Capítulo Veinicinco

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Me encontraba respirando con dificultad, mi pecho subía y bajaba y todo a mi alrededor se desvanecía lentamente convirtiéndose en objetos irregulares y deformes que al verlos me hacían sentir felicidad interna, me había trasladado de la habitación en la que me tenían a un lugar del cuál no quería irme jamás, un lugar donde encajaba completamente.

Ese lugar sólo era un maldito efecto, efecto del cuál al despertar me dí cuenta de la realidad, me habían drogado.

No sé realmente que me habían hecho o cuánto tiempo habría pasado, pero al despertar me econtraba sola y acostada en el suelo de la habitación, en una esquina en la cual, se encontraba totalmente lejos de donde recuerdo haber retrocedido tratando de evadir al tipo, a mi al rededor todo estaba destrozado y yo tenía la camiseta mojada, un escalofrío me invadió y me sentí débil, inútil y asustada.

Lo que más me angustiaba era que la pequeña escapada al mundo de félicidad, me había gustado y quería más, realmente lo quería, era como si tuviera hambre pero no de comida.

Sé que de nada servía pero yo sólo lloraba todo el día, es decir, ni se imaginan lo que es estar en una circunstancia como esta.

Mucho después de darme cuenta de lo que me habían hecho, luego de que mi ropa ya estaba seca pero sucia, la puerta se abrió y me quise encoger del miedo, era Zack, al menos en sus manos no llevaba nada y eso me alivió, un poco.

- No te haré daño - dijo fríamente al ver la angustia que yo cargaba - hacerte daño físico realmente no me interesa - me miró de pies a cabeza y tragué en saliva.

Se sentó, llevó a su mano al bolsillo y sacó un cigarrillo encendiéndolo con su otra mano.

- Entonces, ¿Qué quieres de mí? - Me atreví a decir con voz quebrada, jugueteando con las puntas gastadas de mi cabello.

- Ronnie - enseguida oí mi nombre me giré bruscamente hacía él con un vuelco en el corazón, pues el nunca supo mi nombre, o eso pensaba. - Tu, tu noviecito y su trágica historia terminando en el hospital, no sabes lo mal que me perjudicaste, ese día cuando decidiste ser la heroína del momento, desde entonces - hizo una pausa y nuestros ojos se encontraron, el sacó un sobre gris, y lo abrió sacando fotos, planos, horas, fechas, personas cercanas y miles de documentos que investigaban todo sobre la vida de Jay y mía, les eché un vistazo y me volví hacía el asustada - Desde ese día te he investigado, a ti y a él, Ronnie Manson, me has hecho perder a mí y a los míos miles de dolares en drogas que contenía la camioneta, que también me hiciste perder, miles de dolares que casi me arruinan, y ahora quiero el doble, pues no te haré daño, por ahora.

Sí Zack esperaba a que yo le delvolviera sus miles de dolares y así me dejaría libre, estaba perdida, por que jamás conseguiría tal dinero.

- No tengo ese dinero - dije a lo bajo - él necesitaba atención médica, y tú fuiste un maldito idiota con nosotros, si nos hubieras ayudado nada de esto habría pasado, y, ¡Ahora quieres que paguemos algo que es culpa tuya! - estaba hirviendo de rabia, siendo ridídulo lo que él nos estaba demandando, me rectracté de lo dicho al ver que él también se había alterado.

Se levantó tirando el cigarrillo al suelo, se acercó hacía mí y me sujetó por el cuello de la camisa, haciéndome levantar del suelo y que un botón callera de su lugar, lo único que se oía era su respiración acelerada junto a mi cara y el leve ruido que hizo el botón al caer.

- Se nota la poca experiencia que tienes, linda, cuando te metes con la mafia, no hay quíen te saque si no haces lo que te piden, así que cumple tu mierda y saldrás a ver a tu noviecito y a seguir la mierda que llamas vida, es más - me soltó con brusquedad, el olor a cigarrillo que había dejado cerca de mi rostro, me mareaba, debido al poco espacio de la habitación.

Zack sacó de su bolsillo su teléfono y comenzó a teclear en él, luego oprimió la tecla de llamada y fruncí el ceño cuando puso altavóz y el teléfono de la otra línea sonaba.

Mis ojos no pudieron evitar soltar lágrimas que estaba tratando de ocultar, cuando escuché la voz de Jay.

- ¿Aló? - miré a Zack quien me sonreía victorioso - ¡¿Aló?! - esta vez sonó a desespero.

Narra Jay

- No hay tiempo para saludos, cada minuto que gastas hablando conmigo en este momento, le suma minutos a un daño más rápido que le haré a tu amorsito, así que si de verdad la quieres, tienes una semana para conseguirme la suma de dinero que exactamente en media hora te llegará por mensaje de texto - cuando iba a responder, preguntar quíen era o por que hacía esto me interrumpió - Ah, y si se te ocurre la estupidez de rastrear este número o buscar a la policía, la mataré.

El sujeto colgó y no supe más, me preocupé, realmente estaban pidiendo una suma rescate por Ronnie, pero eso no era lo que más me preocupaba si no lo que le podrían llegar a hacer, apreté mi mandíbula y mi puño recorrió el teléfono en mi mano.

¿Cómo diablos obtuvieron mi número teléfonico?

Yo me encontraba en la comisaría, con la madre de Ronnie, el idiota de Hunter y la amigas de Ronnie, ya la habíamos reportado como desaparecida mucho antes de la llamada, y ahora sinceramente estaba preocupado de que sabiendo que la hemos reportado, Ronnie sufra las consecuencias.

Ellos no habían escuchado mi llamada, ya que apenas sonó mi celular, salí de allí, la madre de Ronnie estaba devastada, perder a tu hija dos veces en unos meses no era fácil, a Dinna la estaban interrogando, con esperanza de obtener información sobre el físico de los tipos o alguna otra cosa, Hunter se mostraba preocupado y molesto por el asunto, no nos habíamos dirigido muchas palabras, ambos estabámos interesados en encontrar a Ronnie, había pasado ya cinco días desde su secuestro, en cuanto a la graduación, fué pospuesta por nueve días por lo sucedido.

No pensaba contarle a nadie sobre la llamada, prefería hacer esto sólo.

Al irnos de la comisaría, los policías dijeron que harían lo posible, cada uno decidió no hacer más por hoy, aunque todos estos días han sido un infierno para mí, justo cuando tengo una conversación pendiente con Ronnie sucede esto, no he podido dormir sabiendo que ella no está en su casa descansando en absoluto cofort y pensar que no la podré ver en quizás semanas, sin saber cómo está, es jodido.

Al llegar a mi casa, trás escoltar a la mamá de Ronnie a su casa y mostrarle mi apoyo, evadí las preguntas de mis padres y escapé a mi habitación diciendo que me sentía cansado y que hablaríamos luego del asunto, revisé mi teléfono y ví que había recibido el mensaje, pero llegaba de un número diferente al que me habían llamado.

- 24,500,00$, nueve días, gimnasio del instituto 4:30 am, tú sólo, o amanece muerta en tu puerta.

Un mensaje muy puntual que había hecho mi piel erizar.

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N. Autora

Hello, no ha sido largo pero me ha costado este capítulo realmente, así que voten, comenten y sigan leyendo, los amo!

Perfectas ImperfeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora