Capítulo Diecisiete

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Zack en multimedia.

Narra Jay.

Eso fué lo que pensé cuando decidí levantar la manta café, un escalofrío recorrió cada centímetro de mí al ver lo que había debajo, pequeños Bultos prensados y ordenados en filas horizontales y verticales, un olor penetrante me invadió junto a la preocupación al reconocer lo que era: Crack y varios conjuntos De drogas.

Mi impulso de preocupación me llevó a girarme bruscamente hacia Ronnie, quería protegerla agarrarla y salir de aquí, ya que la "mercancía" que este psicópata transporta son drogas, seguro está armado y tiene contactos con los cuales sólo dios sabe quien rayos son, no teníamos idea de lo que era capaz y si realmente se dirigía al hospital, pero cuando me volteo para mirarla, un golpe repentino se estrelló en mi cara, difundiendo un dolor que me cegador e infernal, entonces sé que quedé inconsiente, supongo.

Por que cuando desperté, estaba sudado, me dolía la frente y sentía como si hubiera corrido un año sin parar. Ví a Ronnie y se me aceleró el corazón y sentí el impulso de correr hacia ella, estaba tratando de gritar, pero una cinta cubría sus boca, estaba roja de tanto luchar contra los nudos que habían en sus muñecas, pero no pude llegar hacia ella ya que caí en cuenta que también estaba amarrado a un poste de metal, alto, parecido a uno para banderas.

Miré a mi alrededor, estábamos solos en un lugar húmedo y abierto, una especie de patio trasero pero muy silvestre, había una pequeña casa o refugio, donde imagino que está el maldito de Zack, recordé aún su sonrisa falsa, fuí un estúpido en acceder y dejar que nos llevara, nos puse en peligro de nuevo.

No hay como describir lo mal y enojado que me sentía.

Traté de gritarle pero una cinta también cubría mis labios.

Luego miré mi herida, estaba hinchada, tal vez infectada, el dolor era horrible pero de alguna manera mis sentimientos eran más fuertes en este momento y todo junto me dolía a su manera. Pensé en que me podrían amputar la pierna si sigo perdiendo sangre y tiempo, lo cual me dolía más.

Al mirar a Ronnie de nuevo me sentí vacío.

Al frente de mi se hizo pequeña, hundiendo su cabeza entre sus rodillas lloraba, su herida también se veía fatal, necesitaba ver su sonrisa, necesitaba oír su voz y necesitaba un abrazo de ella que me dijera "todos estará bien" así tanto como ella y yo sabemos que no es así.

Necesitaba todos eso de ella y no podía tenerlo aún así teniéndola al frente. Por que no hay peor que esto, extrañar a alguien que está tan cerca, es peor que extrañar a alguien que está lejos, que no sabe que sientes realmente, cuando la persona que esta cerca vive contigo el momento. Es Tortura.

Ronnie se quedó dormida mientras la observaba, ojeras cafés se encontraban bajo sus ojos, yo era un inútil, no sirvo para ser un héroe, los héroes no dejan que estas cosas pasen, y yo bueno. Esta pobre chica no tiene a un Superman como enamorado. Pero así no sea un superman, me prometo desde hoy salir de esto. ¿Nos tienen secuestrados? Seré el rebelde rehén que nos saque de aquí.

Me estaba quedando dormido también pero ni loco lo haría, calculando el color del cielo serían como las 5pm, ella aún dormía hasta que un portazo se escuchó y me asusté cuando vi como se asustó ella, se despertó de repente y me miró alarmada. Sus ojos se encontraron con los míos, transmitían preocupación, tristeza y rabia, estábamos a metros pero quería llegar a ella.

Mi mirada se desvió cuando otra puerta se abrió y esta vez es la puerta que conecta este patio hasta la casa.

Era Zack.

Perfectas ImperfeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora