Capítulo 14

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CARINNA

Hoy era uno de esos días que no tienes ganas ni de pararte de la cama, no me sentía con ánimos de ir a trabajar pero bueno era eso o ser despedida. Amber estaba eufórica, había despedido a 5 la semana pasada por llegar una hora tarde, si le digo que no iré de seguro me despida y luego me corte la cabeza.

-buenos días - dije y luego recordé la regla de que que no podía dirigir la palabra primero -mierda - dije por lo bajo sentándome a desayunar, sentí su mirada sobre mi.

-¿no te acuerdas de mis reglas? y ¿por que dices groserías?- puse los ojos en blanco -eso tampoco lo hagas -

-entonces será mejor que no vivamos juntos - dije de mal carácter y me levante de la mesa.

-CARINNA- gritó pero no me pare -deténte- no lo hice.

Llegué hasta donde estaba Richard y le hice una señal para irnos.

-¿POR QUE?  - le gritó Amber al teléfono -sabes que eres un incompetente, despedido -lo colgó  de mala gana.

-si sigues así te vas a quedar sin empleados - después que dije la frase me arrepentí. Colocó las manos en su cabeza y miró al techo.

-este mundo está lleno de incompetencia, Carinna ¿cuando es mi próxima reunión?-

-en 15 minutos - miró unos papeles sobre la mesa.

-Sabes que, me voy a casa, ve tú por mí y anotas todo, luego vienes y pegas un par de gritos para que todos se apuren un poco y a la hora de siempre te vas- asentí y se marchó dando un portazo.

Debido a que nuestra empresa estaba trabajando con Genovese enterprise todas las reuniones eran con Connor y otros hombres más. Llegué a él piso de la sala de juntas y Lizzie estaba afuera mirando su celular embobada.

-Valla te veo bien - dio un salto por el susto.

-Carinna ¿quieres que sufra un infarto?- puse los ojos en blanco -y por cierto ¿que haces tu aquí? -

-Amber se fue a casa, me ha pedido que viniera por ella-

En todos los malditos 30 minutos que duró la junta Connor no paró de mirarme con rencor, seguro por lo de esta mañana, pero no me retractaría, en su casa había más leyes que en el país.

-Señorita Beauchene usted véame en mi despacho por favor - me dijo con un tono de voz frío y autoritario, nunca me habla con esa educación, eso debe ser porque está bravo.

Cuando llegué a la oficina estaba sentado jugando con un lapicero, me vio llegar y lo dejo quieto.

-¿que ocurre? - pregunté.

-toma - me dio una tarjeta de crédito.

-¿para que me das esto? - fruncí el ceño.

-hoy en la tarde necesito que me dejes la casa libre, así que tú y Lizzie vallan al centro comercial y compren todo lo que quieran con mi tarjeta- enfatizó lo ultimo.

-no es más fácil decirme que me valla a su casa, ¿por que necesariamente tengo que ir a derrochar dinero? - se encogió de hombros.

- a las mujeres le gustan las compras y como si quieres comprar un avión, no regreses hasta que no te llame -

-¿puedo comprar un avión?- me miró unos segundos parece que analizando si de verdad hice esa pregunta.

-tampoco exageres -

Lizzie estaba muy emocionada por esto y no se por que motivo quiso que fuéramos a la tienda de lencería primero.

-a ver, ¿con quien te estás acostando?- abrió los ojos sorprendida.

-¿la pregunta es para mi?- miré hacia todos lados.

-no no para mi mejor amiga que no se donde esta, creo que la perdí - dije sarcásticamente.

-que graciosa, y respondiendo a tu pregunta no me acuesto con nadie, solo que necesito ropa interior nueva y ya que estamos - se encogió de hombros.

No podía parar de pensar ¿por que Connor me había pedido que le dejara la casa sola? ¿acaso iba a hacer una fiesta de strippers? ¿Por que veo tantas películas?

-toma - le di la tarjeta a Lizzie.

-¿por que me das esto?- vio como caminaba en dirección a la salida -Carinna ni se te ocurra, dijo que no fueras a la casa -

-no me puedo quedar de brazos cruzados, el no se puede acostar con otra esta en el contrato que yo he cumplido al pie de la letra- me agarró del brazo.

-Sabes que no lo haces por ese maldito papel, ya deja los celos, no sabes como es ese monstruo cuando se enfada - me safe de ella  y me fui directo a la casa.

Cuando Richard me vio entrar sus ojos se agrandaron de la sorpresa.

-¿que ocurre? - poso un dedo sobre el comunicador que tenía en la oreja para hablar con los otros guardias pero yo fui más rápida y se lo quite de un tirón dejándolo en el piso, luego plante mi zapato sobre él y lo aplasté bien.

-ss..señorita Carinna que - me acerqué a él.

-ni se te ocurra decirle a Connor que estoy aquí o yo misma te voy a despedir - caminé furiosa a la entrada de la gran mansión cuando escuché cosas romperse dentro.

Abrí las puertas y una mujer de pelo negro estaba gritando como una loca y tirando todo.

-¿QUE PASA AQUÍ?- grité y tuve la atención de él y de ella.

-¿Carinna que haces aquí? te dije que...-

-no me interesa lo que hayas dicho ¿quien es ella? - la chica llevo sus manos temblorosas a la boca.

-n..no puede ser - dijo -no sabía que eras real - estaba loca , como que yo no soy real, quien se cree.

-Soy cien por ciento real, de Carne y hueso ¿quien eres tu? - sonrío amargamente.

-yo soy la novia de Connor -

-¿que ? - pregunte sorprendida

-exactamente como lo escuchaste YO SOY LA NOVIA DE CONNOR - comenzó a gritar, halarse los pelos y a tirar cosas, yo solo tenía que salir de ahí ¿como que su novia ?. Salí de la casa y Connor vino corriendo detrás de mi.

-Carinna espera- me pare aún sin voltearme.

-¿por que no me dijiste de una vez que ibas a tener visita de esa loca y por eso no podía estar en casa, por que nunca me dijiste que tenías novia?- sentí una lágrima caer por mi mejilla pero la aparté antes de que la viera ¿por que estaba llorando?

-Te voy a explicar- me cruce de brazos - Josefina no es mi novia por dios, solo lo fue por 1 mes hace 4 años, pero se quedó enganchada de mi y yo ya había perdido mi interés en ella, después de un tiempo lo superó y se fue a vivir para Turquía pero cuando supo que tenía nueva novia después de tanto tiempo hizo hasta lo imposible por venir, me avisaron que había llegado esta mañana al aeropuerto y seguro después vendría a mi casa a hacer uno de sus típicos escándalos y por eso no quería que estuvieras aquí- suspire, por la forma en que la miraba supe que no sentía nada por ella y solo por eso creí en sus palabras.

-bien, pues en ese caso, saca a esa loca de mi casa- sonrío y llamo a seguridad.!

Josefina en la foto multimedia

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