Después de lo que me pasó con el tema de mi ropa soy oficialmente la pringada de la universidad, ya no sólo tengo que aguantar a los de mi clase, ahora es a todos los estudiantes. Estaba harta de comentarios tipo:"¿Hoy llevas el sujetador de gatitos o el de la abuela? ¿Mañana llevarás los calcetines del cerdo?" Bueno, eso junto con comentarios burlescos y algunos hirientes sobre mi estilo, debería cambiar de ropa, más que nada porque no aguantaría todo el curso así. Esto es a lo que se llama empezar el curso con mal pie, más bien mal a secas, o puede que fatal, o algún sinónimo. El problema era que no tenía dinero, me dieron una beca para estar aquí-Milagrosamente, aún no sé cómo lo conseguí- y mi madre enviaba lo justo para poder terminar de pagar la plaza. Esta tarde saldría a buscar trabajo.
Y otra cosa era Harry, el domingo por la mañana fui a visitarle de nuevo y nada, no podía ser impaciente con esto y lo sabía, pero no conseguía evitar sentirme frustrada, ¿a dónde llegaría con esto?
-¡Alix! -Escuché a alguien llamarme, pero esta vez no parecía el típico que se quería burlar de mí y me giré-
-Ben. -Sonreí levemente como saludo, él era el único que se dignaba a hablarme decentemente desde la jugarreta que me hicieron, eso sí, no hemos vuelto a salir desde la última vez-
-¿Te molestaría que te invitase al 'Baile De Invierno'?
-Para eso queda mucho aún, ni siquiera es Octubre.
-Pero casi. -Respondió con una sonrisa amable-
-¿Estás seguro de esto? Soy la ridiculizada de aquí y quién sabe qué será de mí para Diciembre, puede que a ti también te hagan bromas pesadas. -Advertí, más que por su bien porque no estaba muy segura de si ir con él a ese baile era lo más adecuado-
-No creo que se atrevan a meterse conmigo, de hecho, no creo que te hagan nada si estás a mi lado. -Su tono fue uno confiado-
-Sí claro, y pretendes ser algo así como mi guardaespaldas durante todo el curso. -Hablé con sarcasmo-
-¿Por qué no?
-Porque eso sería algo raro...
-No tiene por qué serlo, somos amigos, ¿no?
-Eh... Pues... Supongo que sí... -Todavía no terminaba de confiar en él, pero parecía tener buenas intenciones así que está bien-
-Pues ya está, los amigos se defienden entre ellos, se protegen, no hay nada de raro.
-Ya, pero no sé... ¿Vas a estar todo el día detrás mío?
-No eres mala compañía. -Sonrió de lado-
-Bueno, vale, iré contigo al dichoso baile. -Desistí, este chico era algo irritante a veces-
-¿Adónde vas?-Me preguntó siguiéndome por el pasillo-
-A clase, ¿a dónde si no?
-No sé, bueno, luego te veo en el descanso.
Y tal como vino, se fue, qué chico más raro, estoy empezando a pensar que le gusto y no sabe cómo decírmelo, en ese caso, tendría que actuar rápido porque no quería que interpretase las cosas mal, o que hiciese esta cosa rara del guardaespaldas por intentar conquistarme, y en cuanto le expresase mi desinterés se iría y entonces, adiós a mi único amigo.
(...)
Mis pies me duelen, he estado todo el día caminando por el centro en busca de trabajo y apenas he comido, para colmo no tengo dinero para comprarme nada y en las entrevistas siempre me decían la misma excusa de que era una estudiante, que aún era muy joven e inexperta, y que ya será el momento de trabajar, que me tenía que formar más. ¿Para eso estaba yo estudiando medicina y la carrera de psicología? ¿Para que luego vengan unos mamarrachos a decirme que porque no tengo experiencia no tengo derecho a una oportunidad para trabajar? Si es así, que no se quejen luego si hubiese mucho paro.
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Hasta morir.
FanfictionTodo el odio que guardaba desde años atrás, la rabia retenida en cada músculo de su cuerpo, la tristeza reflejada en sus ojos, el dolor que se podía notar en sus palabras, por su sangre corría el verdadero significado del sufrimiento. Una persona ta...