirada pícara que nunca supe lo que significaba hasta que posó su mano en la pierna que quedaba al descubierto.

-¿que haces?- susurre.

-eres mi novia- sonrió de medio lado.

Dejo su mano quieta hasta que terminamos de cenar, luego todo se quedaron charlado animadamente y comenzó a subir.

-¿pero que?..- me calle cuando llegó a mi zona sensiblo.

Froto unos segundo su mano contra mi vagina hasta que de pronto enterró uno de sus dedos en mi y se me escapó un suspiro.

-¿esta todo bien señorita Beauchene?- preguntó el señor frente a mi.

-s..si no..no se preocupe- mire a Connor y tenía una sonrisa amplia en su boca.

A él parecía no afectarle mucho lo que me estaba haciendo ya que conversaba como si nada con las personas excepto por el detalle de que me estaba masturbando. Metió otros dos dedos y comenzó a acelerar el ritmo de sus movimientos, me estaba volviendo loca y lo peor de todo que no podía gritar, ni gemir sino todos se darían cuenta. De repente sacó sus dedos de mi dejándome un vacío tremendo y con las ganas de más, me miro y sonrío.

-eso también fue por lo del otro día - si él me iba a dejar así pues ni modo tenía que acabarlo yo.

-Con permiso - sonreí a todos y me dirigí al baño.

Me aseguré que no hubiera nadie y cerré la puerta, alcé mi vestido y me recosté contra uno de los lavamanos. Nunca había hecho esto y nunca creí que lo haría pero el deseo era más fuerte que yo. Baje mi mano y comencé a tocarme yo misma, justo como lo había hecho Connor hacía menos de 5 minutos, metí dos dedos, los sacaba y metía rápidamente, se me escaparon unos gemidos bajos, eché mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos, tenía la mente en blanco, me estaba dejando llevar por mi instinto.

CONNOR

Carinna llevaba como 5 minutos en el baño, necesitaba saber si estaba bien.

-voy a ver si todo está en orden - todos me miraron y sonrieron.

Llegué al baño de las chicas, la puerta estaba cerrada. Toqué dos veces y nadie me abrió ni contestó, pegue mi oreja a la puerta y oí un leve gemido. La abrí y ahí estaba Carinna arrecostada a uno de los lavamanos con la cabeza hacia atrás, tocándose. Eso me puso mucho y mi amigo de abajo se despertó, soltó un gemido más alto que los demás y dejó de tocarse, tenía la respiración agitada. Abrió los ojos y se volteó para lavarse las manos, aún no me había visto. Me posicione detrás de ella, cuando levantó la cabeza me vio en el reflejo del espejo y dio un brinco del susto.

-¿cu...cuanto tiempo llevas ahí?- sonreí con malicia.

-el suficiente- me miro con los ojos muy abiertos -Valla valla valla quien me lo diría la dulce y tierna Carinna viene a un baño a masturbarse- sus mejillas se enrojecieron de inmediato.

-f..fue por tu culpa- iba discutírselo pero unos golpes en la puerta me hicieron caer en cuenta que estaba en el baño de chicas.

-mejor me voy- dije y me agarro del brazo.

-estás loco, si te ven saliendo de un baño de mujeres sabes lo que todos van a pensar- tenía razón -será mejor que te metas en uno de los baños- señaló los pequeños cubículos independientes -y cuando la que está tocando entre salimos - asentí.

Una vez fuera todos nos empezaron a mirar con malas caras.

-Carinna hazte la mareada - se agarró de mi y hizo lo que le dije.