CUIDA LOS SEGUNDOS (Aidan Gallagher y tu)

CAPITULO 44

Baje y camine hacia mi lugar favorito, a lo lejos pude ver a la Sra. Valtersen de espaldas. Al parecer me vio venir, justo cuando me detuve ella se dio la vuelta.

Por el color de sus ojos, supe que igual que yo se la ha pasado llorando, y como no.

—Julie me dijo que quería hablar conmigo —

—claro que si cariño, ven conmigo—

Me siento en la silla cerca del piano junto a ella. La sentía muy tranquila, solo que con la voz quebrada, sabía que en algún momento ella iba a romper en llanto, de nuevo.

—la razón por la que el...mu, no puedo decirlo— me mira a los ojos —pero sabes a lo que me refiero—

—se porque murió, su enfermedad—

—entonces lo único que no sabes es sobre Emma, Julie me contó que se aparecio—

—esto es duro tanto para usted cómo para mí, no tenemos que hablar de esto si no quiere—

—tienes derecho a saber. Hace varios meses Isak me contó a mi y a su padre que la había embarazado, el quería ser padre y estaba dispuesto a criar ese bebé, pero su carrera para nosotros era más importante, a los días tuvo unos dolores muy fuertes, malestares horribles, así que lo llevamos al hospital. Isak tenia cáncer en los pulmones, poco a poco se extendió en todo su cuerpo—

—pe...pero—

—cayo en depresión, no quiso hacerse cargo de Emma y el bebé porque sabía que tenía menos del año de vida, y no quería encariñarse con su bebé. Isak vino aquí porque el también estaba en depresión, no quería ver a mi hijo sufrir más. Después se conocieron.—

—debio decirme—

—sus razones tuvo, nunca tomó quimioterapias, eso le afectó más—

Yo a este punto estaba llorando a mares. 

—me pidió el anillo de compromiso de la familia, supuse que te lo daría a ti— 

En eso saca de su bolsillo una caja pequeña de terciopelo negro. La abre y dentro había un hermoso anillo de cristal.

—no puedo aceptarlo—

—igual iba a ser tuyo, se que estás embarazada mi niña, en algún momento tu se lo darás a tu bebé— 

Su mirada tenía esperanza, era lo único que le quedaba de su hijo, y era lo único que a mí me quedaba de Isak. Tome la caja y me puse el anillo.

—gracias Anastasia— 

La abrazo. 

(...)

Pasaron las horas y era el funeral de Isak, decidieron que sería aquí en la casa de mi tía Marce. Yo desde que llegué no lo había visto, dentro de mi quería hacerlo para despedirme, pero otra parte dentro de mi no quería. Cómo se supone que pueda despedirme sin querer decir adiós.

Me vestí y no quería arreglarme, ganas no tenía.

(Chaqueta y mochila fuera)

Me peine un poco el cabello y me quedaba mirándome al espejo, las ojeras estaban en su máxima expresión, mi cara estaba sin luz, seca. Obte por ponerme unas gafas para que no se notase tanto. Baje al primer piso y había muchas personas, familia más que nada.

Algo que no pensé que pasara, mi sorpresa fue ver pasar por la puerta a...Aidan, el mismísimo Aidan Gallagher estaba aquí. Venía directo a mi. 

—que tal bonita—

Me da un tierno abrazo, era todo lo que necesitaba.

—gracias por venir, se que...— Me interrumpe

—yo te quiero mucho, así que no me agradezcas, siempre voy a estar aquí—

—Isak decía lo mismo y...—

—Kennedy escúchame, una vez caíste en depresión por mi estúpida culpa y pudiste salir de eso, podrás también de esto—

—Aidan esto es diferente, no es lo mismo—

—eres demasiado valiente, y el sabía eso, no estará el en estos momentos, pero estoy yo y toda tu familia, amigos, y se que no es lo mismo, pero no estás sola—

—cuando paso lo de nosotros no estaba embarazada...—

—¿Lo estás?—

—estoy—

Me abraza fuertemente. Se que tampoco es fácil para el, pero agradezco tanto que esté conmigo en este momento tan delicado.

—te voy a apoyar en todo, te lo prometo—

—fui muy cruel contigo, como esque dices eso—

—yo te cause más dolor, estar aquí contigo es lo mínimo que puedo hacer—

—es solo que...nosé es raro—

—Kennedy yo te amo—

—Aidan no es el momento—

—lose, pero cuando amas de verdad no importa todo lo que haya pasado, yo siempre voy a estar para ti, porque de eso se trata, me tendrás a mí en todo lo que necesites, te ayudaré a cuidar a ese bebé si es necesario—

—pero no es tuyo—

—con el único motivo de ser tuyo, lo hace también especial para mi—

—encerio gracias—

(...)

Isak llegó en la caja, unos hombres lo trajeron, antes de que toda la gente se le acerca me permitieron a mi tiempo con el. Me acerque a su cuerpo...