-Capítulo 15:

94 6 1
                                    

¿Huele a peligro? ¿En serio? ¿Acaso eso puede declararse como algo... coherente? ¿Acaso el peligro tiene olor? Y son estos momentos los que me recuerdan que me relaciono con un deficiente mental, de hecho no sé ni cómo llamarlo, loco no, paciente de psiquiátrico es muy largo, demente suena como a insulto, perturbado igual... a veces me cuestiono si merece estar o no en un manicomio pero estas acciones son las que lo dejan todo claro.

-No des un paso más. -Me ignora y sigue caminando, diviso su coche a lo lejos y decido no seguirle más- Para. ¡No des un paso más! -En cuanto doy ese grito se detiene y me da una mirada de fastidio, debo tener unas pintas ridículas con este abrigo tan largo pero después de todo, es Harry el que me está mirando- Devuélveme mi maleta, ya.

-Resopla- No.

-Nia no es ninguna amenaza, sólo son los fantasmas que crea tu mente. Te diré una cosa, los fantasmas son imposibles de cazar, abre los ojos e intenta razonar conmigo.

-Claro... estoy loco. -Habla con sarcasmo-

-Yo nunca he dicho eso.

-Lo piensas. -Se encoge de hombros pareciendo casual pero sé que le afecta más de lo que quiere hacer parecer-

-No pienso eso, sólo pienso que tu cerebro no funciona como los del resto y eso no significa que sea algo malo. Nunca diría o haría algo que fuera a dañarte, lo sabes, ¿cierto? -Me acerco a él y le hablo con una voz serena, trucos de psicología- Ahora dame mi maleta, te devuelvo el abrigo, nos vamos cada uno por nuestro lado y todo estará bien.

-No entiendes... -Niega con la cabeza-

-¿El qué no entiendo? Igual si me lo explicaras lo haría.

-Ni hablar.

-Entonces no pretendas que sepa de lo que hablas, dame la maleta. -Me cruzo de brazos-

-No. -Acompaña la palabra con un gruñido, esa voz rota y grave que estoy acostumbrada a escuchar suena ronca esta vez, y por su cara sé que se está empezando a hartar-

-Y ¿qué pretendes? ¿Llevarme contigo haciéndome fugitiva también e ir de lugar en lugar haciendo que pierda mi vida... por ti? ¿Porque dices querer protegerme cuando ni siquiera te dignas a explicarme de qué o quién me estás protegiendo? ¿Pretendes que me deje llevar por lo desconocido? Se nota que no me conoces. -Ups... he elegido un mal momento para sacar mi lado borde pero siempre que lo hago soy completamente honesta, y esta es la verdad, lo que pienso-

No contesta, se limita a apretar su mandíbula guardándose las palabras que quiere decir y se ve dolido, lo veo en sus ojos, pero estos se vuelven fríos en unos segundos y oficialmente vuelve a mostrarse como le conocí. Puedo engañarme y decir que no me importa pero sería una mentira más para mi lista, no quiero que vuelva a estar callado, no quiero que vuelva a desconfiar de mí, no quiero que se aleje de mi lado... y no sé por qué.

-Hace una mueca, estoy segura de que sería una sonrisa sarcástica de no ser porque él nunca sonríe- Tienes razón, por mí como si te matan esta noche mientras duermes.

Suelta la maleta en la nieve y comienza a encaminarse a su coche, esta vez no estoy incluida en el viaje y siento una extraña culpabilidad, sé que le he herido sus sentimientos, eso me hace ser una hipócrita porque le acabo de decir que no quiero dañarle de ninguna manera pero eso es lo que hago... No me refiero a dañar a la gente sino a alejarla, él parece muy implicado conmigo para apenas conocerme y ya tiene bastantes problemas encima como para que yo sea una molestia más. En el fondo sé que eso sólo es una estúpida excusa para no afrontar la realidad, soy buena excusando y más si la realidad es la que es. No debería pero él no puede irse así, las palabras que me ha dicho duelen más de lo que quiero admitir y simplemente no puede irse sin más pero yo bato el récord de los idiotas orgullosos y en vez de decirle lo que le tengo que decir pongo, cómo no, otra excusa más.

Hasta morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora