Capítulo 6 : Sentimientos

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"Si tu supieras que por ti me muero,que yo te quiero,te quiero,te quiero..."

Creo que esta canción va muy bien con los sentimientos de James hacia Amy

Me paré frente a la puerta de su casa y con muchísimas dudas y sobretodo vergüenza toqué con mi puño la madera dos veces.
Estaba muriéndome de nervios,pero ya era tarde para volver atrás.

Odio manejarme por mi enojo,siempre termino haciendo todo al revés y sin pensar. Si hubiera tenido un poquito más de cerebro las cosas hubieran sido diferentes.

No debí venir aquí,no debí venir aquí

Minutos más tarde la puerta se abrió dejando ver el rostro tan...perfecto de James.

Maldición Am deja de pensar en esas cosas y concéntrate de una vez

Mi mirada se encontró con la suya. Sus ojos tan azules como el cielo pero a la vez de un color extraño,eran algo así como matices de blanco y celeste mezclados,hacían que me perdiera en ellos. Su cabello castaño claro casi rubio cayendo despreocupadamente hacia un lado,su perfecta mandíbula y como olvidarme de su perfecta sonrisa,hacían que me olvidara del motivo por el que había venido hasta aquí. No tenía palabras para describirlo,era el chico más hermoso que jamás había visto,lástima que tenía pocas neuronas y a su vez era un idiota,pero bueno,no se puede todo.

- ¿Viniste a buscar algo? - su voz me sacó de mi trance y volví a la cruda realidad.

- Tu sabes bien a que vine - respondí cortante,mientras intentaba dejar de observar su perfecta sonrisa.

No,no sabes - mi subconsciente habló por mi

- Déjame pensar... ¿Me extrañabas? - sonrió de forma arrogante.

Y aquí vamos de nuevo....A esto me refería cuando decía que tenía pocas neuronas.

- Devuélveme mi tenis imbécil - dije furiosa

- No lo haré

- Dámelo o te juro que te partiré la cara - di un paso hacia adelante para resultar intimidante,pero obviamente no funcionó. Él era más alto que yo, y no digo que yo sea bajita pero no era tan alta. Nunca me fue muy bien en calcular alturas pero él rondaría en 1,80

- No te daré ese tenis,es mi regalo más preciado

Un momento ¿Mi tenis era como un tesoro para él? Awwww

Pero que tonta eres Am deja de pensar estupideces

- ¡No era un maldito regalo idiota! - lo golpeé con las palmas de mis manos en su pecho pero él no pareció inmutarse. Solo se reía de mi.

- Siempre tienes que ser tan loquita dulzura

- ¡Deja de llamarme así! - ya me estaba frustrando

- Prefieres....¿Mi amor? ¿Cielo?... - dió un paso hacia adelante y nuestros rostros quedaron a unos centímetros de distancia. No pude concentrarme en lo que estaba diciendo debido a que solo podía observar el movimiento de sus perfectos labios. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro. Levanté mi vista y me encontré con sus atrapantes ojos azules mirándome fijamente.

Entre tu y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora