Capítulo 2

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-¿quien eres tú?- volvió a preguntar alzando la voz.

-yo...yo- Dios,sentía que las palabras se quedaban atrapadas en mi garganta.

-¿tu que?-

-soy la... la secretaria de Amber- frunció el ceño.

-¿donde está ella?, mi reunión era con tu jefa no contigo- que hombre tan despreciable.

-no ha podido venir por eso me ha mandado a mi- me miró de arriba abajo y una mueca se dibujó en su rostro.

-bueno siéntate, que ya he perdido mucho tiempo-la mala forma en su voz nunca se iba.

Tome asiento y saque los papeles que me había dado Amber.

-¿donde van a ser los hoteles?- cruzó sus manos sobre la mesa mirándome con determinación.

-em...- busque rápido en los papeles pero se cayeron todos al suelo -en Rusia- conteste mientras me agachaba para recoger el reguero.

-¿cuántos?- miré lo más rápido que pude, ahora que estaban todos esparcidos me era más fácil.

-dos-

-agrega otro- volví a sentarme y con mi lápiz arreglé lo que me dijo -¿que tipo de decoración? - se volvieron a caer y suspiró con frustración. Cuando los recogí me los quito de las manos -ya los leo yo- en lo que leía pude fijarme mejor en su aspecto, tenía el cabello negro, algo despeinado pero aun así lucia elegante, sus ojos color entre verde y grises era lo que más llamaba la atención, cuando te miraba podías derretirte con esa mirada tan profunda pero ese carácter echaba a perder su atractivo, en su frente tenía dos marcas de tanto fruncir el ceño supuse.

-¿le gusta lo que ve ?- preguntó sin mirar, mis mejillas se calentaron y agaché la cabeza -ya esta- me tendió los papeles -dile a Amber que corregí lo que no me parecía, ella sabe como es trabajar conmigo y que si quiere tener un proyecto importante en su vida que deje todo como lo puse- asentí -bueno señorita...-

-Carinna-

-señorita Carinna, ¿que me dijo que era de Amber?-

-secretaria- contesté guardando los papeles, en eso se me callo el lápiz y cuando lo recogí me di un golpe con la mesa -auch-

-para ser secretaria eres bastante torpe-

-bu..bueno será mejor que me valla, tengo mucho trabajo - me llevó hasta la puerta y la cerró en mi cara, pero que mal educado.

-¿como estuvo todo? - preguntó Lizzie.

-mal - me cruce de brazos.

-¿quieres contarme ?-

-ese jefe tuyo es un idiota, no se como aún le quedan empleados, es más no se como alguien como él puede ser tan famoso y codiciado, es verdad que es jodidamente atractivo pero Dios con ese carácter dudo que alguien pueda...- el rostro de mi mejor amiga palideció de pronto sus ojos se fueron detrás de mi, cuando me volteé vi a Connor mirándome fijamente, me puse roja en seguida y una sonrisa de medio lado apareció en su rostro.

-señorita Carinna creí que ya se había marchado- la saliva abandonó mi boca.

-yo...yo ya me iba- me despedí de Lizzie y salí de aquel lugar.

No podía creer la cantidad de vergüenza que había pasado hoy, dudo que pueda empeorar. Como si los dioses estuvieran en contra mía unas gotas cayeron en mi cabeza, rápidamente se hicieron más gruesas y constantes ahora está lloviendo, genial. A demás para acabarla un auto paso a mi lado y me salpicó de un charco con agua sucia. De verdad así no podía seguir, necesitaba comprarme mi propio auto, pero para mi mala suerte seguro que el día que fuera a comprarlo me roban el bolso con el dinero o algo así porque mi suerte la cagó una gallina.

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