CAPITULO 38

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Me sentía rota por segunda vez, me preguntó porque siempre que las cosas van bien, viene algo y arruina todo lo bueno que e construido, me siento mal conmigo misma, culpable, no se que hacer ni como afrontar todo lo que está pasando.

Luego de una hora logré calmarme y fui a la habitación, Isak estaba durmiendo, justo como lo había supuse, me acosté junto a el y lo primero que hizo fue abrazarme sin siquiera abrir los ojos, yo me sentía tan cansada así que a los segundos me quedé dormida. 

(...)

Desperté pues alguien me movía suavemente, abrí los ojos poco a poco y distinguí la silueta de Isak, al verme despierta me sonríe.

—el desayuno está listo amor—

—no tengo hambre—

Me pongo de lado, evitando que el sol toque mi rostro.

—anda, quedó delicioso el desayuno—

—esta bien, solo porque lo hiciste tu—

Con ayuda de Isak me levanto de la cama y ambos caminamos hacia el comedor, me siento y el me sirve el desayuno. Realmente hoy no tengo ganas, hace mucho no me sentía como hoy lo hago.

Picaba la comida, pues no tenía hambre, mi novio noto que algo estaba pasando, pues me conocía bien.

—oye—

Dejo de jugar con mi comida y lo miro.

—¿Que pasa?—

—se que anoche llegaste llorando y hoy ni siquiera has tocado tu comida, ¿Que está pasando?, ¿Paso algo en la fiesta?—

—no para nada—

—Kennedy, tu nunca lloras por la nada ni se te bajan los ánimos así de repente—

—es estrés—

—por supuesto que no—

—tal vez me voy a enfermar gravemente, y por eso estoy así...te prometo que no tengo nada—

—¿No me dirás Cierto?—

—estoy bien—

Termine de comer para que ya no hiciera más preguntas, no quería decirle lo que en verdad estaba pasando, tenemos mucha comunicación, pero, no se cómo vaya a tomar esto, es por eso que no quiero decirle, no ahora.

.

.

.

El resto del día nos la pasamos viendo películas y mi estado de ánimo subió un poco más, ya no me sentía tan mal, en la noche nos fuimos a dormir temprano...bueno más bien Isak se durmió temprano. Yo me desvele pidiéndole a Dios que alejara a Aidan de mi, no quiero recordar nada de lo que ambos pasamos hace tiempo, no quiero, solo deseo vivir mi vida como hasta ahora lo e echo, soy feliz así.

Es la sensación más fea mirar al cielo con lágrimas en los ojos, rogando y orando, es triste y solo los que han pasado por eso entenderán lo doloroso que es sentir que nadie te escucha.


CUIDA LOS SEGUNDOS (Aidan Gallagher y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora