CAPITULO 18

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Maratón 3/3

Alex salió más que feliz, jamás dudaba de su amor, pero tenía miedo y eso era más que suficiente. Salió a las 5:00 pm como siempre de su trabajo. Lucía por su parte había pasado toda la tarde molesta con la ojiverde, no era idiota, ella y la doctora se habían visto otras veces y ella quería engañarla haciendo una escena de que jamás se habían visto, no era tonta. Resopló mientras cambiaba el pañal de su hija y la vestía con una pijama completa con lunas violetas.

- Amor, llegué- escuchó el grito normal de su esposa y hasta ella se sorprendió cuando su hija no hizo ruido alguno- ¿Amor?

- Estoy en el cuarto de Mia- contestó y vió que su hija parecía molesta.

- Hola, ¿Mia duerme? - preguntó por no escuchar a su hija gritar como siempre.

- No, está aquí- dijo mientras levantaba a la bebé algo molesta.

- Hola, mi vida- dijo mientras tomaba a la bebé y besaba sutilmente los labios de Lucía, pero de inmediato su hija comenzó retorcerse y hacer ruidos queriendo llorar. Lucía la tomó y la niña se calmó.

- Alex, ve a cambiarte a lo que yo sirvo la cena.

- De acuerdo- dijo una desorientada ojiverde que hoy no recibió el cariño normal de su pequeña.

- ¿Qué pasa mi vida? ¿por qué recibes así a tu mami? - la castaña habla con su hija mientras iba con ella hacia la cocina, la dejó sobre la silla para bebé y comenzó a servir la comida- el que yo esté enojada con tu mami, no significa que tú también- sirvió los platos para ella y Alex, luego una papilla para su hija.

- ¿Qué tienes hoy mi princesa? - Alex insistía con su hija pero esta no quería hoy el cariño de la ojiverde- ¿estará enferma? - preguntó inquieta- tal vez le moleste algo o le querrá salir sus dientes.

- ¿Por qué lo dices? - preguntó una indiferente Lucía que dejaba su comida frente a la ojiverde y luego comenzó a darle la papilla a Mía.

- Mia hoy no me recibió como siempre.

- Puede que este cansada, no ha dormido sus horas de siempre- Mia trababa de quitarle la cuchara a su madre mientras esta le daba su papilla- cariño, compórtate o te ensuciarás toda.

- Mmm no sé- la ojiverde vió su comida sin apetito por lo de su hija- te ayudo, come tu- tomó la cuchara mientras comenzaba a darle la comida, pero la niña no parecía dispuesta a perdonar tan fácil a su madre de hacer que su otra madre estuviera de mal humor en la tarde y cuando Alex le acercó la comida le hizo una trompetilla ensuciándola con toda la comida y soltando una fuerte risa cuando vió a su madre con el rostro lleno de papilla de calabaza. Alex abrió lentamente sus ojos con sus labios fruncidos y miró a su hija que tenía sus manos en su boca con una sonrisa y ella misma rió- ¿quieres hacerme travesuras eh?- Lucía le había extendido una servilleta para que se limpiara el rostro- ¿así que andas con ganas de hacerle travesuras a tu mami eh?- atacó a su pequeña con cosquillas mientras era reía feliz.

Tras la cena Lucía llevó a su pequeña y volvió a ver su rostro algo molesto. La ojiverde estaba segura, debía de estar alucinando, como su bebita se podría enojar con ella. Pero al entrar al cuarto vió a Lucía también algo apartada.

- ¿Todo bien, amor? - preguntó abrazándola por la espalda y moviendo su cabello para besarla.

- Si... y tú?

- ¿Bien? - continuó besando a su esposa- amo llegar temprano a casa, me da tiempo de disfrutarlas más.

- Si, imagino- contestó mientras se zafaba de los brazos de su esposa y se alejaba hasta ir a la terraza.

CORAZÓN CONTRA TODO - (Luciale) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora