Capítulo 51

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DIEGO

Entro junto con Tomás al campo, y a penas pisamos y el coach nos grita:
-!Leones vengan acá! Rápido que les tengo noticias- todos corremos y nos acercamos, formamos un círculo al rededor de él y continúa diciendo: -Bueno, les tengo que decir que ya tenemos nuestro primer partido pactado.
-¿Y cuándo es? -dice Sebas.
-Mañana- mañana es viernes, supongo que está bien. -Por eso, hoy vamos a practicar jugadas -choco el hombro con Tomás y el me choca la mano. -Para ello formaremos dos equipos, y les aviso, esto también sirve para decidir quienes serán titulares- aplaudimos y gritamos todos. Comienza a decir los equipos, a mí me tocó con Sebas, Tomás y Kevin, que son los que más conozco.
Nos juntamos y planeamos la primer jugada, como Sebas es el más experto, decidimos que él sea el que la inicie. Guzmán (el coach) pita su silbato y todos nos ponemos en posiciones.
Como yo soy al que Sebas le va a lanzar el balón, me coloco en mi lugar y justo antes de empezar, llega Alma con las porristas detrás, el uniforme nuevo que traen, la mera neta está increíble, los colores están Súper de acuerdo con el colegio, y pues bueno si son muy sexis.

[Así era más o menos el uniforme nuevo, solo que en vez de una R, es una E, y lo amarillo es rojo

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[Así era más o menos el uniforme nuevo, solo que en vez de una R, es una E, y lo amarillo es rojo.]

Por más que intento no distraerme no lo logro. Alma saluda a Guzmán y hace una señal como de «Claro, con todo gusto»las chavas se ponen en posición y Roberta me manda un beso, le sonrío y se lo devuelvo, si antes lo iba a hacer bien, ahora me tengo que lucir. El coach pita y Sebas grita la jugada, recibo el balón y el juego empieza.

Para este punto, vamos empatados, me empieza a doler todo, pero sigo adelante. Planeamos la siguiente jugada y, cuando estamos listos nos separamos y nos ponemos en posición.
Sebas le lanza el balón a Tomás, yo corro y él me lo lanza a mi, justo cuando tengo el balón ya en las manos, Juanpa llega y me taclea de una manera muy agresiva, más de lo normal.
-Bueno, eso fue fácil- dice él y me extiende la mano para levantarme, la tomo y me levanto, me sacado un poco y nos ponemos en posición otra vez.
Repetimos la misma jugada y cuando tengo el balón, empiezo a correr. Casi llego a la línea de anotación, cuando Juanpa me taclea, pero esta si se pasó.
Me levanto, lo empujo y le digo: -Wey ¿a ti qué te pasa?
-Yo solo estoy haciendo lo que me toca, que tú no seas bueno, no es mi pedo, así que cálmate- me empuja y yo lo vuelvo a empujar. Ambos nos quitamos el casco y justo cuando nos íbamos a empezar a pelear, el coach grita:
-¡Ey ey ey! Basta, ya. -pero fue como si lo dijera al viento, porque ninguno le hizo caso y nos seguimos peleando. Pero no mucho después, Sebas nos detiene y nos separa, estoy a punto de empujarlo, cuando veo que Danna y Roberta se ponen en medio. Me freno tan rápido, que siento que me dió un tirón en el tobillo, Danna se pone en frente de mi, al principio yo sigo buscando a Juanpa con la mirada, pero ella se da cuenta y me toma de las mejillas y hace que la vea a ella, en este momento la estoy viendo a los ojos y me dice:
-Oye ¿ya no?, ¿te vas a calmar o qué? -respiro profundo, desvío un poco la mirada y cuando la vuelvo a ver, solo asiento. -Bien, puedes controlar tú testosterona -me río, pero poco dura mi felicidad porque se acerca el coach hacia nosotros gritando.
-¿YA SE CALMARON? BIEN, ¿ME PUEDEN EXPLICAR QUE ACABA DE PASAR O PREFIEREN MAÑANA NO SER TITULARES? -volteo y veo que Roberta me está viendo, tipo diciendo «Ya cálmate», solo asiento y ella se voltea. -ESTOY ESPERANDO.
-No es nada, solo..., nos dejamos llevar, es todo ¿o no Diego?
Me voltea a ver y por un momento, me pienso el ignorarlo, pero no quiero quedarme en banca mañana, entonces asiento y digo. -Si, si, solo fue un choque, es todo.
-¿ENTONCES PODEMOS CONTINUAR? -ambos asentimos, y el profe pita. El entrenamiento continúa.

Más o menos una hora y media después, el coach dice que ya se acabó el entrenamiento, y que debemos descansar para estar bien mañana, dice que descansamos todos, porque no nos darán la lista de titulares hasta mañana.
Nos vamos a las regaderas, y yo me meto en una.
Al salir me pongo ropa, me acomodo el cabello y cuando estoy a punto de salir de los vestidores, volteo a ver a Juanpa y el también se me queda viendo, pero no hago  nada y solo salgo.

Me voy a mi cuarto porque estoy demasiado cansado, entro, me acuesto en mi cama y cierto los ojos, no pretendo dormir, solo descansar, pero alguien que abre la puerta me lo impide, abro los ojos. Como pienso que es Tomás, le digo -Cállate, que no ves que quiero descansar.
Pero la voz que me contesta no es la Tomás, ni de chiste, es la voz de la mujer que más amo. -¿Entonces quieres que me vaya? -me levanto casi de golpe y siento que me duele otra vez el tobillo, me quejo un poco pero no importa, solo le digo a Roberta: -No, no, no, perdón pensé que eras Tomás..., tú sabes que yo nunca te diría eso..., no a ti- me acerco a ella, la abrazo y ella me abraza más fuerte.
-Monstruo- me dice con voz tierna, la abrazo y le doy un beso. -Oye...
-¿Qué pasó?
-¿Por qué te peleaste con Juanpa en el entrenamiento?- me separo de ella y la veo a los ojos.
-¿Por qué me preguntas eso?
-Por tú bien monstruo, porque te quiero, y quiero que me dediques aunque sea un touchdown mañana- me río y la abrazo otra vez. -Esa es una razón, pero si quiero saber porque te peleaste.
-Era él el intenso, quien lo manda a estar friegue y friegue.
-Diego, es un deporte de contacto ¿sabes lo que es eso?
-Claro que lo sé, pero el siempre se iba contra mi.
Se ríe -Ay Diego por favor, bien sabes que no sólo se iba contra ti.
-Bueno, y a todo esto ¿por qué lo defiendes?
-Diego..., no lo estoy defendiendo, estoy siendo razonable, algo que en lo que tú nunca has sido bueno- ¿Qué? Doy un paso hacia atrás y me le quedo viendo, pero ella se tapa la cara y dice. -Perdón, perdón, me pasé, es solo que, la neta es que Juanpa en mi amigo y quiero que se lleven bien, es todo.
-Pues vaya amigos los tuyos- se ríe y se acerca más, me toma de las mejillas y hace que la vea a los ojos.
-Si, AMIGO, ¿podemos dejar ir esto? Y ya.
-Con una condición.
-¿Cuál?
-Que me des un beso.
Se ríe y me lo da, la tomo por la cintura y el beso se vuelve más intenso cada segundo, la cargo y la llevo a la cama, mi cama, en la que seguimos besándonos. Le quito la blusa que traía, supongo que ella también se acaba de bañar, porque aún trae el cabello mojado, pero no importa, me gusta. Me quito la playera y ella se quita el pantalón y me ayuda a quitarme el mío. Esto está siendo más rápido de lo usual, pero bueno, está bien, no sea que nos vayan a cachar.
Le sigo besando el cuello y ambos soltamos gemidos a coro, un poco más bajos que lo usual porque no queremos que nos escuchen.
Pero parece que definitivamente hoy el destino no está a mi favor, porque en eso entra Tomás. Roberta se levanta casi de inmediato y yo prácticamente arranco la sábana de la cama y nos tapo a los dos.
-No mames, perdón, perdón, perdón- cierra la puerta de golpe, pero Roberta le grita:
-¡Ya pasa! -el abre y dice.
-Perdón, neta, ay, no sabía que iban a estar..., bueno ya saben.
-Hay una corbata en la puerta, por sí no te fijaste- le digo y él voltea a ver la puerta, se tapa la cara y dice otra vez.
-Perdón, en serio, es más, si quieren me voy y los dejo solos.
-No, Tomás, ya arruinaste el momento de todos modos- dice Roberta y yo siento. -Nada más, ¿te puedes salir? En lo que me visto, por fa.
Tomás asiente demasiado rápido y dice -Claro, claro- abre la puerta y sale.
Roberta me dice -¿Qué tal mañana después del partido monstruo?
-Si nena- le contesto, se acerca y me da otro beso, pero Tomás grita:
-¿Ya? -nos reímos los dos y cuando Roberta se termina de cambiar, me da un beso, me dice que me ve luego y se va.
Tomás entra y me vuelve a decir -Wey, neta, neta, perdón.
-No pues ya, no hay pedo, la vida sigue- nos reímos los dos. -Mejor, tú dime como vas con lo de Pilar.
-Ah, pues de hecho ahorita le iba ir a decir, en la tarde antes del entrenamiento le dije que quería hablar con ella de nosotros, entonces en un rato la voy a ir a buscar.
-¿En serio?- asiente. -No, pues ahora si que mucha suerte mi Tommy -me levanto y le doy dos palmadas.
-Ay wey, ponte pantalón, yo que tengo que andar viendo tus miserias.
-Hermano..., ya quisieras tener lo que yo tengo.
-Oíte, si como no- nos reímos y me pongo el pants que traía.
Después de un rato, Tomás se va con  Pilar y yo me quedo solo en el cuarto, así que me recuesto en mi cama y cierto los ojos unos segundos, y aunque no tenía la intensión de dormirme, el sueño me gana.

Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora