-Capítulo 7:

84 5 1
                                    

Entro en esa habitación como cada fin de semana y todo está igual, la ventana cerrada y con las cortinas corridas, cada cosa en el mismo sitio donde se encontraban la última vez y él sentado en el borde de ese viejo colchón, con sus codos apoyados en sus rodillas y las manos sueltas entre sus piernas, su mirada siempre fija en el suelo. Sinceramente no parece que hace unas horas haya tenido una crisis, está todo demasiado tranquilo y ordenado, mucho silencio, aunque eso es normal aquí dentro. Sigue sin moverse cuando sabe que estoy aquí y hace que me plantee si irme o quedarme, no pienso seguir hablando sola, he venido aquí por él y que el pasase de mí de nuevo sería demasiado humillante, pero decido no anticiparme y quedarme.

Cojo la vieja silla de madera y me pongo en frente suya como siempre y, de nuevo, él vagamente pasa su mirada por mí para luego acabar donde siempre, en el suelo. Suspiro algo desesperanzada y cojo mi libreta y mi bolígrafo aun sabiendo que no obtendré nada de él, pero seguiré intentándolo a pesar de todo. Ni siquiera me he dado cuenta de que he traído la libreta para apuntar, será el conjunto de la costumbre y los nervios que aún me acompañan pero bueno, tampoco es de importancia, mejor así, es una situación más habitual para él que el que hubiera venido sin ella.

Al menos me ha mirado, quiero decir, siempre hecha un pequeño vistazo de reojo pero ahora me ha mirado, siente interés por mí, como la primera vez que vine y no nos conocíamos de nada. Creo que sé lo que va a venir a continuación y tengo un dejà vu, no quiero que me ignore de nuevo pero debo actuar con normalidad a pesar de que lo haga, no voy a cambiar mi patrón, voy a seguir como si no hubiera pasado nada.

Primero saludaré, como cada día que tuve sesiones con él.

-¿Cómo te sientes hoy?-Pregunto nuevamente con una sonrisa en mi cara sin esperar respuesta alguna, por eso mis ojos se abrieron como platos al escuchar su voz-

-Como la mierda que soy. -Contesta sin pestañear, sin hacer ningún movimiento. Tan sólo habló-

Su voz suena rasposa al no haber dicho algo en años, pero eso no es lo que me lleva a taparme la boca de la impresión, no es el por qué mis ojos se acaban de cristalizar, son todos esos sentimientos juntos en unas pocas palabras. Algo peor que la tristeza inundan sus cuerdas vocales, algo peor que el suplicio es lo que su cuerpo irradia, cada sonido y letra bañados en algo horriblemente indescriptible, realmente lo que me ha dejado tan mal ha sido su expresión rota al hablar.

No lo puedo creer, en serio, esto es... extraño. Está bien, esto es lo que llevo esperando desde que me presenté, pero ahora se siente tan irreal, quiero decir, realmente pensaba que nunca me hablaría. Y lo peor de todo, no esperaba que me hablase así, quiero decir, que su voz sonase de esa manera, es normal que suene rasposa o descuidada porque no ha hablado por años pero... noto en seguida que no está cómodo comunicándose, no sé por qué y creo que no me gustaría saber la respuesta a esa pregunta.

Le miro no con pena o compasión, esa fue mi primera reacción cuando escuché lo que dijo y fue una errónea, no volverá a pasar. No creo que lo que necesite este hombre sea la lástima de la gente, creo que necesita ayuda de verdad, aunque no la quiera. Le observo sin dejar ver ninguna emoción, estudiando su siguiente movimiento, se le ve incómodo con esto, no sólo por mi atención plena sobre él o porque haya tenido que hablar sino la situación en sí, está en una conversación con alguien y apunto en seguida en mi libreta:

Completamente antisocial.

Pienso en seguida en cada posible cosa que le haya podido pasar y que le haya dejado un trauma tan grande que no quiera relacionarse con nadie, puede que le pegaran de pequeño, o que sufriera del tan famoso y actual bullying sólo que en una versión el triple de horrible, tal vez una muerte temprana de sus padres desencadenó esto o que presenciase un acto violento contra alguien cercano, le han podido pasar tantas cosas...

Observo su postura vulnerable de ahora, de incomodidad y algo de temor por lo que pueda ocurrir a continuación y sé que no se merece nada de lo que le está pasando, que el que le haya o los que le hayan hecho esto deben ser gente bastante cruel, porque esta persona está sumida en un completo ciclo de sufrimiento, nunca tiene descanso y debe ser agotador estar en guardia las veinticuatro horas del día. Sé que debería aprovechar ahora que he logrado que hable conseguir toda la información que pueda sobre él, pero no sería ético hacerlo porque él lo está haciendo por obligación y yo quiero que esté cómodo, así que digo la primera cosa racional que realmente pensé detrás de todo lo demás cuando escuché lo que dijo.

