Capítulo 38

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ROBERTA

Me despierto en mi cuarto, es raro despertarme sola, no es mi cosa favorita la verdad, y ya no estoy tan acostumbrada, menos en una cama tan gigante como esta donde lo único que hay a mi lado, es absolutamente nada, cuando bien pudiera estar mi monstruo, pero no, mi papá no me dejó quedarme con él y aunque sí, pude haberme ido a su depa después de que me trajo aquí, la verdad es que me la pasé muy bien con Lupita, Mia y Luján ayer. Entonces no me arrepiento, de todas maneras lo más probable es que lo vea al rato, porque todos los sábados hacemos algo, y si no salimos, podemos quedarnos aquí, hay una alberca y bebidas, no necesitamos nada más, pero para saber le llamaré luego. Ahora tengo mucha hambre, así que con todo el peso del mundo, me levanto de la cama, voy al baño, me lavo la cara, me cepillo el cabello y salgo para bajar a la cocina.
Al bajar, mi mamita hermosa está sentada con Franco, ambos leyendo el periódico, que aburridos son. Me pregunto si las chavas ya se habrán levantado. En eso mi mamita se da cuenta de mi presencia.
-Buenos días mi niña.
-Ya no soy una niña.
-Siempre vas a ser una niña a los ojos de tu madre Roberta. -dice Franco, levanto los ojos y me siento con ellos.
-¿Y mi gatita?
-¿Gatita?
-Luján.
-Ah, yo supongo debe seguir dormida mi amor. De hecho me sorprende que hayas sido la primera en levantarte.
-Culpa al hambre.
-¿Tienes hambre?, ¿te preparó algo mi amor?
-¡No!- se exalta, no es que Alma no cocine bien, pero sólo sabe hacer huevo, y no quiero huevo, entonces mejor no. -Yo ahorita le digo a Juana que si prepara algo.
-Mmm, bueno, como tú digas.
-Roberta ¿me haces un favor? -dice Franco mientras toma de su café.
-No lo sé, depende, ¿me tengo que parar?
-Roberta.
-¿Qué? -me río.
-No estés de grosera.
-Mamá, si aún no te das cuenta, este es mi mood normal.
-Lo peor es que es verdad.
-¿Ves? Hasta Culocci lo acepta.
-¿Culocci?
-Perdón, vieja costumbre.
-¿Me haces el favor o no?
-Bueno ya, ¿qué pasó?
-Ve y despierta a Mia, por favor.
-Ay no, luego se la va a traer contra mi la Barbie.
-Si no haces lo que te pide, en la tarde no vamos a dejarte estar con Diego.
-Ma, ¿por qué no va él?
-Roberta.
-Ya, está bien, está bien, pero que conste, me deben una.
-Ándate si pues, despierta a las tres.
-Ajá. -subo las escaleras, si algo odio de esta enorme casa, es que tiene extremadamente demasiadas escaleras, me choca.
Hago lo que me piden y despierto a las tres, Luján casi me avienta la lámpara al hacerlo y la Barbie me rasguño, por esto no quería levantarlas yo. La única que reacciona bien es Lupita, que de hecho dijo «Ay no, que pena, ¿por qué no me levantaron antes? Yo aquí echadota» me encanta como se disculpa por todo es tan... Inocente, menos cuando toma, porque ahí, ni quien la viera.
Bajamos las cuatro y nos sentamos. -Ya le dije a Juanita que les prepare algo, ya se lo dije hace un rato. Supongo ya no a de tardar.
-Gracias mamita- digo y le doy un beso.
-De nada mi amor. Y diganme que van a hacer hoy, no se van a quedar un sábado en la casa ¿o si?
-Yo digo que no estaría mal. -dice Franco
-Ay no seas aguado mi amor. -dice mi mamá, le da un beso y todas decimos «Iu».
-Oigan, soy muy joven como para ver ese tipo de escenas.
-Concuerdo contigo Roberto. -dice Mia.
-¿Qué? Es sólo un beso.
-No importa. Pero yo le dije a Diego que podía venir ¿no importa?
-Pues Franco y yo vamos a salir, pero si se van a cuidar, claro que puede venir.
-Si gatita, -enfatiza -CUÍDENSE-se a que se refiere.
-Si no vaya a ser que entre un extraño o algo así.
-Si mamá.
-¿Y tú Mia?
-Ah pues no sé daddy, la verdad dijo Miguel que hoy nos íbamos a ver, pero no tengo idea.
-Pues si no se les ocurre pueden ir conmigo y Santos, me va a comer a un restaurante que acaba de abrir. -dice Lupe.
-Pues si, a lo mejor y si vamos.
-¿Podemos ir Teo y yo también?
-Claro que sí, mientras más, mejor.
-¿Por qué no van tú y Diego también Roberta? -dice Franco, no se como contestar. Y mi mamá lo nota.
-Déjalos, quieren pasar tiempo solos después de estar toda la semana en el colegio, de seguro se van a poner a ver una película o se meten a la alberca, pero si quieren estar solos, déjalos mi amor.
-Si, tienes razón. -obviamente no saben que yo duermo más en el departamento de Diego que en el colegio. No lo pienso ni un segundo, solo asiento, pero las chavas saben la verdad y se están riendo.
En eso Juana nos trae la comida, se ve súper rica, es un omelette con tocino y waffles en un plato y fruta picada en otro. Y de tomar nos da jugo de naranja.
-Wow- dice Lupita.
-¿Qué mi Lupe? -dice Luján.
-Se ve súper bueno.
-Está, Juana cocina súper rico.
-Gracias por dejar que me quedará Alma y señor Colucci.
-Dime Franco y no agradezcas Lupita, puedes quedarte cuando quieras, aquí sobra espacio de todas maneras.
-Muchísimas gracias.
Empezamos a comer y mientras platicamos de como estuvo toda la onda ayer en la grabación de las canciones, Luján plática como le está yendo con el trámite de sus fondos para la casa hogar y con la mamá de Teo, y mi mamá y Franco nos dicen cosas de su trabajo, no es que sea grosera, pero lo más aburrido fue lo del trabajo de Franco, dijo puros números, y a mí eso no se me da la verdad.
Después de comer, todos nos vamos a arreglar, porque seguíamos con nuestras pijamas. Yo me meto a bañar y me pongo una ropa cómoda, bueno, me pongo un pantalón y una blusa, pero nada del otro mundo. Me cepillo el cabello y me maquillo.
Realmente no sé cuanto tardé porque al bajar, pregunto por mi mamá, para ver si me dejaba efectivo para encargar una pizza, pero me dijeron «Se fue hace unos diez minutos», así que supongo tendremos que pagar con la tarjeta, pero bueno, ya que.
Me pongo ver una película, no sé cuál es, pero está entretenida. Poco después llegan Miguel, Teo y Santos juntos, porque venían los tres del colegio, las chavas se van, le digo a las señoras que ya se pueden ir, y me quedo sola.
Sigo viendo la película por un rato, pero entonces alguien me tapa los ojos y me da un beso en el cuello, por estas sensaciones una prefiere quedarse en casa.
-¿Quién soy?
-No lo sé ¿Juanpa? -me destapa los ojos.
-¿Es en serio?
-Obvio no monstruo- le jalo de la camisa y le doy un beso -solo jugaba contigo.
-Bueno, no me gustan esos juegos.
-Ya sé.
-Osea lo haces para molestarme.
-Básicamente-se ríe. -Oye ¿cómo entraste?
-Con la llave que tú me diste -claro no le recordaba.
-Ah si. Ven siéntate.
Se sienta -¿En donde están todos?
-Mis, Lupita y Luján se fueron con los chavos a un restaurante que se acaba de abrir, mi mamá y Franco quien sabe, pero salieron y les di permiso a las señoras de que se fueran.
-Eso significa...
-Que estamos solos.
-Perfecto. ¿Y qué ves?
Apagó la tele -Ahora, solo a ti.
-¿Y qué quieres hacer nena? -aun no me acostumbro a ese apodo, pero me gusta.
-Bueno, estuve pensando y no he usado nunca el jacuzzi.
-¿Hay jacuzzi?
