CORAZÓN CONTRA TODO - (Luciale)

CAPITULO 4

La tarde pasó mucho más rápida que la mañana y cuando se dieron cuenta ya estaban en sus habitaciones listas para dormir o al menos Alex porque Lucía no sabía qué hacer, misteriosamente su única ropa que le sobraba había aparecido con manchas de pintura roja.

- Si quieres te presto- dijo Alex.

- No... yo...

- ¿Dormirás desnuda? - sonrió maliciosamente.

- Ya quisieras- Lucía se dió cuenta de lo que había dicho y se arrepintió. Pasar tanto tiempo con Alex, le hacía daño a su forma de ser.

- Toma- alex había sacado un short y una blusa -podrás dormir con esto.

- ¿No tienes nada más cubierto?

- No, lo siento. Pero algo es algo, hasta mañana comprar otras cosas.

- Bueno- Lucía sabía que no podría comprar nada, ella no tenía dinero para eso.

Uno diez minutos después lucia bajó cambiada, el short de Alex le quedaba demasiado corto y pegado al igual que la camisilla denotando mejor los senos y su trasero. La visión casi mataba a Alex del corazón, fue tan rápido el impulso de sangre que le bajó a ese lugar que hasta le dolió. Se sentó en la cama y se tapó con una almohada. Podía ver mejor que nunca las piernas de Lucía, sus brazos y esos senos que se dibujan tan bien sobre esa camisilla. Si moría ahora, moriría feliz.

- Alex, Aleeeeeex- Lucía pasaba su mano frente al rostro de la ojiverde- Gracias, pero en serio ¿no hay nada más largo? - Alex sacudió la cabeza saliendo de su letargo mental.

- No, pero te ves bien en serio- Lucía suspiró y se tapó con las sabanas de cama.

- Tal vez tenga algo en mi armario- caminó para buscar entre su ropa normal de calle.

Pero cuando Lucía abrió su ropero fue aún más grande su sorpresa, toda su ropa había sido dañada alguna con pintura otra cortada, algunas otras parecían quemadas. No le quedaba nada. Alex se asombró, ella no había sido, ella solo deseaba dañar su ropa de cama para verla dormir un poco más sexy, pero nada más. Eso había sido algo personal. Alex se levantó y observó la ropa y una carta cayó "aquí no queremos becados".

- Lucía... yo lo siento, no tenía idea que habían hecho eso- Miró a Lucía que tenía los ojos llenos de lágrimas- No, no llores, Lucía.

- ¿Cómo me pueden hacer esto?

- Son unos idiotas, ya después tendrás más.

- No, no, Alex.

- ¿Por qué?

- Yo no puedo darme estos gastos.

Alex por impulso abrazó a Lucía que aún sollozaba y se daba cuenta de lo cruel que realmente podía ser en el colegio, dañar así la ropa de otro alumno. Había oído de eso por años, pero nunca le importó, jamás le había tocado tan de cerca como en esta ocasión.

- ¿Sabes qué? lo resolveré. - tomó toda la ropa de Lucía y salió de la habitación con dirección a la oficina del director.

- ¿Cómo puedes entrar así a mi oficina? - dijo el director a ver Alex como estaba vestida aún con el bóxer y la camisilla.

- ¿Cómo es esto posible?- Tiró la ropa de Lucía en su escritorio.

- ¿Qué es esto? - dijo viendo las prendas.

- Así apareció toda la ropa de Lucía, con esta nota.

- ¿Lucía? - preguntó desconcertado.