CORAZÓN CONTRA TODO - (Luciale)

CAPITULO 3

A la hora de la cena vió como Lucía se volvía a sentar con Benjamín alegremente, no permitirá que se quede con Lucía, la quería para ella. Aún no sabía bien de donde salió aquel pensamiento, pero era así, quería que Lucía fuera solo para ella y no la quería cerca de Benjamín.

Vió a Tania en otra mesa con otro chico hablando, al menos ella parecía entender bien que solo había sido sexo sin tener que decírselo. Seguía comiendo. Alex no aguantó más y caminó hasta la mesa.

- Oye gran lector de la biblia- se mofó acercándose al chico.

- Dime, Rivera - Benjamín la miró con molestia.

- Sin tanto lees la biblia dime ¿Cuál es tu capítulo favorito?

Los ojos de Benjamín se abrieron y parecía algo nervioso ante la sorpresiva pregunta.

- Pues Mateo 13.

- ¿13 que, qué versículo?

- Eh pues claro Mateo 13- 22- dijo esperando que todo estuviera bien. Lucía lo miró algo sorprendida ella se sabía la biblia y sabía que eso estaba raro.

- Osea, Benjamín, tu versículo favorito es "En cuanto al que se sembró entre los espinos, este es el que oye la palabra, pero la inquietud de este sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas ahogan la palabra, y él se hace infructífero."

- Ya, Rivera y si tú sabes tanto dime ¿Cuál es el tuyo? - mencionó claramente molesto.

- Bueno en este momento diré así "Porque tales hombres son apóstoles falsos, obreros engañosos, que se transforman en apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz" Corintios 11- 13,14- miró a Lucía - y esto te lo digo a ti, no te dejes engañar por este apóstol de Cristo falso, vestido de ángel de luz, que realmente es Satán. - y sin más salió de allí con una sonrisa victoriosa.

(...)

Eran cerca de las 7:00 pm cuando llegó Lucía al cuarto, Alex salía con una toalla en la cabeza.

- ¿Cómo sabes de la biblia?

- Una vez la leí por distracción y me la memoricé.

- Es increíble.

- Eso no significa que crea en Dios. Pero Dios no dijo no jugaos o serán jugaos.

- Si- contestó simplemente.

- Entonces, ¿cómo me juzgas? - se podía notar la molestia en su voz.

- Tienes razón perdón, Alex, tienes derecho a hacer tu vida. - dijo claramente arrepentida por su comportamiento.

- Así como tú la tuya- continuó Alex.

- La mía, seguro- dijo con una triste sonrisa.

Alex se acercó a su rostro lentamente. Lucía se asustó y retrocedió.

- No te haré nada. - Se volvió acercar, miró los ojos de Lucía tras lo lentes y los sacó lentamente. Se perdió tras los ojos de ella y Lucía en los verdes de Alex, fue una eternidad que les pareció un instante a las chicas.
- Realmente te ves hermosa, Lucía. Eres un bello ángel de Dios- dijo perdida aún en Lucía.

- Gracias- susurró tímidamente con sus mejillas enrojecidas.

- No te los pongas- evitó que Lucía tomara los lentes de su mano- eres mucho más hermosa sin ellos.

- Seguro se lo dices a todas- contestó indiferente.

- Tal vez, pero contigo lo digo de corazón, no lo uses.