Ya habían pasado sus primeros dos días, y era el momento de la fogata de Año Nuevo, faltaban tan sólo una hora para que el año terminara, y por lo mismo se estaban preparando para ello.
-Roberto, pero en serio ¿cómo planeamos decirles que..., bueno, nos vamos?- le dice Mia a Roberta, recargada en la puerta del baño mientras ella se bañaba ya que acababan de llegar de la playa que habían visitado, y aunque sí, se llenarían de arena de nuevo, la ocasión valía mínimo un regaderazo. -¡Roberto!- le insiste Mia ya que no contestaba.
-¡¿Qué?!
-Que ¿cómo planeamos decirles que nos vamos?- en eso Roberta abre la puerta y Mia se cae al piso. -Wey, ¿qué te pasa? Osea, no manches yo no me baño y me arreglo para que vengas y me tires.
-Fuiste tú la que se cayó por andar fregando- Mia hace cara de indignada y Roberta se ríe.
-Bueno, pero no contestaste mi pregunta.
-¿Qué quieres que te diga?, no tengo un speech de despedida preparado ni nada por el estilo si eso preguntas.
-No, créeme, yo sé que no. Pero..., ¿se los vamos a decir así tal cual?
-Pues si, digo..., mejor ir al punto ¿no?- Mia suspira y se deja caer en la cama, Roberta se sienta a un lado de ella mientras se cepilla el cabello. -Me estás preguntando esto nada más por que si o..., más bien te preocupado el como va a reaccionar ALGUIEN en específico.
Mia se acomoda para quedar sentada al igual que Roberta.
-Te preocupado el como va a reaccionar Sebas ¿verdad? ¿No le has dicho?- Mia se lleva las manos a la cara y simula llorar.
-Es que wey, neta, ¿por qué es tan imposible ser yo?- Roberta se ríe. -No es que no te rías, es en serio. Primero término con Miguel, el que pensé sería el hombre de mi vida. Después, Sebas y yo nos empezamos a llevar mucho más... Wey, osea, incluso rescatamos una perrita juntos...
-Oye ¿y qué pasó con ella?- la interrumpe Roberta.
-Ah, Sebas le consiguió una familia, una buena- Roberta asiente.
-Bueno sigue. Cuéntame tus tragedias de mundo de caramelo- Mia simula imitarla y le da un pequeño empujón.
-Pues si, fíjate que si te seguiré contando mis tragedias.
-Adelante.
-Como te estaba diciendo nos estábamos llevando mejor, éramos muchísimo más unidos, más de lo que unos "amigos" deberían- Mia sonríe. -Pero entonces me enteré que se estaba derogando y lo tuve que ayudar.
-¡¿SEBAS SE ESTABA DROGANDO?!
-Si..., bueno, esa es otra muy larga historia- Roberta sigue impacataea por lo anterior, pero aún Mia sigue. -El chiste es que lo tuve que ayudar, y por suerte logré que lo dejara y hasta ya se lleva mejor con su padre.
-Que cool.
-Yo lo sé, pero lo complicado de esto es que todo entre nosotros se puso muy raro desde la fiesta de fin de semestre.
-¿Y por qué?
-Este...
-Ah no, ahora me cuenta Barbie.
-Porque nos besamos,por eso todos está raro y no le he dicho nada de esto y no sé cómo vaya a reaccionar- le suelta y Roberta se ríe. -¿Qué? ¿Por qué te ríes?
-No bueno, si ya se habían tardado.
-¿Qué?
-A ver Mia, Mia pequeña, Barbie..., ¿él te gusta?- Mia se sonroja, pero evade la pregunta. -Mia...
-Pues..., no..., no sé, puede que si- Roberta se pone una mano en la frente y después se levanta de la cama, se pone frente a Mia y comienza a sangonearla. -¿Qué te pasa?- la detiene.
-¿Sebas te gusta? Dime la verdad.
-Bueno..., si.
-¿Bueno..., si; o si?
-Si.
-Ahí está. Mira, por el ni te preocupes que se nota a kilómetros que le encantas, digo, no cualquiera te aguanta tanto porque si- Mia se hace la ofendida. -Y si a ti también te gusta él, pues ya. ¿Qué más importa?
-Que ya no vamos a estar ni siquiera en el mismo colegio.
-Pero si en la misma ciudad, ¿o no?- Roberta se sienta de nuevo con ella. -A ver Mia, pasaste dos años de tú vida haciendo todo sin pensar. ¿Qué te cuesta hacerlo una vez más?- en eso Vico, Celina, Lupita y Luján entran por la puerta.
-Chavas ¿ya están?- dice Lupita.
-Si- dice Roberta. -Piénsalo- le dice a Mia mientras se levanta y corre con LujánLuján y Lupita.
-¿De qué hablaban?- le dice Vico y junto con Celina se acercan a ella.
-De nada- hace un gesto para restarle importancia. -¿Nos vamos?- las invita y ambas asienten. -¿Cómo te sientes Celi?- le pregunta mientras salen.
-Bien, bueno, bien como puedo estar- se ríe.
-¿Entonces todo bien?
-Si caray, mejor que nunca. Estoy feliz de estar aquí, con ustedes, con mis mejores amigas de toda la vida- las tres sonríen.
-Bueno ya wey, todavía no son las doce y ya me quieren hacer llorar. Mejor ya vamos, que los chavos ya están allá- se dan un pequeño abrazo y entonces siguen caminando.-¿Qué te pasa?- le pregunta Diego a Buenos que estaba parado frente al fuego, solo viéndolo.
-¿A mi? Nada- le da un trago a su botella. -¿Ya vienen las chavas?- Diego inclina los hombros y hace lo mismo que Juanpa, le da un trago a su botella.
-No sé, yo creo que si- se quedan unos segundos en silencio pero después Juanpa le dice:
-¿Cómo sabes cuando estás enamorado?- Diego lo voltea a ver y después se ríe.
-¿Es broma?
-¿Parece que lo digo en broma?- le suelta, y se sienta en uno de los troncos que acomodaron para sentarse.
Diego se sienta junto a él y le da un largo trago a su botella.
-¿Lo dices por Danna?- Diego lo voltea a ver, pero Juanpa aún tiene la mirada fija en el fuego. -Supongo que eso es un si.
-¿Cómo supiste?
-Bueno..., la verdad para serte honesto ni siquiera me di cuenta. Roberta solo...- figura un explosión en su cabeza. -No sé, llegó a mi vida y todo cambió. Yo cambié- y tenía razón, aunque él no había cambiado. Seguía siendo el mismo Diego de siempre, solo que ahora ya había madurado. Al igual que Roberta, maduraron juntos. -Mira, yo sé que mi punto de vista de seguro te vale madres pero...- Juanpa se ríe y asiente. -Tú y Danna son dos de las personas más egocéntricas y retorcidas que conozco- se ríen los dos.
-Bueno, gracias.
-De nada. Pero eso no es lo importante. El chiste es que..., a pesar de eso, cuando están juntos hacen un muy buen equipo, incluso aunque no sea para las mejores cosas. Como Roberta y yo pero un poco más retorcido- Juanpa se ríe, pero después se quedan un momento más en silencio.
-Sigues sin responderme, ¿cómo sabes cuando..., estás enamorado?
Diego inclina los hombros -Supongo que cuando te das cuenta que necesitas de la otra persona, más que de lo que necesitas a las demás personas. Cuando sientes que necesitas estar con ella cada segundo del día. Cuando sientes que te falta algo cuando no estás con ella. Cuando a pesar de todo lo que pueda pasar..., la quieres en tú vida, la necesitas. Cuando sientes que no puedes vivir sin ella- mientras Diego le decía eso, Juanpa se le quedaba viendo.
-¡Ya llegamos!- grita entonces Mia, haciendo que Diego se levante y vaya a buscar a Roberta.A pocos minutos de que dieran las doce, Mia se acerca a Sebas, dudosa, pero lo hace.
-¿Podemos hablar?- le pregunta.
-Claro, dime.
-¿A solas?- le aclara, ya que estaba con Juanpa.
-Los dejo- Juanpa le da una palmada en la espalda y se aleja.
-Bueno, dime- Mia suspira, pero lo toma de la mano y hace que lo guíe hasta que se alejen un poco de donde están todos los demás. -Te soy sincero, pensaba que ibas a hacer como que no me conocías o algo así...- Mia le tapa lo boca. Pero después pasa su mano a su cuello y acerca sus labios a los de él.
Sebas no se molesta, pero tampoco sabe cómo reaccionar.
Cuando se separan lo primero que dice Mia es: -No he bebido nada.
-¿No?
-No- Sebas sonríe, se acerca a ella, y ahora es él quien comienza el beso.
Que esta vez Roberta ve, y sonríe. Podrá decir que no la soporta, pero en realidad se alegra de haberla ayudado a animarse de hacer lo que era obvio que quería hacer.
Pero tan sólo por molestarla, se acerca a ellos y los inerrumpe:
-Ey- les grita, haciendo que se separen.
-Roberta...
-Barbie, tranquilos que yo no digo nada si quieren. Solo les digo que falta exactamente un minuto para las doce entonces..., para que sepan- les sonríe y ambos. -Ah y Mia..., recuerda que les tenemos que contarles algo a los demás- le dice refiriéndose a lo de dejar el Elite.
Mia asiente y Roberta se aleja, dejándolos solo de nuevo.
-¿Vamos?- le dice Mia a Sebas.
-Depende, ¿fingirás que esto no pasó?- Mia se ríe.
-Esta es una de las cosas de las que he estado más segura en mi vida. Así que no- ambos sonríen, pero Sebas se acerca y le da otro beso, pero en eso empiezan a contar.
-10..., 9..., 8..., 7..., 6..., 5..., 4..., 3..., 2..., 1...
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Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)
JugendliteraturUna historia que muchos amaron, algunos otros odiaron, pero que sin duda alguna todos nos quedamos con una duda, ¿qué pasó con su último año?