Capítulo 89

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MIA

Mi celular comienza a sonar y me despierto.
-¿Bueno?- digo y revisó la hora, son las 9:38, no importa es domingo.
-Hola- me dice Sebas. -¿Te desperté?
-¿Qué? No, no, para nada..., bueno, si, pero no importa, dime.
-Ah, bueno, justo ahorita estoy con Hope- de verdad me encanta ese nombre. -Y pues como ya está mejor de su pata..., siento que no estaría mal darle un baño- no le contesto, pero no porque no quiera, es porque por un momento me volví a dormir. -¿Hola?
-Si, si, perdón... ¿Un baño?
Se ríe -si, bueno, si puedes claro, sino, lo hago yo. Es que lo necesita, está muy sucia, llena de tierra, va a ensuciar mucho aquí y puede que empiece a oler mucho a perro.
-Claro que puedo, es más..., hoy mi daddy y Alma no van a estar, les gusta salir los domingos prácticamente todo el día y... Pues si Roberta y Luján no salen, igual no hay problema, ellas no dirán nada, entonces, lo podemos hacer aquí en mi casa.
-Ah pues va.
-Oye y ¿cómo la vas a sacar de ahí?
Se queda callado -No había pensado en eso- nos reímos.
-¿No cabe en alguna mochila o algo?
-Pues puede que si, no lo sé, ¿lo intento?
-Supongo, si no ¿cómo? No la vamos a bañar ahí.
-No pues no, déjame lo intento, me voy a detener en la tienda para comprarle el shampoo y jabón porque nos faltó eso.
-Si, está bien, mientras yo me arreglo.
-¿Arreglarte?
-Of course, una siempre se tiene que arreglar- se ríe.
-Bueno, como tú digas- me río.
Tocan a la puerta.
-Te tengo que colgar.
-Bueno, llegó en unas dos horas ¿está bien?
-Si, si- le cuelgo.
Mi daddy entra.
-¿Con quién hablabas?
-Ah, yo solita, a veces es bueno hablar con una misma, ayuda a relajarse- entrecierra los ojos, obvio no me cree.
-¿Segura?
-Si daddy, a ver, mejor dime, ¿a dónde Irán tú y Alma hoy?
Sonríe y se sienta en mi cama -no lo sé, por ahí, ¿quieres venir?
-¿Para verlos besarse? Paso- nos reímos.
-Bueno, solo venía a decirte que ya nos vamos- asiento.
-Está bien- se levanta, me da un beso en la frente.
-Se cuidan.
-Always daddy- le digo y comienza a caminar hacia la puerta. -Se divierten.
Sonríe y sale del cuarto.
Me levanto de mi cama y bajo a la cocina para desayunar algo.
Me siento en la mesa y me pongo un rato en mi celular.
Al cabo de unos cinco minutos, me habían traido un café y un waffle.
Y mientras me lo comía, Luján y Roberta bajaron.
-Hola Barbie- me dicen los dos, que se estaban riendo.
-Hola, ¿qué les pasa?
-Nada, solo que Luján me hizo ppreguntane que harán mi mamá y tu papá mientras están solos- se vuelven a reír.
-Ay no, que asco Roberto.
-Fue Luján la que empezó- me tapo los oídos.
Necesito borrar ese pensamiento de mi cabeza ya.
-Ay bueno Mia, tampoco exageres- dice Luján y se sientan.
-Ay es que niñas, no puede ser que se les ocurran ese tipo de cosas- nos reímos las tres.
-Bueno, bueno, cambiemos de tema- dice Roberta. -Gatita, ¿cómo por qué no nos habías contado que tú y Teo...?
-Oye si Lujansita, ¿qué pasó ahí?
-Bueno, tampoco es como que les vaya estar contando todo.
-No, bueno, obvio no con detalles porque, que asco, pero el hecho- dice Roberta.
-Exacto, el evento- le hago segunda.
-¿Ves? Hasta Mia lo piensa.
-Si pues es que osea, hasta como que te ayuda a..., procesarlo.
Roberta asiente y también le traen un café y un waffle a cada una y ambas agradecen.
-Pero bueno, ya lo hicieron ¿tú cómo estás?
-¿Yo? Bien, excelente, perfecta.
-¿Estuvo bien?- dice Roberta.
-Ay por Dios- digo y ambas se ríen.
-Pues..., si.
-Eso es lo importante.
-Y que te haya tratado bien- digo y Roberta asiente.
-Exacto, ya lo demás se da solo.
-Bueno, solo te haré caso porque eres tú- nos reímos.
-¿Qué quieres decir?
-Nada, nada- dice Luján y nos volvemos a reír.
-Ajá- dice con tono sarcástico.
Entonces me decido a preguntarles si van a estar aquí hoy o van a salir.
-Oigan ¿van a salir?- Roberta asiente.
-Voy a ir con Diego al cine- Luján se ríe y le da un empujón.
-¿Tú?- le digo a Luján.
-Ahm, no lo sé, puede que salga con Teo o que vayamos a ver a su mamá.
-¿Por qué?- me dice Roberta.
-Ah, no, por nada- se me quedan viendo las dos y le doy un sorbo ami café para disimular. No funciona. -Bueno, Sebas va a venir- las dos abren la boca de sorpresa. -No para lo que sé que están pensando. Va a traer a Hope- para bañarla.
-¿A quién?- dice Luján.
-Es una larga historia, pero en resumen, el lunes me encontré una perrita lastimada y Sebas y yo la ayudamos y la tenemos escondida en el colegio, pero necesita un baño porque está muy sucia y no queremos que se den cuenta de que la tenemos por su olor o la suciedad que vaya dejando por su camino.
-Ah.
-¿Le pusieron Hope?- dice Roberta.
-Si, fue idea de Sebas.
-Me gusta la verdad- Luján asiente.
-Bueno, entonces le voy a decir a Teo que salgamos.
-¿En serio?
-Si, bueno, tampoco me importa mucho el ver a mi novio.
Nos reímos.
-Ay gracias- me levanto y les doy un abrazo a las dos. -Osea, van a ser las rías oficiales, promise- se ríen.
-Ya pues ya, no es para tanto- dice Luján y nos separamos.
-Pero si por eso son mejores amigas, ¿no les digo?- se ríen. -Híjole con ustedes. Ah pero no fuera su novio, re bien que lo abracen ¿verdad?
-Obvio- dice Roberta y nos reímos.
Seguimos hablando otro rato en lo que acabamos de desayunar.
Ya cuando termino, considero el bañarme ahorita o después de bañar a Hope.
Mejor las dos, tengo que estar presentable. Por eso es imposible ser yo, son demasiadas cosas en que pensar.
Ya después de que me salgo de bañar, me pongo solo un short y una blusa normalitos, el maquillaje que uso es mínimo y me arreglo el cabello.
Bueno, supongo que ya sé porque Roberta dura menos en arreglarse.
Me quedo un rato en mi cuarto hasta que  Luján y Roberta me dicen que ya se van y me despido de ellas.
Busco botana, y por suerte si hay, y a hay mucha: papas, refresco, cerveza, vino, tequila, palomitas, y más.
Al final no me preocupo por eso.
Busco a una de las señoras de limpieza.
-Oye.
-Dígame señorita, ¿necesita algo?
-Si, voy a necesitar unas cubetas.
-¿Cubetas? ¿A ocurrido algún accidente? Si es eso, no se preocupe, yo lo limpio.
-No no no- me río. -Nada de eso, solo va a venir un amigo con su perrita y pues la vamos a bañar.
-Ah ya, ya, disculpe, claro, yo ahorita le traigo unas.
-No se preocupe, gracias- asiente y se va.
Me vuelvo a sentar en el sofá, y ni cinco minutos después tocan el timbre y unos pocos segundos después Sebas entra con Hope cargada.
-Hola- me levanto del sofá.
-Hola- le contesto, pero no sé si me refiero a él o a ella.
Me acerco y me la da para que la cargue.
-Hola bebé, oye como ya estás mejor, ese señor y yo te vamos a bañar ¿está bien?- le digo con voz de bebé, pero voltea hacia otro lado y nos reímos.
-Creo que eso fue un no.
-Si, eso creo- me acerco a la puerta del patio y la dejo afuera para que corra un rato. -¿Y cómo te fue? ¿Nadie te vió?
-Por suerte, no. Admito que me sorprendió que su pudiera entrar en la mochila- nos reímos.
-Es la ventaja de que aún es bebé.
-Si- dejo de ver a Hope, que estaba recorriendo todo el pasto, supongo que está conociendo.
-¿Qué traes ahí?- trae una mochila.
-Ah- se la quita del hombro y la abre. -El shampoo, una toalla, un peine, le escogí una ropa ¿está bien?- asiento.
-Confío en tus gustos- se ríe.
-Y..., el collar, la placa, y un premio y un juguete para que no se enoje con nosotros- me río.
-Está bien..., ¿quieres bañarla de una vez?
-Pues yo digo ¿no? Ahorita que hace más sol.
-Bueno, igual ya le pedí a una de las señoras que me diera unas cubetas- asiente.
En eso la señora a la que le había pedido las cubetas regresa con dos cubetas vacías.
-Mira señorita, aquí están.
-Gracias- me las da.
-Si necesita algo más, me dice- asiento. -Buenas tardes- le dice a Sebas, él le devuelve el gesto y se retira.
-¿Vamos entonces?- me dice él y abre la puerta para que yo salga.
-Vamos- le respondo y salimos.
Al instante corre hacia nosotros. En definitiva ya está mucho mejor, ya no cojea y ya está mucho más animada, lo cual me alegra mucho.
-¿Para llenar las cubetas?- me dice Sebas.
-Ah..., si, déjame ver- se ríe. Después de un minuto o dos buscando una llave, la encuentro. -Aquí- le digo, el pone a llenar las cubetas.
Yo cargo a Hope y la empiezo a calmar porque estaba muy acelerada.
Cuando las cubetas están listas, meto a Hope en una, aunque ella hizo hasta lo imposible para evitarlo.
-¿Habías bañado aún perro antes?
-Nunca, pero no debe ser tan diferente ¿o si?- se ríe.
Toma el shampoo, lo abre y le pone.
-Sostenla, acariciala, para que no se acelere- asiento y eso hago. Él la comienza a tallar.
Comienza soltar pequeños ladridos y queridos, pero es porque no le gusta el hecho de que la bañemos.
-¿Tú si lo habías hecho?
-Si, con mi otro perro, lo bañaba cada mes, solo por eso sé- me río. -Pero no lo haces nada mal, además está tranquila.
-Si.
Me asomo a ver el agua.
-Estaba muy sucia.
-Si, estabas muy sucia ¿verdad?- le digo y ella solo se agota y nos moja a los dos.
Nos reimos -Está enojada.
-Entendible.
La vuelvo a calmar.
-Ya casi acabamos, solo te voy a enjuagar ¿está bien?- le dice Sebas a Hope.
Le deja caer un poco de agua encima hasta que logra quitar todo el jabón.
-¿Listo?
-Listo, ¿me pasas la toalla?
-Si- me levanto y voy por la toalla.
Regresó, se la doy y el levanta a Hope cubriéndola.
-Ay, pareces tamalito- le digo y me lame la nariz.
La seca un poco y después la baja, y cuando lo hace, se sacude de nuevo y nos moja de nuevo.
-Eso hacen, para sacarse- asiento.
-Yo la peino- le digo y se ríe. -Se tiene que ver súper cute.
-Como su dueña- me sonrojo.
-Más- se ríe.
Saco el peine de la mochila y me acerco a Hope, comienzo a peinarla, realmente no le hago nada del otro mundo, solo se lo cepillo para que no se vea todo por todos lados.
-Listo hermosa, ya estás lista.
-Y por eso...- Sebas saca la placa y el collar de su mochila. -¿Me haces los honores?- me los da y asiento.
Él la levanta y canta la canción del rey León, no puedo evitar reírme.
-Yo Mia Colucci, junto con Sebastián Lodge, te bautizo oficialmente con el nombre de Hope- ella se me queda viendo. -Si bebé, ese es tú nombre- no sabe que está pasando, ella solo mueve su naricita. Le pongo el collar después le placa. -Felicidades- le digo y nos reímos Sebas y yo.
-Eso ha estado bien.
-Sin duda- la baja y ella en automático se echa a correr otra vez.
-Falta algo.
-¿Qué?- saca un trajecito de oso, es de mis favoritos de los que le compramos, sin duda.
Le habla a Hope de nuevo y juntos se lo ponemos.
-Se ve súper tierna- nos reímos.
Sebas le da la pelota nueva y uno de los premios que había traído.
Primero no sabe que hacer con la pelota, así que se enfoca en el premio, pero después ya se pone a morderla y moverla con sus patitas.
-Supongo que se va a entretener.
-Si.
-¿Quieres ver una película?- le propongo.
-Claro.
Regresamos a la casa y dejamos la puerta abierta por si Hope se quiere pasar, Sebas se pone a escoger la película en lo que yo preparo unas palomitas y nos sirvo un vaso de tequila, si hay,  hay que aprovechar.
Me siento con él y puso una película de terror.
-No me gustan las de terror- le digo.
-¿La cambio?
-No, bueno, osea si me gustan, pero no me gusta asustarme.
-Para eso estoy yo- me río. Hope llega corriendo y se sube conmigo. -Y ella.
-Entonces si- nos reímos y le pone play a la película.

Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora