Capitulo 1.

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Principios de año.

Camdreith.

Alice.

—...Confirmado. Este viernes 13, fueron hallados cuatro cadáveres de personas con identidad desconocida en las afueras de nuestro pueblo, Camdreith. Aún no se comprueba la causa de muerte, pero existe una alta posibilidad de que sea por intoxicación...

Apagó la radio luego de escuchar cómo confirman otro de los rumores del pueblo. Esto es solo un poco de rutina.

Cada semana se anuncia una serie de personas desaparecidas o informan la cantidad de cadáveres encontrados. Nunca mencionan la identidad de tales sujetos.

No es nada nuevo, tengo entendido que estas cosas vienen pasando desde hace algunos meses. Muchos de los habitantes están aterrorizados por dicho motivo, puede que esas personas tengan miedo, pero yo no.

No creo en ninguno de los rumores que han estado esparciendo, pues son solo eso: rumores. Cosas que las personas del pueblo inventan para atemorizarse unos a otros y así lograr que la gente de la Ciudad se fije en nuestro pueblo.

Camdreith, es un pequeño y aburrido pueblo que se encuentra aislado de la civilización a excepción de la Ciudad: Cincinnati. La cual se encuentra a dos horas de camino en coche. Las palabras perfectas nos describirían como “pueblo fantasma,” ya que las personas de afuera no tienen idea de nuestra existencia y las personas de adentro solo se esmeran en llamar la atención de los habitantes de la Ciudad. 

Llevo dos años viviendo en este pueblo, me mudé unas semanas después de cumplir los quince años luego de que una contagiosa enfermedad atacará a mi ciudad en Poala. Poala solo fue una de las muchas ciudades contagiadas, pero el caso era que las personas comenzaban a morir poco después de contraer el virus.

Un virus mortal que acabo con el cincuenta por ciento de la población o tal vez más, y entre esos, mis padres.

Me fue imposible asistir a su entierro puesto a que las ciudades entraron en cuarentena. No los pude ver después de su muerte.

Por otro lado, las personas que sobrevivían al virus se volvieron frágiles, algunos murieron días después de curarse, otros quedaron deficientes de salud, algunos con tan bajas defensas que eran propensos a contraer las enfermedades que habían en el ambiente.

Por lo tanto, mi tía Lilian se ofreció a encargarse de mi cuidado en un pueblo que sorprendentemente, paso desapercibido ante el virus. Lilian Cárter fue la hermana mayor de Dan Cárter y cuñada de Eloísa Millar, mis difuntos padres.

Le tengo cariño a Lilian, pues es la persona encargada de mi custodia al no tener más familiares allegados, sin contar que ha sido uno de mis principales apoyos en diferentes ocasiones.

El pueblo es tan pequeño que todos los habitantes nos conocemos entre sí. Algunas personas se visten como campesinas, puede que exagere, pero así se ven a mi parecer, las mujeres usan faldas y a veces túnicas largas, los hombres optan por usar trajes anchos y opacos, pero todos intentan guiar a los más pequeños por el mismo camino.

No existen televisores grandes o de marca, tampoco equipos de sonido o algún otro aparato lujoso, esas cosas están fuera de nuestro alcance, somos un lugar cuya única comunicación existente es la radio, a veces me pongo a pensar y creo que estas personas no tienen idea de que afuera hay un mundo con artefactos tecnológicos.

EXTINCTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora