CAPITULO 25

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|1 mes después|

Todo a empeorado para mí, me sigo sintiendo igual que hace un mes, en todo este tiempo no e salido de mi casa, ni siquiera al jardín para que me dé el sol, estuve una semana total sin salir de mi habitación. Mis amigos me apoyaron demasiado y me han venido a visitar, mi familia igual me apoya, pero sinceramente no me siento con ánimos de nada.

Sigo sin poder escribir mis canciones, ni siquiera tengo ganas de cantar, de un día para otro todo lo que me apasionaba me da igual, ahora. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no escuché que alguien tocaba mi puerta, a los segundos se abrió y ahí volví a la tierra.

—oye tienes que salir aunque sea a la sala— dice Sofía cuando entra —y no me digas que no, esto te esta afectando—

—no tengo ganas, dormiré un rato—

—duermes todo el día, es hora de salir—

—son las 9 de la noche, quiero dormir—

—no— me toma de la mano y me levanta de la cama —me ayudarás a hacer galletas, vamos será divertido—

—te ayudaré solo si dejas de molestar—

—lo prometo—

Salimos de mi habitación, bajamos las escaleras y caminamos hacia la cocina, me siento en la isla de la cocina, mientras que Sofía saca todos los ingredientes. Le digo como hacer la mezcla y ya cuando está lista los mete al horno. Yo por mientas comía algo de fruta.

—le preguntaré a mamá si quiere galletas, ya vuelvo— sube corriendo las escaleras

Seguía comiendo mi fruta picada, a los segundos mi padre entra a la cocina pero no le prestó atención, hasta que se acerca a mi.

—¿Sigues así por Aidan?— limpio mis lágrimas y lo miro finamente

—no es solo eso papá, son muchas cosas juntas— mi voz sonaba apagada —era demasiado para afrontar—

—pero hija, llevas un mes encerrada, no te hace bien—

—no tengo más que hacer papá—

—le pediste un descanso a Simon, pero te estás hundiendo en depresión, tienes que hacer algo de provecho—

—¿Cómo que?—

—hable con tu tía Marce, está encantada de resivirte en Noruega—

—¿Quieres que me vaya?—

—claro que no, quiero que estés bien— me da un sobre —este es el boleto, sale mañana  a las 10am, si quieres ir aquí está, pero si no, haremos que la casa sea tu mejor guarida, solo quiero que tengas aires diferentes—

—suena divertido—

—vive cerca de un lago, te servirá para encontrarte a ti misma, sirve y conoces gente nueva, ves nuevos rostros—

—gracias papá— lo abrazo —gracias por siempre estar—

—eres mi princesa, quiero que estés de lo mejor— 

|Al día siguiente|

Anoche hice mis maletas, llegué a la conclusión que era buena idea irme para Noruega, convivir con mi tía, que tiene mucho que no la veo. Me aliste temprano, me duche y bañé, al salir del baño me puse esto.

Maquillaje poco, tampoco quiero parecer que estoy demacrada, para finalizar solo me peine

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Maquillaje poco, tampoco quiero parecer que estoy demacrada, para finalizar solo me peine. Con mucho cuidado baje las maletas de mi habitación hasta el primer piso, las dejé justo a lado de las escaleras. Caminé hacia la cocina y mi familia ya estaba desayunado.

—buenos días— me siento y sonrió —¿Cómo amaneció la mejor familia de todas?—

—buenos días cariño— contestan mis padres

—¿Que te pico?— pregunta Sofía —donde dejaste a Kennedy—

—como dijo papá— lo volteo a ver —no puedo pasarme todo el día encerrada en mi habitación, necesito salir, es por eso que me voy a Noruega—

—¡¿Que?!, ¿Te vas sin mi?— 

—me alegra que hayas tomado esa desilusion— mi padre toma mi mano 

—te encantará, cada que voy nunca deja de sorprenderme—  me contesta mi madre 

—ojala te diviertas mucho— me abraza —¿Cuánto te quedarás?—

—no tengo ni idea, ¿Porque?—

—se acerca tu cumpleaños número 18—

—ah claro—

Me traen mi desayuno y comienzo a comerlo como de costumbre. Al terminar, subí a lavarme los dientes, volví a bajar al primer piso. Mi familia ya estaba lista para dejarme en el aeropuerto.

Una hora después llegamos, faltaban 10 minutos para que saliera mi vuelo, solo estaba esperando que por la bocina lo anunciarán, me quedé esperando mientras estaba sentada. Todo iba bien, veía las fotos con mis amigos cada que salíamos, me siento mal de no a verme despedido. Pasaron unos segundos y alguien se para justo enfrente de mi, haciendo que la luz que me daba se fuera, mire hacia arriba.

—¡¿Acaso pensabas irte sin despedirte de nosotros?!, Eres una pesima mejor amiga— la abrazo

—mi Lizzy, estás aquí, ¿Cómo?— 

—Sofía nos dijo que te ibas hoy—

—¿Les dijo?— pregunto sin entender

—si, a todos los chicos— 

Mire detrás de ella y estaban todos mis amigos, corrí hacia ellos y nos dimos un abrazo grupal, no sabía que vendrían.

—gracias por venir— les sonrió a todos

—nuestra pequeña Daccarett se marcha— Erick me vuelve a abrazar

—por fin, sabes cuánto tiempo espere este momento—

—¡Oye!— respondo ofendida y golpeó a Diego 

—ay bueno no— nos reímos

—te vamos a extrañar mucho Kennedy— me abraza Maya 

—sin duda, eres una increíble amiga— hace mi mismo Timothée —mi chica bonita se irá por mucho tiempo— se limpia una lágrima falsa —mucho que superar—

—volvere lo prometo, gracias por venir encerio, nunca olvidaré que estuvieron para mí cuando más los necesitaba—

—¿Te olvidas de mi?— miro detrás mío 

—¡Lucas!— corro a abrazarlo —mi mejor amigo—

—¿Ya me cambiaste?— pregunta Diego —nunca confíen en Kennedy, con amigos así para que enemigos— todos reímos 

—los quiero a los dos—

—te voy a extrañar demasiado, increíblemente demasiado— me aprieta más

Con Lucas la amistad creció, aprendí a quererlo y respetarlo, se volvió me mejor amigo y la verdad no me arrepiento de aceptarlo en mi vida, lo quiero demasiado.

—te extrañare chinos— muevo un poco su pelo —extrañare hacer eso también— reímos

—y yo extrañare molestarte, me ofende no haber sido quien te convenció de salir de tu casa está vez— 

—que te puedo decir, mi familia tiene la culpa— lo abrazo una vez más 

—Kennedy, tu vuelo está por salir, tienes que ir a puerta— interrumpe mi madre 

—claro— contesto 

—Lucas, esas manos jovencito—

—si señor— todos volvemos a reír

Por último doy mi abrazo grupal nuevamente y solo me despido desde lejos con la mano, luego sigo caminando con mis maletas para subir al avión...


CUIDA LOS SEGUNDOS (Aidan Gallagher y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora