DANNA
A media madrugada mi celular comienza a sonar.
-¿Qué quieres?- le digo a Juanpa qué era quien llamaba.
-Ven.
-¿Qué?
-Que vengas, quiero verte.
-Son las...- miro la hora en mi celular. -Juan Pablo, son las cuatro de la mañana ¿Dónde estás?
-En mi departamento, esperé horas a que llegara mi padre- se ríe. -Era obvio que no lo iba a hacer.
-Más bien es obvio que estás borracho.
-¿Y a quién le importa? ¿Si vienes?
-¿Para qué quieres que vaya?
-Porque si no vienes, probablemente haga alguna tontería, de hecho la vista desde mi balcón es muy linda.
-¿Y por qué me importaría lo que hagas?
-Porque yo sé que te importo más de lo que dices..., por favor.
Suspiro -¿Por qué no le llamas a tu novia?
-Danna...- me río.
-Está bien, pero que quede claro, solo porque no quiero que hagas algo de lo que te arrepientas- le cuelgo.
Me visto rápido y me voy directo al departamento de Juanpa.
Toco y abre -¿Sabes? No estaría mal que te vistieras.
-¿Por qué? Estoy en mi casa, y no es algo que no hayas visto ya antes.
-Bueno ya, ¿qué quieres?- se acerca y quedó entre él y la pared. -Juanpa...
-Tengo una mosquita en la cabeza,una mosca qué no me deja estar tranquilo- me río.
-¿Qué?
-Una mosca que estoy tratando de sacasacarme hace años de la cabeza, pero no puedopuedo- me le quedo viendo y el se pone más serio. -¿Y sabes qué? Duele.
-¿De qué hablas?
-Duele tanto..., duele tanto que ni siquiera sé porque te llamé... Pero para tú buena suerte..., para tú buena suerte tengo esto- alza la botella y le da otro trago.
-¿Me estás echando la culpa de que te pongas mal cada que tomas? Idiota- se ríe.
-No, lo que te estoy diciendo es que nadie puede hacerte sombra- me da un beso, pero lo aparto.
-No..., prometimos que esto no iba a pasar hasta que...
-¿No quieres? Vamos, dime que no quieres y te dejo.
-Yo...- no me deja terminar y me besa.
Me quita la blusa y el pantalón que traía.
-¿Me detengo?- niego con la cabeza y sonríe.ROBERTA
Cuando despierto veo a Diego sentado a mi lado con la laptop en las piernas.
-¿Qué haces?- le digo mientras me estiro y me recargo junto a él.
-Cumpliendo lo que te prometí- me da un beso en la frente.
-¿Y qué me prometiste?- me nuestra la pantalla.
Me río.
-¿Qué?
-¿Cancún?
-Te dije que te iba a llevar a la playa y lo decía en serio- le doy un beso.
-Te amo.
-Yo también te amo. Pero mira, el mejor hotel ya está, BlueBay Grand Esmeralda.
-Ajá.
-La pregunta es... ¿Navidad o Año Nuevo?
-¿Es en serio?- sonríe y me da un beso.
-Muy en serio, solos tú y yo.
-Bueno, voy a confiar en ti- se ríe. -Pues... Año Nuevo ¿no? Siento que Navidad es más para estar con amigos.
-Perfecto- teclea unas cosas en la laptop y después dice: -¿Te parece del 29 de diciembre al 5 de enero?- me río. -¿Qué?
-¿De verdad estamos haciendo esto?
-Ya hemos ido ju tos de vacaciones antes.
-No solos.
-Bueno, así como son de chismosos a lo mejor ni siquiera terminamos yendo solos- nos reímos. Es la verdad. -¿Quien sabe? A lo mejor pasa como lo que pasó en Canadá.
-Si, puede ser.
-¿Entonces?
-Pues va.
-Bien- vuelve a teclear más cosas en la computadora. -Listo- le llega un mensaje al celular y lo lee: -Tu pago ha sido aceptado y bla, bla, bla- nos reímos. -Nos vamos a Cancún en Año Nuevo- cierra la laptop y la pone en la mesita de un lado. -Ahora podemos hacer otra cosa.
-¿Y qué quieres hacer?- se acerca a mi y me da un beso, pero lo interrumpo. -Tengo hambre- se ríe.
-Yo también..., pero no exactamente de comida.
-Si bueno, tú siempre- nos reímos. -A ver ya, me toca hacer algo a mi.
-¿Apoco cocinas?
Me levanto de la cama -Lo mismo pensaba yo de ti.
-Yo trabajaba en una carnicería, a ti nunca te he visto tocar comida.
-Se hacer quesadillas- se ríe. -¿Te parece bien?
-Aunque diga que no, las harás de todos modos.
-Que bien que si me conozcas señor Bustamante.
-Mejor que nadie- le doy un beso y me voy directo a la cocina.
Abro el refrigerador, saco las tortillas y el queso y de rato Diego se sienta en el banco de la barra del desayunador.
-Deberías de considerar ya traerte más cosas aquí- dejó las quesadillas haciéndose y lo volteo a ver. -Es que a ver, ya te quedas aquí más tiempo que en tú casa. No digo que te vengas a vivir conmigo, pero si que te traigas más ropa y así. Digo, si quieres.
-Pues si, lo voy a pensar- asiente. -¿Cómo lo tomará Alma?
-La verdad no creo que le importe, si te deja quedarte aquí tantas veces..., más bien me preocupa tú papá.
-Si..., no tiene porque enterarse- nos reímos.
-¿No te huele a quemado?- me volteo al instante y las quesadillas ya estaban a punto de quemarse.
-No juzgues mi falta de experiencia- nos reímos.
-No lo hago, además, eres de las que aprende rápido.
-Exacto- saco dos platos y pongo las quesadillas ahí. -¿Tienes algo de tomar?- se levante, abre una de los cajones y saca un bote lleno de polvo para chocomilk.
-Estoy escaso de recursos.
-No me digas- abre el refri y saca la leche.
-Bueno, al rato vamos por más provisiones- nos reímos, saco dos casos y preparo los chocomilks. -Ya quiero estar en la playa.
-Yo también.
-Ahí si podremos hacer lo que queramos todo el día. LO QUE QUERAMOS- le abierto polvito de chocolate. -Ey.
-Clase a la hormona- nos reímos y después empezamos a comer.
ESTÁS LEYENDO
Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)
Teen FictionUna historia que muchos amaron, algunos otros odiaron, pero que sin duda alguna todos nos quedamos con una duda, ¿qué pasó con su último año?