Capítulo 96

224 13 2
                                    

DANNA

A media madrugada mi celular comienza a sonar.
-¿Qué quieres?- le digo a Juanpa qué era quien llamaba.
-Ven.
-¿Qué?
-Que vengas, quiero verte.
-Son las...- miro la hora en mi celular. -Juan Pablo, son las cuatro de la mañana ¿Dónde estás?
-En mi departamento, esperé horas a que llegara mi padre- se ríe. -Era obvio que no lo iba a hacer.
-Más bien es obvio que estás borracho.
-¿Y a quién le importa? ¿Si vienes?
-¿Para qué quieres que vaya?
-Porque si no vienes, probablemente haga alguna tontería, de hecho la vista desde mi balcón es muy linda.
-¿Y por qué me importaría lo que hagas?
-Porque yo sé que te importo más de lo que dices..., por favor.
Suspiro -¿Por qué no le llamas a tu novia?
-Danna...- me río.
-Está bien, pero que quede claro, solo porque no quiero que hagas algo de lo que te arrepientas- le cuelgo.
Me visto rápido y me voy directo al departamento de Juanpa.
Toco y abre -¿Sabes? No estaría mal que te vistieras.
-¿Por qué? Estoy en mi casa, y no es algo que no hayas visto ya antes.
-Bueno ya, ¿qué quieres?- se acerca y quedó entre él y la pared. -Juanpa...
-Tengo una mosquita en la cabeza,una mosca qué no me deja estar tranquilo- me río.
-¿Qué?
-Una mosca que estoy tratando de sacasacarme hace años de la cabeza, pero no puedopuedo- me le quedo viendo y el se pone más serio. -¿Y sabes qué? Duele.
-¿De qué hablas?
-Duele tanto..., duele tanto que ni siquiera sé porque te llamé... Pero para tú buena suerte..., para tú buena suerte tengo esto- alza la botella y le da otro trago.
-¿Me estás echando la culpa de que te pongas mal cada que tomas? Idiota- se ríe.
-No, lo que te estoy diciendo es que nadie puede hacerte sombra- me da un beso, pero lo aparto.
-No..., prometimos que esto no iba a pasar hasta que...
-¿No quieres? Vamos, dime que no quieres y te dejo.
-Yo...- no me deja terminar y me besa.
Me quita la blusa y el pantalón que traía.
-¿Me detengo?- niego con la cabeza y sonríe.

ROBERTA

Cuando despierto veo a Diego sentado a mi lado con la laptop en las piernas.
-¿Qué haces?- le digo mientras me estiro y me recargo junto a él.
-Cumpliendo lo que te prometí- me da un beso en la frente.
-¿Y qué me prometiste?- me nuestra la pantalla.
Me río.
-¿Qué?
-¿Cancún?
-Te dije que te iba a llevar a la playa y lo decía en serio- le doy un beso.
-Te amo.
-Yo también te amo. Pero mira, el mejor hotel ya está, BlueBay Grand Esmeralda.
-Ajá.
-La pregunta es... ¿Navidad o Año Nuevo?
-¿Es en serio?- sonríe y me da un beso.
-Muy en serio, solos tú y yo.
-Bueno, voy a confiar en ti- se ríe. -Pues... Año Nuevo ¿no? Siento que Navidad es más para estar con amigos.
-Perfecto- teclea unas cosas en la laptop y después dice: -¿Te parece del 29 de diciembre al 5 de enero?- me río. -¿Qué?
-¿De verdad estamos haciendo esto?
-Ya hemos ido ju tos de vacaciones antes.
-No solos.
-Bueno, así como son de chismosos a lo mejor ni siquiera terminamos yendo solos- nos reímos. Es la verdad. -¿Quien sabe? A lo mejor pasa como lo que pasó en Canadá.
-Si, puede ser.
-¿Entonces?
-Pues va.
-Bien- vuelve a teclear más cosas en la computadora. -Listo- le llega un mensaje al celular y lo lee: -Tu pago ha sido aceptado y bla, bla, bla- nos reímos. -Nos vamos a Cancún en Año Nuevo- cierra la laptop y la pone en la mesita de un lado. -Ahora podemos hacer otra cosa.
-¿Y qué quieres hacer?- se acerca a mi y me da un beso, pero lo interrumpo. -Tengo hambre- se ríe.
-Yo también..., pero no exactamente de comida.
-Si bueno, tú siempre- nos reímos. -A ver ya, me toca hacer algo a mi.
-¿Apoco cocinas?
Me levanto de la cama -Lo mismo pensaba yo de ti.
-Yo trabajaba en una carnicería, a ti nunca te he visto tocar comida.
-Se hacer quesadillas- se ríe. -¿Te parece bien?
-Aunque diga que no, las harás de todos modos.
-Que bien que si me conozcas señor Bustamante.
-Mejor que nadie- le doy un beso y me voy directo a la cocina.
Abro el refrigerador, saco las tortillas y el queso y de rato Diego se sienta en el banco de la barra del desayunador.
-Deberías de considerar ya traerte más cosas aquí- dejó las quesadillas haciéndose y lo volteo a ver. -Es que a ver, ya te quedas aquí más tiempo que en tú casa. No digo que te vengas a vivir conmigo, pero si que te traigas más ropa y así. Digo, si quieres.
-Pues si, lo voy a pensar- asiente. -¿Cómo lo tomará Alma?
-La verdad no creo que le importe, si te deja quedarte aquí tantas veces..., más bien me preocupa tú papá.
-Si..., no tiene porque enterarse- nos reímos.
-¿No te huele a quemado?- me volteo al instante y las quesadillas ya estaban a punto de quemarse.
-No juzgues mi falta de experiencia- nos reímos.
-No lo hago, además, eres de las que aprende rápido.
-Exacto- saco dos platos y pongo las quesadillas ahí. -¿Tienes algo de tomar?- se levante, abre una de los cajones y saca un bote lleno de polvo para chocomilk.
-Estoy escaso de recursos.
-No me digas- abre el refri y saca la leche.
-Bueno, al rato vamos por más provisiones- nos reímos, saco dos casos y preparo los chocomilks. -Ya quiero estar en la playa.
-Yo también.
-Ahí si podremos hacer lo que queramos todo el día. LO QUE QUERAMOS- le abierto polvito de chocolate. -Ey.
-Clase a la hormona- nos reímos y después empezamos a comer.

Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora