Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)

PARTE 2 - Capitulo 2

Aquí tienen el segundo capítulo, ojalá lo disfruten.

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Roberta y Diego acababan de hacer el amor, aprovechaban que el día siguiente regresaban al Elite, cosa que aún seguían asimilando.

—¿Entonces tú crees que lo de regresar está bien?—, le dice Roberta a Diego.

—Pues..., yo creo que si—. Suelta un suspiro y después se sienta en la cama, Roberta recarga su cabeza en su hombro y después sigue: —Mira, yo siento que, aunque lo de estar libres todo el tiempo es cool, pero si extraño las peleas con Tommy—, se ríen, —o esas peleas tuyas con Danna, tus ideas locas en las que, de una forma u otra, me enredabas.

—¿Qué te digo? Es mi especialidad—, él le sonríe.

—La verdad si me alegra el que podamos regresar—, dice para terminar.

Pocos segundos después ambos cayeron en un sueño profundo, que había sido perfecto, hasta el momento en el que, por la mañana Mía empezó a tocar como loca, haciendo que despertasen de golpe.

—¿Qué quieres?—, le dice Roberta a Mia.

—Que se levanten de una vez, ¿puede ser?

—¿Por qué? A penas son las...—, revisa su celular y vé la hora, —7 de la mañana Mía, ¿qué te pasa?

—Ajá, pero si recuerdan que hoy regresamos al Elite ¿verdad?

—Mierda—, dice ella mientras se tira en la cama y Diego, que acababa de despertar, se ríe.

Muy a su pesar, al final se levantaron y se arreglaron, al igual que todos los demás, y una hora después, una camioneta pasó por ellos para llevarlos.

Su fama había estado incrementando, por lo que ahora, mucho más que antes, tenían que cuidar su vida privada.

Al llegar, bajaron sus maletas y directamente entraron, pero Roberta antes de ir a su cuarto, decidió ir a la cafetería, ya que se moría de hambre. Diego no la acompañaba porque quería saludar a sus amigos.

Cuando llegó a la cafetería, se acercó a la barra, una nueva empleada fue la que la atendió.

—Hola, ¿te puedo pedir un sándwich simple? Por favor.

—Claro, en un momento se lo traigo señorita.

—Gracias—, le dice ella con una sonrisa y después se sienta en un banco de la barra.

—¿Te puedo encargar lo mismo que ella?—, dice un chavo que se acerca.

—Claro.

—Gracias—, Roberta lo voltea a ver y el le sonríe, ocasionando que inconscientemente se sonroje.

—Joshua!—, le gritan y ambos voltean.

¿Joshua era su nombre? Eso suposo, ya que se acercó a saludar al que le habló.

Después de eso, ella solo esperó a que le dieran su comida, y mientras eso pasaba, Sabas acababa de llegar al cuarto de Mía para darle la bienvenida.

—Te extrañé ¿sabes?—, le dice él mientras la abraza, cosa que ocasiona que ella se ría.

—Nos vimos hace tres días, y ayer hablamos hasta la madrugada—, ambos ríen.

—Si bueno—, dice separándose de ella, —estoy feliz de que hayas regresado, lo creas o no, se nota su falta de presencia—, ambos ríen.

—Malo sería que no se notase, pero bueno, ¿qué hay de nuevo? Actualízame—, él se ríe y justo en ese momento entra una chava a la que no conoce y ambos la voltean a ver.