Capítulo 20 : Nuevas pistas

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Dos semanas después...

Amy

Habían pasado ya dos largas <prácticamente eternas> semanas desde aquel incidente en la cabaña.
Mi cabeza no ha podido dejar de dar vueltas con respecto a ese asunto del siniestro hombre que ingresó a la cabaña aquella noche.
He decidido no pensar mucho en ello, puesto que cuanto más pienso más me aterro y eso no me ayuda en lo absoluto.

Por su parte, no he hablado con James durante este tiempo,y no es que él no haya querido contactarme,sino todo lo contrario,pero he decidido que debo tomarme un tiempo para pensar las cosas con claridad.
Todo lo que ha pasado entre nosotros ha sido una locura,un error...y aunque quiera verlo de otra manera solo fue eso,algo pasajero.
James no es el tipo de chico que corre detrás de ti con un ramo de flores,o te regala chocolates y esas cursilerías. No lo conozco demasiado,pero he podido ver actitudes que me lo han dejado muy en claro.

Ahora me encontraba observando desde la ventana del segundo piso de la cabaña el armonioso paisaje que brindaba el horizonte.
Era un día soleado como todos los demás,simplemente una mañana hermosa.
Me recosté cómodamente sobre la silla de madera que yacía frente a la ventana y no pude evitar suspirar al centrar mi vista en el paisaje detrás de los cristales. Desde aquí todo se veía tan fácil,tan simple,tan...acogedor o tranquilo de alguna forma,pero yo más que nadie sabía que esto era todo lo contrario.

Mi estadía aquí había sido bastante corta,pero el largo mes que llevaba en este lugar me había vuelto loca. Estaba completamente cansada,aterrada y sobretodo agotada por la agonía que era cada día. Ya no podía vivir con el terror que me ocasionaba la caída de la noche,encerrándome en el baño por el temor a que alguien me atacase y acabara con mi vida en un simple chasquido de dedos.
Ya no dormía ni me alimentaba de la forma correcta. Las ojeras bajo mis ojos eran la clara evidencia de que cada noche era un calvario para mi ser.

Mis amigas por el contrario no tenían ninguno de esos problemas. De hecho desde que habían llegado parecían vivir en un burbuja en la que todo era perfecto,pero no sólo ellas,sino todas las personas que se encontraban aquí. Ello me hacía preguntarme ¿Acaso soy la única persona que puede ver lo que realmente es este lugar?
Cuando subí por la escalera hasta llegar a la habitación aquella noche después del ataque,me sorprendí al ver a mis amigas durmiendo plácidamente sobre sus camas. Si sabía que ellas tenían el sueño pesado pero ¿Podía llegar a ser tanto que no podían oír a una persona gritar y el escándalo del primer piso?
Cuando intenté hablar con ellas ninguna me creyó una palabra,y las marcas que habían quedado en mi piel después del ataque se habían desvanecido por arte de magia,dejándome sin pruebas.

Para mi maldita suerte solo me quedaba una semana aquí,y sabía lo que ello significaba,al fin libertad.
Me sentía presionada en este lugar, como si se tratase de un ave enjaulada.
Este lugar me consume,consume mi energía y me vuelve débil e incluso tonta. Todo el mundo dice que estoy loca pero yo se que no es así,puedo percibir una extraña energía que me sigue a todas partes haciéndome sentir perseguida y en constante temor.
Pero pronto eso podrá terminar. Ya no puedo esperar a salir de este maldito lugar y volver a mi vida normal. Poder ver a mis padres y seguir yendo a la universidad como siempre lo hacía. Extraño mi antigua vida...

- ¿Amy? - la voz de Sarah me saca de mi trance haciéndome volver de lleno a la terrible situación en la que me encuentro. Decido no responderle,manteniendo mi vista fija en la ventana. A pesar de que es mi amiga,sus actitudes hacia mi no han sido de las mejores y por ende me he mantenido distante y cortante con todas ellas. Con el tiempo he logrado confirmar lo que me temía,yo no les importo en lo más mínimo,al parecer ellas solo hacen lo que más le convenga a su persona.

Entre tu y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora