CAPITULO 26

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Subí al avión y me senté de lado de la ventana. Este será un vuelo demasiado largo, como de 10-14 horas, la verdad no sé cuánto es exactamente. Me puse a ver por la ventana mientras el avión despegaba, faltaban pasajeros para que nos pudiéramos ir, me puse mis audífonos y cerré mis ojos para descansar.

Sentí como alguien se sentaba a mi lado, así que fui abriendo los ojos poco a poco nadamas para ver quién era, pues tengo que saber con quién estaré sentada por horas. Abrí los ojos por completo y era un chavo, guapo.

—hola, soy Kennedy Daccarett— le hablo en inglés y no me responde —diablos, tal vez no hablas inglés—

Me pongo a pensar como se habla en Noruega, hace mucho no práctico el sueco.

hola soy Kennedy Daccarett— le hablo en Sueco 

—te entendí perfectamente en inglés— se ríe —soy Isak Valtersen— me da la mano —se ve que no eres de Noruega, pero hablas muy bien el sueco—

—realmente no, lo estudie de niña pero e olvidado como se pronuncia—

—te puedo ayudar a recordar, si no te molesta— 

—seria increíble, espero y a dónde vayamos sea cerca para verte...osea para que me ayudes y eso— me pongo nerviosa 

—yo también espero eso—

Estuvimos platicando de películas y cosas así durante todo el vuelo, fue genial, este chico me cayó de lo mejor, creo que podríamos ser buenos amigos

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Estuvimos platicando de películas y cosas así durante todo el vuelo, fue genial, este chico me cayó de lo mejor, creo que podríamos ser buenos amigos.

Después de horas de vuelo al fin llegamos, Isak muy lindo me ayudó a bajar mis maletas, las cuales estaban muy pesadas ahora que lo pienso, ambos salimos juntos del avión, según mi padre alguien me vendría a buscar. Salí del aeropuerto y veo a un hombre, con un letrero que decía mi nombre "Kennedy Daccarett e Isak Valtersen", pero que carajos.

—al parecer estaremos donde mismo— me espanta por detrás

—¿Conoces a mi tía Marce?— pregunto aún sin entender

—claro, tiene una pequeña academia que te enseña a encontrarte, es genial—

—vaya no sabía, creí que vivía sola—

—pues no, vamos—

Nos acercamos a el señor y le dijimos que éramos a quienes venía a buscar, nos llevo hacía una camioneta, subimos nuestras maletas y después nos subimos nosotros, el señor manejo hacia las afueras de la ciudad Tromso, al parecer a mi tía no me gusta vivir en la ciudad, se entiende, es más relajante vivir en las afueras. Llegamos a la casa y wow, era hermosa.Me puedo a acostumbrar a estar aquí sin duda, me baje de la camioneta al igual que Isak e íbamos por nuestras maletas.

Me puedo a acostumbrar a estar aquí sin duda, me baje de la camioneta al igual que Isak e íbamos por nuestras maletas

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CUIDA LOS SEGUNDOS (Aidan Gallagher y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora