¿Alucinaciones o aclaratorias?
En mi sueño, caminaba por un lugar vagamente conocido. Lo había visto, sé que en algún momento había visto ese lugar, pero no recordaba en dónde o cuándo, por lo que no estaba segura.Las paredes blancas y el suelo liso brillante indicaba que era un hospital, sin embargo, las lámparas parpadeaban, y eso daba aire de un frío y abandonado lugar. Un frío y abandonado hospital.
Aún así, seguí caminando sin tener idea de adónde iba, mis piernas se movían por sí solas en el largo y resplandeciente pasillo. De momento, la imagen cambia, en lugar de un pasillo me veo en un cuarto, el lugar es parecido a un quirófano y solo el centro de la habitación está iluminada por una pequeña bombilla, bajo esta reposa una camilla, el resto está a oscuras.
Doy pasos a la camilla observando la bandeja con utensilios que aguarda a su lado. Me frustro al no tener el control de mi cuerpo y mis músculos se tensan bajo mi agarre, ejerzo presión y a cambio, recibo un calambre. No puedo retroceder, solo me toca avanzar hasta llegar y observar la blanca y delgada sábana que cubre al cuerpo.
Mis manos recorren la figura sobre la tela hasta llegar a la punta del dobladillo, arranco la sábana sin previo aviso descubriendo mi reflejo, tendido sobre una camilla.
Mi cuerpo sin vida.
La piel se ve sumamente pálida, delicada como la porcelana, decorada por unas horribles venas moradas que parecen recorrerme de punta a extremo, me atrapan como si de una red se tratara.
Siento el sudor bajar por mi espalda, mis labios sellados me impiden soltar alguna palabra, aunque no tengo en claro qué decir o qué hacer, solo sé que soy la espectadora de mi propia muerte
Un peso peso cae sobre mi hombro, una mano. Una firme y caliente mano que me hace estremecer, pero eso no es lo que me aterra, lo es el sujeto que veo tras de mí...
—¿Me extrañaste?
Me habla mi creador.
Cuando despierto me vuelvo un manojo de nervios, las sábanas se me adhieren al sudor y me tomo unos segundos hasta que mi pulso se estabiliza.
Parpadeo varias veces para aclarar la vista y notar lo vacía que está mi habitación. Con la sábana, me limpio de las mejillas una mezcla de saliva, sudor y lágrimas.
«Volvio a pasar»
No veo rastros de Dina, a un lado de la cama el reloj marca menos de las siete treinta, los fuertes rayos del sol entran por la ventana. Obligo a mi cuerpo a levantarse y empezar el día con lo que espero sea el pie derecho.
Me visto tomándome el tiempo de pensar en las jugadas que me hace mi mente cuando estoy dormida, no es la primera vez que tengo sueños raros, aunque siempre tengo sueños raros, no es la primera vez que despierto empapada de sudor al punto de asfixiarme ya que mi propio cuerpo comienza a obstruir el paso del aire.
Sin embargo, lo único que tienen en común mis pesadillas son las personas que aparecen en ellas, o las que son mencionadas, al menos una en específico.
Mi Creador.
¿Quién es mi creador? No tengo idea, cada que mi mente me tiende estos juegos por instinto sé que quién me habla es mi creador. Nunca he visto su cara. Nunca he oído su voz de una manera clara o entendible. Mi cerebro es capaz de reproducir al mismo sujeto un sin fin de veces, pero no revela la identidad de dicha persona, solo me proporciona pequeños pedazos de información que no llenan ni la mitad de las dudas que he tenido.
ESTÁS LEYENDO
EXTINCTION
Mystery / ThrillerUn pequeño pueblo aislado de la Gran Ciudad, se ve atacado por una serie de sucesos totalmente alarmantes. Cosas extrañas empiezan a suceder, las cuales llenan de miedo a los habitantes. Nadie nunca podría imaginar que los acontecimientos por los q...