Era una noche hermosa en la ciudad de Las Vegas.
Todas las concursantes de Miss United States estaban libres aquella magnifica noche, y aunque a Olivia le hubiera gustado pasarla junto a las amigas que había hecho en el concurso, aquello no sería posible gracias a que Jack había tenido la fantástica idea de coordinar la poca información que tenían entre todos.
Así que cuando dieron las siete, el equipo se reunió en la habitación de hotel que habían hecho de cuartel general. Evan y Mitch habían comprado cajas de pizza para cenar, ya que el rubio asumió que Olivia y Sienna estarían hartas de no comer comida chatarra en su estadía.
—Deberíamos estar embriagándonos en un casino. —se quejó Blaine mientras Jack anotaba algunas cosas en una pizarra blanca.
—Deja de quejarte, no estamos de vacaciones. —respondió Dani, sentado en el escritorio con una laptop en sus piernas y otra apoyada sobre la mesa.
—Bien, esto es lo que tenemos. 95.586 armas de venta ilegal compradas, una organización mundial de terroristas amenazando este concurso. Morelli posiblemente enojado con los creadores de Miss United States. También hemos estado atentos a Pamela Parker, pero no ha tenido movimientos extraños. Encontramos mensajes en distintos idiomas en las computadoras del staff, pero todos los que pertenecen a ese equipo tienen acceso a ellas, podría ser cualquiera. —sintetizó Jack.
—Los mensajes hablan en códigos, bíblicos. Yo los estudié. Planean algo grande, hablaban de una figura de autoridad, y de que cualquiera que se interponga en su camino, eligió su destino. —comentó Mitch, alardeando sobre sus conocimientos.
—Blaine y yo hemos instalado los detectores de metal en cada puerta de la arena, nadie pasa sin ser escaneado. —dijo Evan.
Olivia estaba asimilando aún la noticia acerca de la cantidad de armas que habían sido compradas, puesto que a ella no se lo habían informado. El miedo se instaló en su cuerpo, podría ser cualquiera, literalmente podría darse la vuelta y recibir un disparo de cualquier persona en su ultima noche del concurso.
—¿Liv? —Mitch se acercó a la pelirroja al darse cuenta de su mirada perdida y sus manos temblando. La chica reaccionó cuando sintió las grandes manos del mayor en sus brazos.
—Lo siento. —murmuró, dándose cuenta de que todos en la sala la miraban confundidos, solo Evan y Mitch notaron el error de Jack al no preparar su noticia.
—Mira, Olivia, sé que no eres para nada una agente, pero no tienes de qué preocuparte. Haremos todo lo que podemos y más para que esto no termine en una mala anécdota. ¿En serio piensas que dejaré que alguien te haga daño? —Evan abrazó a su prima por los hombros, intentando consolarla, cosa que funcionó.
Mitch se sentó del otro lado de la pelirroja y apoyó su mano en el muslo desnudo de ella. Y aunque él no sabía que decir, el gesto le demostró a Olivia lo que quería expresarle.
...
—¿Estarás bien? —preguntó Mitch, acompañando a la chica hacia la puerta de su habitación, la pelirroja asintió con la cabeza— Ya sabes que, si gritas, estoy a un lado de ti. Literalmente.
Olivia sonrió y puso su mano en el hombro de Mitch, se impulsó un poco y logró llegar a darle un beso suave en la mejilla que hizo al mayor ruborizarse ligeramente.
—Gracias, Mitch.
—Es mi trabajo. —contestó sin pensar, poniendo a Olivia con los pies en la tierra otra vez, Mitch sólo hacía su trabajo. Aunque eso no era lo que el castaño quería decir.
—Nos vemos mañana.
La pelirroja no lo dejó responder, se metió a su habitación sin encender las luces y se recostó en la cama, y aunque le hubiera gustado dormirse al instante, su cabeza había empezado a sobre pensar sus sentimientos hacia el agente que había conocido hacia algunas semanas.
...
—Hey, Olivia. ¿Cómo dormiste chica?
Katy Way, Miss Ohio, saludó alegremente a su compañera en cuanto la chica se acercó a la caminadora que estaba a su lado desocupada.
—Nada bien, he dormido solo algunas horas. Pero nada que un poco de ejercicio no logre despertar.
—¿Tiene que ver con el castaño de lunares que no te ha dejado de mirar?
Olivia frunció el seño confundida, pero Katy señaló con la mirada al otro lado de la habitación, donde Mitch estaba haciendo ejercicio, pero siempre manteniendo un ojo en la pelirroja.
—Es mi guardaespaldas. —explicó.
—Yo también tengo uno y no me mira de ese modo. Le gustas. —La pelirroja se rio.
—Dejemos eso de lado. Es un horror que tengamos que tener seguridad privada para cada una de nosotras.
—Si te soy honesta, estaba pensando en no presentarme cuando me enteré del ataque.
—¿Tú crees que en serio vaya a pasar algo?
—No lo sé, pero escuche que el hotel esta lleno de agentes. Era bastante obvio que aparecerían, y es muy fácil identificar federales, siempre con esos impecables trajes negros.
Olivia pensó en el equipo de la CIA, y en cómo pasaban todos desapercibidos a la perfección. El entrenamiento por el que pasaban para ser espías era increíblemente infalible.
—De todas maneras, ¿crees que el despido de Morelli tenga que ver con algo? Digo, "jubilación" —preguntó Katy, haciendo comillas con sus dedos.
—¿Qué te hace pensar eso?
—Piénsalo, debe estar enojado con las personas que lo despedirán, y escuche que su reemplazo será Aitana Banner. Imagínate ser un hombre con tanto poder y que te reemplace una mujer, que tiene veinte años menos que tú.
Olivia se sorprendió ante la información nueva recibida. Jack, quien estaba escuchando todo gracias al micrófono que la pelirroja tenía escondido en su camiseta deportiva, anotó la información y Evan se encargó de investigar a Morelli y Banner.
La pelirroja se despidió de Miss Ohio y se acercó a una maquina escaladora, pero cuando iba a encenderla, un grito desgarrador se escuchó en todo el piso. Sienna y Olivia corrieron hacia donde creían haber escuchado a una mujer, con Mitch siguiéndolas.
Frente a la habitación 226 estaba Miss Georgia, con las manos en su boca y una mirada aterrorizada dirigida a algo dentro de la habitación. Los primeros en entrar fueron los agentes, y Mitch bloqueó la entrada antes de que Olivia siquiera pueda ver lo que había dentro.
—Será mejor que no veas esto. —declaró el mayor, pero la pelirroja pudo ver manchas de sangre en las paredes.
—¿Qué sucedió?
—Es Jess, ¡la asesinaron! —gritó la chica, abrazándose a un agente del FBI que había llegado a la escena.
Sienna salió de la habitación sin ser vista y desapareció para ir hacia el cuarto donde estaba Jack y Evan escuchando todo lo que sucedía.
—Mitch, vuelvan aquí, de inmediato. —dijo el agente por el audífono. El castaño alejó a Olivia de la escena del crimen, aun protegiéndola y sin dejarla ver el desastre que había dentro del cuarto.
Sin embargo, lo que logró ver la pelirroja, fue a una mujer rubia aplicarse gotas en los ojos antes de fundirse en la multitud, soltando gritos desgarradores.
Mitch entrenando es mi cosa favorita en el mundo... Los brazos.
Anyways, ¡seguí leyendo, hay un capitulo más!-McQueen.
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Miss CIA
FanfictionOlivia nunca se hubiera esperado que Irene Kennedy, directora del programa contra terroristas de la CIA, le pidiera ayuda en una misión. Y tampoco se hubiera esperado encontrar a alguien tan especial como Mitch Rapp. Dispuesta a una aventura junto...