Una mujer inocente e ingenua es vulnerable. Es presa fácil ante los ojos de un sádico; un sádico que encuentra placer y deleite al manipular, al degradar y al ejercer dolor físico.
Sí, es atemorizante, ¿no?
Pero estas personas son las encargadas d...
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-Cuando tenemos en claro el estudio de prospectiva podremos tener el verdadero conocimiento de las tendencias tecnológicas. -La voz de la profesora era la única que se escuchaba en aquel salón de clases. El ambiente no era ajeno al habitual, se encontraban chicos releyendo las paginas de los libros tratando de entender por su cuenta, ya que no lograban entenderle a dicha profesora, y otros cuantos chicos con la mirada perdida en el espacio, mientras la explicación de la mujer frente a nosotros era clara y concisa. -Con el fin de obtener información y poderla utilizar para la toma de decisiones de la empresa.
Comencé a cabecear sin intensión, mi cara reposaba contra la palma de mi mano en una postura fingida de atención. Mi mente no paraba de divagar, y gracias a mi insomnio, el estado energético de mi cuerpo era escaso.
Las últimas noches han sido una completa locura, me estaba costando mucho conciliar el sueño, y cada vez era más difícil para mi, poder relajarme, los pensamientos tóxicos no paraban y realmente me estaba estresando.
-Bien, eso es todo por el día de hoy, ya pueden dirigirse a su próxima clase. -La profesora dio por terminada la clase recogiendo los trabajos que había pedido en lecciones anteriores.
Todos los presentes iban abandonando poco a poco el aula para asistir a sus respectivas asignaturas programadas.
Mientras recojo mis cuadernos y notas de mi pupitre decido voltearme para encontrarme con la mirada de un soñoliento Jungkook.
-¿Qué pasa dormilón?, ¿muy aburrida la clase? -Le digo burlona sin hacer contacto visual, mientras meto en mi mochila todo lo que me faltaba.
-Yun, cómprame un café. -Miro a Kook dedicándole una sonrisa incrédula, sí bien teníamos una hora para que nuestra próxima clase empezara; no tenía intensiones de comprar absolutamente nada en la cafetería. -Vamos, Yun. No me mires así, yo te compro lo que sea y cuando sea. -Jungkook hace un puchero, juntando sus palmas en súplica. Mi cara se arrugó haciendo una mueca de desagrado al sentir vergüenza ajena por la escena que estaba haciendo el chico frente a mi.
-Pareces un niño, Jungkook. -Mi expresión cambió rápidamente a una de diversión al ver que Kook se rió apenado por mi comentario, dejando ver esa sonrisa infantil y cálida que tanto lo caracterizaba. -Está bien, niñito, yo voy por tu café. Espérame en las gradas del campus. ¿Bien?
Jungkook asiente satisfecho y triunfante al ver que me había convencido.
Me dirijo rápidamente a la cafetería para poder hacer lo pedido por mi mejor amigo, también debía aprovechar para comprar algo de comer, tal vez algo dulce logre animarme un poco.
-¡Hey!, Yun. -Una voz femenina y algo familiar llama a mis espaldas, haciéndome voltear con curiosidad.
¿Ahora qué?, ya me había olvidado que existía esta mujer.
-¿Si? -Respondo cortante con mi ceja levantada, no podía evitar ponerme a la defensiva cuando la veía.
-¿Te diviertes? -Dice Yunseo mientras se acerca a mi con algo de altivez.