-No creo que seas una mierda, y no creo que merezcas sentirte como tal. -Puede que haya tomado demasiada confianza con él, pero tengo una gran bocota-

Para mi sorpresa levanta la cabeza y me mira, lo hace con esos ojos claros que dejan ver claramente su dolor, me estudia de arriba abajo y en realidad no se detiene en ningún sitio en concreto, tan sólo se molesta en mirarme de verdad, no esas miradas soslayas que da siempre. Mis ojos se encuentran con los suyos y sé desde este momento que debo ayudarlo, que quiero hacerlo porque... porque me lo está pidiendo a gritos, y no hace falta que lo diga con palabras porque sus ojos y expresión lo dicen todo, no todos se comunican de la misma manera y tengo que aprender su forma de hacerlo, porque las palabras no lo son todo.

No puedo rechazar su petición.

-No estás cómodo hablando. -Afirmo, y como él no hizo nada lo tomo como que tengo razón, eso sí, no aparta sus ojos de mí- Sólo quiero que asientas o niegues a la pregunta que te voy a hacer... -Me mira con expectación y sé que espera a que formule la pregunta- ¿Quieres que me vaya?

En cuanto me escucha niega brevemente y no puedo evitar la pequeña sonrisa que aparece en mis labios.

-¿Estás a gusto conmigo? Siento si alguna vez he dicho algo que te ha ofendido o... -Me interrumpe poniendo la mano indicando que pare y negando con la cabeza, sonrío más abiertamente- Vale... ¿No te gustó que no viniera esta semana?-Niega con la cabeza de nuevo, ahora me pongo algo más seria- ¿Por qué? Sé que no te gusta hablar pero...

Paro hablarle en cuanto baja la mirada y comprendo que no va a hablar más, mi mirada cae con la suya y no puedo evitar suspirar, al menos he tenido una buena noticia en esta semana llena de infortunios.

-Supongo que te veo la próxima semana, pediré que me den tu caso de nuevo.

Me levanto y coloco la silla en su sitio, de nuevo la situación familiar aparece y ni siquiera me molesto en mirarle ni en poner otro tono diferente del monótono para hablarle porque sé que esto vuelve ser como al principio. Pero no puedo quedarme callada.

-Quiero que sepas que no me quedo porque me hayas hablado, me quedo porque necesitas ayuda y yo quiero dártela, ambos sabemos que la necesitas y de alguna forma tú quieres que yo sea la que te la de. -Sueno firme, tal y como quería-

Le echo un último vistazo a su figura y está con su postura habitual, quiero que me mire otra vez para ver sus perfectos ojos de nuevo y me regaño internamente, no debería pensar así de un paciente.

(...)

Pedí a Bianca que me devolviera el caso y me lo negó diciendo que no podía pedir cambios de pacientes como si fueran caramelos, que eran personas a las que les afectaban mucho los cambios y que tenía que quedarme con Irina de ahora en adelante. De repente se ha vuelto distante conmigo, ¿tanto le habrá afectado lo que le ocurrió a Harry? Cada persona es un mundo pero estoy segura de que si no fuera una alumna de la universidad me trataría de forma grosera. Un nuevo problema se suma a la lista, no tengo forma de ver a Harry y le dije que iría a verle la próxima semana, cosa que ya advertí a Bianca pero ella dijo que se encargaría de eso pero no quiero que vuelva a tener otra crisis o algo parecido. No sé por qué me preocupo tanto por esto si mi vida está llena de problemas sin resolver, debo volver a probar suerte con lo de encontrar un trabajo porque esta situación en la que estoy se está volviendo insostenible, me agobio, mucho. Me encuentro desde hace rato pensando en todo esto, bajo las sábanas, dando vueltas en la cama sin encontrar el sueño teniendo mañana que madrugar para ir a clases. El insomnio acude a mí a veces y lo odio, pero esta vez estoy demasiado ocupada recordando una y otra vez mi última sesión con Harry, su voz, sus ojos mirándome... e intentando encontrar la respuesta a la pregunta que se repetía una y otra vez en mi cabeza:

¿Qué le ha pasado a este hombre para que esté tan destruido?

✒️✒️✒️

N/A: FELIZ AÑO NUEVO MIS LECTORES!! Aquí os dejo el último capítulo del 2014, espero que os haya gustado y sobre todo, gracias por leer :)

Hasta morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora