CORAZÓN CONTRA TODO - (Luciale)

CAPITULO 9

- Bueno, cariño, sé que no es una gran cena de navidad, pero se acerca- dijo Alex abriendo una gran pizza de pepperoni- y encontré champagne.

- No bebo bebidas alcohólicas.

- No tiene mucho. No te preocupes, no abusaré de ti- dijo guiñándole un ojo.

- No hagas esos chistes, amor.

- Ya, sabes creo que este cuarto requiere una reorganización- dijo dando una mirada a la habitación.

- ¿Una reorganización?

- Si, espera aquí.

La planta baja de la habitación tenía un extremo junto a las ventanas y una área acojinada en la ventana para leer, un armario que era el de Lucía. Al otro extremo estaban los dos escritorios para estudiar de las chicas. Las camas estaba frente una de la otra. Alex comenzó a halar todas las cosas hasta donde estaba el armario. Haló las mesitas de noche que estaba al lado de la cama, los escritorios y todo a su camino. Luego comenzó a mover las camas, todo bajo la mira atenta de la morena. Unió las camas donde antes estaban los escritorios. Puso los escritorios donde antes estaban las camas. Ahora en vez de haber dos camas individuales había una.

- Creo que eso muy conveniente para ti, Rivera - caminó a la cama y puso la pizza sobre ella.

- Creo que es más cómodo.

- Claro, seguro para lo que tu cabecita máquina.

- Solo esta maquinando de qué forma acabar más rápido con esta rica pizza.

Las chicas se pusieron a comer la pizza y tratar de olvidar el problema en la casa de los León Rivera. Pero las chicas entre comer pizza, las bromas de Alex y uno que otros mimos entre ellas.

(...)

Los León Rivera aún no podía concebir una buena noche buena o al menos no Remedios.

Emiliano estaba sentado en el salón de la familia con un vaso de whisky, un puro y mirando la fogata un tanto callado escuchando a su mujer que caminaba de un lado a otro maldiciendo.

- Esto no puede ser, Emiliano, nuestra hija no puede terminar con esa escoria de mujer.

- Te repito, Remedios, tu men....

- Que te calles, Emiliano, ese tema no se toca y tenemos que resolver eso.... a lo mejor sea solo un capricho de Alejandra, la chica es linda, luego se dará cuenta que solo fue una más y tal vez consiga una chica linda de la misma posición que ella.

- No lo creo, si Alejandra la hizo su novia es porque la ama y los León solo aman una vez y a esa hacen su novia y esposa.

- Por Dios, Emiliano, Alejandra no puede estar enamorada.

- Estoy seguro que si, Reme, y eso es para siempre.

- Puede que nuestra hija sí, pero esa niña seguro es una oportunista.

- Remedios... por favor.

- Nada, mañana irás a la escuela y le darás un ultimátum a tu hija.

- No creo...

- O nos divorciados, Emiliano.

Si bien los hombres León. Eran listos, ricos, los mejores maridos que podían existir y jamás eran infieles siempre aman hasta la muerte, lo malo es que se podían volverse títeres de sus mujeres y perder la voluntad. Emiliano suspiró profundamente y finalmente dijo.

-Está bien mañana iré y le diré a Alex.

(...)

Después de tanto juego y la champagne que trajo Alex las chicas cayeron rendidas en los brazos de Morfeo, pero aún más que eso entre sus brazos, era la primera vez que realmente dormían una en los brazos de la otra, sintiendo su calor y la protección que se podían brindar juntas.