-Claro que hay jacuzzi.
-¿Y lo quieres estrenar?
-Solo si lo haces conmigo.
-Sería un completo honor- me besa. -¿A qué hora llegan tus papás?
-No tengo idea.
-Bueno... No importa. ¿Dónde está el jacuzzi?
-Te enseño. -lo tomo de la mano y lo llevó a donde está. Está en una habitación exclusiva para él, que es como un balcón, pero muy grande, que da para la alberca y el patio.
-Está increíble.
-Lo sé.
-Y es sólo para nosotros- me jala la mano, me toma de la cintura y me besa. Se quita la playera y el pantalón, me quita la blusa y el pantalón,ambos quedamos en ropa interior. Meto un pie al jacuzzi, pero cuando toco el agua lo quito al instante. -¿Qué pasa?
-Está hirviendo.
-Mmm, deja lo hago yo primero -mete el pie, después otro y dice -Quema los primeros segundos, pero después ya no, ven -me da la mano y yo lo agarro, me siento en la orilla y mis pues ya tocan el agua, si era cierto, solo quema los primeros segundos. Diego se acerca a mi y se coloca entre mis muslos y me empieza a besar, lo abrazo y tomó del cuello, no se si sea el agua, pero esto se siente muy diferente, y mejor. Me carga, me levanta de la orilla y me mete al agua.
-¿Qué tal?
-Increíble.
Toda la ropa interior que traíamos ya está empapada y empieza a estorbar. Me sigue besando y ambos comenzamos a tocarnos en nuestras partes íntimas. Meto la mano al bóxer, le acaricio su miembro, y el suelta un gemido, me empieza a besar el cuello y yo hago lo mismo. Mete la mano en mi calzón y con sus dedos comienza a hacer magia en mi feminidad, me siento en el cielo, y de verdad no se si es por que estamos en agua hirviendo pero se siente tan buen, que ni siquiera lo puedo describir.
Mientras von una mano me sigue tocando, con la otra me quita el brasier y comienza tocarme los senos, entonces pierdo un poco el equilibrio y me sostengo de su cuello y hago algo que no se porque, pero le encanta, lo jalo del cabello, lo único malo de que se lo haya cortado es que como lo tiene muy corto, es más difícil, pero de ahí en más me encanta su nuevo look.
Diego me saca de mis pensamientos cuando saca su mano de mi calzón y aunque me quejo, después veo que era para quitarse el bóxer y quitarme el calzón.
Se agacha conmigo otra vez y empieza a penetrar me, definitivamente, esto es como estar en el cielo, estar aquí con él. La habitación comienza a ahogarse en nuestros gemidos y en el vapor que sale del agua. Entra y sale de mi a un ritmo acelerado y fuerte, se nota que está inspirado, pero vamos, ¿cuándo tendremos la casa sola para nosotros dos otra vez?
-Te amo nena.
-Te amo Diego, más que a nada -me besa en los labios y siento el calor de su boca, nos seguimos besando, pero entonces él termina y yo después de él. Sale de mi y se recarga en la pared y yo me abrazo a el.
-Eso estuvo... No tengo palabras. -me río.
Pero justo en eso pienso el porque pudo haber estado mucho mejor que otras veces además del hecho de que fue en agua hirviendo.
-Diego- digo en tono serio.
-Dime nena.
-¿Y el condón? -no dice nada, me separo de él y hace la cabeza para atrás.
«No puede ser»
-Roberta... Perdón lo olvidé por completo, me dejé llevar, carajo, perdón.
Pongo mis manos en sus mejillas y hago que me vea a los ojos. -Ey, fuimos los dos, ¿está bien? Yo también lo olvidé por completo, así que mañana o al rato compro una pastilla y me la tomo, ¿okey? Solo hay que ser más cuidadosos con eso ¿si? -asiente y le doy un beso.
-Te amo Roberta.
-Yo también te amo Diego. -me da otro beso, pero este es mucho más tierno, lo abrazo y me recargo junto a él, y así, abrazados, viendo el cielo, en un jacuzzi en el balcón de mi casa, nos quedamos un buen rato.

Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora