Capítulo 64

279 12 2
                                    

ROBERTA

Ya es domingo y aunque yo creía que lo iba a pasar en casa, Diego llegó y me dijo que Tomás nos había invitado a un lugar que cabaña de conocer y que estaba increíble, y como realmente lo idea de estar en mi casa encerrada no me encantaba, acepté, y creo que acabamos de llegar al lugar.
-¿Y nada más con Tomás?
-Bueno..., con Verónica también.
-Ah.
-¿No te molesta?
-No, el que me lleve como perros y gatos con la marquesa tampoco significa que la deba odiar a ella también.
-¿Estás segura?
-Si, estoy segura- me acerco a él y le doy un beso.
-Bueno, vamos entonces.
-¿Es aquí?
-Ajá- se baja del coche y me abre la puerta, el lugar se llama Pop's, se ve lindo por fuera, pero me sorprende nunca haber escuchado de él.
Entramos y justo vemos a Verónica y Tomás en una mesa y nos dirigimos hacía ellos.
-Que onda mi Tommy- dice Diego y se la choca, Verónica y yo solo nos si ganamos a saludarnos como niñas pequeñas, con la mano y nos sentamos.
-Bueno, ¿y de qué hablaban?- dice Diego.
-De que como te gusta comer a ti, de seguro aquí te encanta, está..., riquísimo, te lo juro.
-Si tú lo dices.
-Oigan y..., ¿ya andan ustedes dos?- digo yo.
-Pues...- empieza Tomás.
-Si- termina Verónica.
-¿Entonces si te animaste?- dice Diego.
-Pues claro que si.
-¿Y qué pasó con Archie?
-Resultó ser un completo idiota- le contesta V a Diego. Y en eso un señor se acerca a nuestra mesa.
-¿Ya saben que ordenarán?
Tomó la carta y reviso, pero antes de que yo pueda decir algo, V dice: -Lo mismo de siempre Pop, solo que por cuatro.
-Claro que si Verónica- dice y mientras se aleja ella le agradece.
-¿Ya lo conocee?- le digo yo.
-Si, es que a mí hermano y a mí nos gusta mucho aquí, y venimos muy seguido.
-¿Y si está rico?
-Créanme, rico es poco.
Y por fin la conversación se tranquiliza y se suelta un poco más, y por lo que veo, si se ve que se quieren, no es que sea experta, pero bueno, no es difícil darse cuanta, y aunque Tomás tampoco e s mi mejor amigo del alma, me da gusto verlo feliz. Creo que es porque si él está feliz, Diego está feliz de que el esté feliz, y si Diego está feliz, yo estoy feliz, y si ambos estamos felices, todo está perfecto. No sé muy bien que acabo de decir, pero bueno ya no importa porque la comida llega.
-En serio, les va a encantar- dice ella y eso hacemos.
-No manches, está súper buena- digo yo y todos se ríen.
-Si, demasiado.
-Yo les dije- y así seguimos hablando y comiendo, hasta que terminamos por fin, ya casi anochece y ellos dicen que van a ir a ver una película al cine, así que nos despedimos, obvio antes pagamos y cada quien se va por su lado.
Cuando ya estamos en el coche de Diego el dice -¿Te llevo a tú casa?
-Pfff- se ríe. -¿Sabes qué?- me volteo hacía él.
-Dime.
-El otro día, en la fiesta de Danna, cuando viste a Giovanny...
-Ajá- lo tomo del cuello de camisa y me acerco a él, pero en eso una punzada horrible, malditos cólicos. Lo suelto, me acomodo en mi lugar y me dice: -¿Qué pasa?
-Nada, mejor si a mi casa.
-No, a ti te pasa algo, ¿qué es?
-No quieres saber.
-Si tiene que ver contigo claro que quiero saber- lo volteo a ver y me río, poco después el también medio riendo me dice: -No, ya dime, en serio ¿qué es?
-Bueno..., es que... NO, ES MUY INCÓMODO.
Se ríe -Creo que ya sé que es.
-¿En serio?
-Estás en tus días ¿verdad?
-Puede ser- se ríe. -No te rías, créeme que para mí no es divertido- le doy un empujón.
-Bueno, bueno.
-Además, para ti tampoco está bien, porque no podremos hacer nada en una semana.
-¿Y por qué no?
-¿Qué?
-¿Quién dice que no se puede?
-¿Lo estás diciendo en serio?
-Si, bueno, nunca lo he hecho, pero siempre hay una primera vez para todo ¿no? Claro, solo si tú quieres- me río. -¿Qué?- lo dice riéndose también.
-Estoy tratando de averiguar si lo dices en serio o en broma- nos reímos.
-Lo digo en serio, ¿quieres?
-Lo pensaré de aquí a tú depa.
-Va- nos reímos. Saco mi celular para mandarle un mensaje a Alma de que me quedaré con Diego hoy, a lo cual solo responde con un «Cuídense», lo tomaré como un «Tengan cuidado al manejar» y no como a lo que creo que se refiere, al final solo contesto con un «Está bien».
Durante todo el camino Diego solo me va haciendo bromas sobre el hecho de que estoy en mis días, pero aún así, si consideró su oferta, más que nada por curiosidad para saber cómo se siente.
Ya cuando llegamos, subimos a su depa, y al entrar, me dice:
-Entonces ¿qué pensaste nena?- dice mientras se acerca a mi cuello. Cuando siento su respiración y su nariz rozándome le digo:
-Que eso es trampa- nos reímos. -Pero está bien, solo por que es contigo monstruo.
Sonríe y comienza a besarme, beso que poco a poco se va poniendo cada vez más intenso. Me carga y me lleva hasta la habitación, cuando llegamos se quita la camisa y el pantalón, y a mi me ayuda a quitarme la sudadera, la blusa y el short que traía, si, traía mucha ropa hoy, pero para ser sincera, no creía que me la iba a tener que quitar, pero henos aquí.
Se coloca sobre mi y sigue besándome, y entonces, cambiamos y ahora yo estoy sobre él, me desabrocha el brasier en un segundo, a veces me sorprende que sea tan bueno en esto.
Comienza a besarme el cuello, hasta que se levanta, se quita el bóxer y a mí el calzón, y en un segundo a otro, ya está dentro de mi. Hasta el momento, todo va bien, creo que incluso se siente mejor. Admito que estaba nerviosa, aterrada, tal vez, pero, ahora no me arrepiento.
A cada segundo él acelera el ritmo, mientras se hunde en mi cuello y lo besa, yo lo tomo del cabello, como sé que le gusta.
-¿Estás bien?- me pregunta.
-Si- digo a penas.
-¿Quieres seguir?
-Diego...- le digo de tal forma que sonó más como si le estuviera rogando, pero lo importante es que siguió.
Y así seguimos, hasta que ambos llegamos al punto, creo que yo lo hago antes, pero él no tarda mucho, y cuando lo hace, me penetra por última vez y pone su cabeza en mi pecho, mientras yo lo acaricio de la espalda y la nuca.
-Eso estuvo...
-Increíble- nos reímos los dos.
Sale de mi y se acomoda a mi lado, quedamos uno frente al otro, me acomoda el cabello como suele hacerlo y yo le acaricio su pecho.
-¿Estás bien?
-Perfecta- se acerca a mi y me da un beso.
-Te amo.
-Te amo monstruo- se coloca boca arriba y yo me recargo sobre su pecho. El me acaricia la espalda y yo solo lo abrazo.
Pasan un par de minutos, y por más que odio interrumpir el momento, necesito ponerme algo, sino, no podré dormir pensando que voy a manchar la estúpida cama.
-Monstruo- digo casi susurrando.
-Dime.
-Necesito vestirme.
-Ah, si, está bien- ambos nos levantamos, pero él solo se pone un short, y yo voy hasta el baño y me cambio el tampón, definitivamente «ODIO» hacer esto, pero ya, es lo que se tiene hacer.
Me pongo el calzón y en eso Diego toca a la puerta, le abro. -¿Qué pasó?
-Ah no nada, solo quería saber si..., querías una playera mia, para que estés más cómoda- me estira la playera y yo la agarro y le doy un beso.
-Claro que si.
-Bueno- ya ni siquiera cierro la puerta, solo me pongo la playera y regreso a la habitación, Diego está acostado revisando su celular y yo me acuesto a su lado y lo abrazo.
-¿Qué ves?
-Ah nada, solo estaba hablando con Tomás, sigue con Verónica.
-Quien lo viera- deja su celular en la mesita de noche.
-Ya lo sé, yo llegué a pensar que si iba a terminar con Pilar.
-Yo también, por eso me sorprendió cuando supe que cortaron.
-Si..., pero la neta si lo veo muy clavado.
-Si, yo también.
-Digo, tampoco está tan clavado como yo contigo, pero, así se empieza- me río, levanto la cabeza y le doy un beso.
-Buenas noches.
-Buenas noches- nos acomodados, y al final, él termina acostado boca arriba y yo estoy recargada a su lado, su brazo me rodea y yo tengo ambas manos en su pecho. Quiero dormirme ya, pero siento la necesidad de decirlo, antes de dormir no sé porque, pero el decírselo y que el me lo diga, me tranquiliza de una manera impresionante.
-Diego..., te amo.
Se rie, me da un beso en la frente y dice -Te amo Roberta.
Y entonces, no duro ni dos minutos más despierta.

Rebelde 4ta Temporada: El Último Año En El Elite ¿Todo Será Igual? (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora