Olivia nunca se hubiera esperado que Irene Kennedy, directora del programa contra terroristas de la CIA, le pidiera ayuda en una misión. Y tampoco se hubiera esperado encontrar a alguien tan especial como Mitch Rapp.
Dispuesta a una aventura junto...
Jack, estresado y cansado de haber estado interrogando, de maneras no muy morales, a Sienna durante toda la noche, se acostó en la cama junto a Dani, quien había logrado dormir un poco antes.
—Ya estamos aquí, ¿Cuál es el plan? —Evan fue el primero en ingresar a la habitación, con su molesta voz irritando a Jack.
—Esperamos.
—¿A quién? —preguntó Olivia.
—En silencio.
La pelirroja entendió y obedeció al ojeroso agente.
La puerta volvió a abrirse y Stan Hurley entró al cuarto, sorprendiendo un poco a Olivia, sabiendo que le habían mencionado que Stan no tendría contacto con ella a menos que la situación se agrave.
—Olivia, un gusto volver a verte. —saludó el entrenador a lo que la chica asintió con la cabeza.
—Igualmente, señor Hurley. ¿Necesitará que me retire?
—No por ahora. Hay un plan que armar y necesitaremos tu ayuda.
—¿Dónde será la pasarela?
—En el hotel Mirage, suelen llevarnos a todas juntas en varios autos, también nos acompañan miembros del staff.
—Esta bien, Dani y Blaine los quiero infiltrados en todo momento dentro del staff. Van a haber zonas en las que no podrán entrar, pero para eso tenemos a más agentes mujeres. Sería insensato dejar a Olivia sola con Sienna. Por su seguridad y la de ellas, será mejor que no sepan quienes son.
—¿O sea que dejaremos a Sienna salir al escenario? —preguntó Dani.
—Y todos nuestros ojos estarán sobre ella en todo momento. Quiero micrófonos, cámaras intervenidas, celulares, cualquier forma de comunicación digital primero pasará por nosotros. Sin margen de error.
—Irene ya puso un grupo entero en eso, están abajo.
La tensión y los nervios querían hacer a Olivia vomitar, desmayarse y no despertar hasta en tres meses.
—Evan y Jack, averigüen un modo de poder entrar al backstage y de fundirse a la perfección con la audiencia. Mitch, tendrás que estar limitado, ya te hiciste pasar por el guardaespaldas de Olivia, tendrás que mantener tu posición, pero lo que puedes hacer es estar con ella incluso dentro de los vestidores.
Una vez que todos estaban de acuerdo con sus posiciones y sabían a la perfección qué hacer, Hurley se retiró, con la excusa de darle una visita amistosa a Sienna.
...
Ya de vuelta en la comodidad de su propia habitación, Olivia comenzó a preparar su piel para el maquillaje natural que quería lograr. Tenía su traje de baño de dos piezas acomodado en la cama, junto al pareo que Rydel le había dado hace unas horas atrás.
Mitch no se había alejado de su lado y ahora estaba sentado en una esquina viendo su computadora. Evan tampoco había querido dejar a su prima, pero, sin embargo, Hurley lo solicitó en el lugar donde aún tenían retenida a la rubia.
—¿Qué haces? —preguntó la pelirroja.
—Estudio.
—¿Qué estudias?
—Rostros. Necesito poder reconocer si he visto a alguno de los Hijos de Ares antes. Esa es la quinta cosa que te pones en la cara.
Olivia se rio.
—Preparar la piel es fundamental, deberías intentarlo.
—Uso bloqueador solar porque me dijiste que voy a envejecer veinte años y adquirir cáncer si no lo usaba. ¿Ahora que te vas a inventar para que tenga toda una rutina de cuidado?
—Nada de lo que te dije es mentira, Mitch. Exagerado, pero no mentira.
El agente sonrió sin mostrar los dientes y se paró del pequeño sofá, dejando su computadora en la diminuta mesa de té a su lado. Camino hasta la pequeña pelirroja y giró su silla para admirarla de frente.
Se inclinó hacia ella, acunando su rostro con sus manos.
—Malditamente hermosa.
—Ni siquiera comencé a maquillarme.
—Lo sé.
Mitch dejó un pequeño beso sobre los labios de Olivia, románticamente. La pelirroja puso su mano sobre la muñeca del castaño cuando se separaron ligeramente, ambos sonriendo embobados.
—Pues si me lo esperaba, pero no significa que quiera verlo.
Ambos se sobresaltaron al escuchar una tercera voz en la puerta de la habitación. Voltearon a ver a Evan, quien tenía sangre seca en las manos y algunas manchas en su camiseta con el logo de alguna banda de los setenta.
—¿Qué te pasó? ¿Estás bien? —Olivia se paró de la silla asustada corriendo hacia a Evan para asegurarse de que estaba sano.
—Sienna atacó a uno de los agentes que estaba custodiándola. —Evan tomó una pausa— Decidió tragarse una bala antes que sigamos con la plática.
Mitch cerró los ojos frustrado, soltando un suspiro largo. Con Sienna muerta de un disparo no había un hilo del cual tirar hasta el final, estaban perdidos. Olivia se tapó la boca, sorprendida, completamente en shock y con lagrimas en los ojos sabiendo perfectamente lo que significaba, arriesgarse y subir al escenario a ciegas.
—Hey hey, no llores. —Evan se apresuró a abrazar a su pequeña prima, intentando reconfortarla en sus brazos. — No voy a dejarte sola y desprotegida ahí. Mitch tampoco.
El agente sintió la amenazante mirada de Evan sobre él, dejándole claro que tendrían una charla cuando Olivia no estuviera presente. Mitch no se dejó intimidar, o por lo menos no lo demostró.
—Ahora no podemos permitirnos perder más tiempo. —el rubio llegó a Olivia hasta su silla en frente del escritorio de nuevo y le secó las pocas lágrimas que se habían escapado de sus ojos. Le entregó una paleta de contornos y una brocha que era para rubor, esperando haber atinado bien, logrando sacarle una sonrisa a su prima quien sabía que eso estaba todo mal.
—Vamos Liv, tú puedes.
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RIP Sienna ¿Cómo estan bellezas? Sigan leyendo que les subo un capitulito extra. Ya estamos muy cerca del final :(
