Esto está pasando, ahora, tendré mi primera vez y no hay nada mejor en el mundo que sea con mi gatito, el amor de mi vida. Siento y disfruto cada roce de sus labios con los míos, después pasa su lengua por mi cuello y comienza a darme besos, pasa sus manos por mi cintura. Me siento como nunca me había sentido, definitivamente es una sensación que no olvidaré jamás. Admito esto no quita el hecho de que estoy nerviosa, por que lo estoy, y mucho, pero el me hace sentir segura. Justo en ese momento, el me pregunta: -¿Cómo te sientes? Tardo en contestar, pero es que no tengo palabras para lo que siento, y, cuando por fin digo -Perfecta- sin querer hago un ruido que, si no me equivoco es un gemido, entonces el ríe de manera tierna, con ese brillo en sus ojos que me encanta.
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Fue ahí cuando me di cuenta que la ropa empezaba a estorbar, así que le quito la camisa y veo su torso desnudo, se que ya lo había visto antes, pero jamás así, siento que ahora lo veo realmente desnudo, y me encanta ver cómo le resaltan sus músculos, casi nunca me fijo en esto pero vaya que es fuerte, tiene los brazos y el abdomen muy marcado, y está brilloso por el sudor que lo cubre, me fascina. Entonces el me empieza a quitar la blusa, por un momento me peniqueo y me tapo lo más que puedo, pero el me dice: -Bebé, todo está bien, estás conmigo. Me quita las manos poco a poco y me siento cómoda de nuevo, se me queda viendo un momento, como fascinado. -Mia, eres hermosa y perfecta. Me vuelve a besar, de una manera intensa pero delicada a la vez, no se como explicarlo, sus manos recorren todo mi cuerpo. -
¿Estás lista para las cochinadas? - Me dice con una carita juguetona y no puedo evitar reirme y el tampoco, pero si noté que lo dijo con una voz un poco más gruesa de lo normal. En respuesta a su pregunta, asiento, no quiero hablar, siento que si lo hago, gemiré de nuevo al hacerlo, y eso me incomoda un poco Miguel me sienta sobre su regazo y no puedo evitar notar que su amiguito de ahí abajo está contento, cuando se percata que me he dado cuenta, me dice: -Es el efecto que tienes en mi. Sonrío, y justo después me desabrocha el brasier, me sorprende su agilidad para hacerlo, por eso le digo en broma: -Vaya, parece que tienes experiencia. -Un poco, pero ninguna me ha hecho sentir como tú bebé. No se porque, pero el que me diga bebé así, me excita, es raro porque siempre me dice así, pero la manera en la que lo dice ahora, es diferente, no lo se, solo se que hace que sienta una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, y me encanta. Comienza a besar mis pechos, siento que su lengua juguetea con ellos. Definitivamente no se que me está pasando, esto que siento es de otro mundo, de verdad, es increíble. Tengo los ojos cerrados, no se porque, creo que así, no me incómoda tanto la posición en la que estamos ahora. -¿Qué pasa bebé, te molesta, te gusta? No tardo ni en segundo en contestar. -Me encanta, sigue, no pares, por favor. -Esta bien, esta bien, tranquila bebé, apenas empezamos. ¿Apenas empezamos? ¿A qué se refiere? Saben que no importa, mientras me siga sintiendo así, nada más importa. En ese momento el mete su mano bajo mi pantalón, en busca de mi parte, supongo. En efecto, eso hacia, comienza a acariciar, moviendo de arriba a abajo. No me puedo controlar, le comienzo a jalar el pelo, y grita ¿o gime?, Dios no se nada de esto. Esta sensación que siento es increíble, no tengo palabras, literal, no se que decir, sentir sus dedos en mi sexo es indescriptible, solo se que ardo como fuego y estoy demasiado excitada como parar, por eso cuando se detiene suelto un gemido de disgusto y el se ríe y dice: -Tranquila bebé, solo probaré otra cosa. Me acuesta en la cama, me baja los pantalones y los calzones, él también se quita los pantalones pero se queda con el bóxer que creo que ya está mojado. Olvido que el mundo existe en el momento en el que siento su lengua en mi parte íntima, siento como la piel se me pone de gallina, Miguel es muy bueno en esto, de verdad, no tengo nada más que hacer más que gemir. Separa su lengua y se acerca a mis labios, me comienza a besar, de una manera como nunca antes. -Viene lo mejor, ¿estás lista? No se que más esperar, solo asiento. Entonces el pone sus dedos de nuevo sobre mi parte, comienza a acariciar de nuevo, se siente increíble, de otro mundo. Después comienza meter su dedo, al principio duele un poco, pero también se siente maravilloso. Siento como su dedo entra y sale de mi, lento hasta que acelera un poco más el ritmo, después mete dos dedos más, y si duele e incomoda un poco, pero esa sensación es inexplicable. Saca sus dedos y los lleva a mi boca, me besa con tanta fuerza que siento que nada más podrá separarnos jamás. Cuando me armo de valor, decido quitarle el bóxer, entonces lo veo (su miembro), no se decir si es grande, ya que nunca había visto uno, pero lo parece. El saca un condón de su pantalón, me le quedo viendo, ya que no entiendo el porque traería un condón, pero lo ignoro. Abre el envoltorio del condón y se lo pone, depués salta a la cama, se acomoda encima de mi y me besa, de una manera, lenta pero intensa, me encanta como nuestras lenguas se llevan tan bien en este momento, como nunca antes. Pero el me despierta del sueño en el que estaba y me dice viéndome a los ojos: -Mia, si quieres que pare, me lo dices, no haremos nada que no quieras hacer, ¿está bien? Sonrio, me encanta que sea tan amable y lindo. -Esta bien gatito. -Bien, aquí vamos. Lo siento, su sexo esta dentro de mi, es enorme, sus dedos eran una cosa, pero esto, es algo completamente diferente. Veo como el casi se desmaya supongo de lo bien que siente, aunque para mi es incómodo, duele un poco de hecho, y cuando el lo nota me dice: -¿Me detengo? Lo pienso un momento, pero me decido a decirle que no, que continúe. Después empieza a ir un poco más rápido, ya no duele tanto como hace algunos segundos pero aún es incómodo. Sin embargo, ya siento un poco mejor, esa sensación, estoy con el, finalmente estoy con el, después de tanto y eso hace que se me olvide todo el dolor y solo me deje llevar. -Mia, te amo- Dice en mi oído, casi ahogado en su sudor y el placer que siente mientras entra y sale de mi. - Yo a ti, Miguel, yo también... -Me quedé sin voz oir un momento, pero cuando me recupero le digo -Yo también te amo- En ese momento el suelta un grito, me besa, y después saca su miembro y se acuesta a mi lado. Siento un placer inmenso y se que estoy empapada de ahí abajo, lo sé. El se quita el condón, le hace un nudo, lo tira en el bote de basura, se pone el bóxer, va al baño, y me trae papel. -Sécate bebé. Me limpio y al igual que el, tiro el papel a la basura, y me acuesto con él en la cama. Estamos empapados los dos, el me abraza y me estrecha contra si: -Mia, gracias por dejarme ser el primero en tu vida, te amo, y siempre te amaré bebé. Cuando me volteo para contestale, el ya está dormido, se ve tan hermoso, tan inocente, de verdad,no entiendo en que momento me enamoré tanto de él, y así sumida en mis pensamientos, caigo rendida, y quedo dormida al igual que el, con la seguridad, de que cuando despierte, él seguirá aquí acostado a mi lado.
