¿Qué harás el domingo?
Cierro con llave la cabaña para después quitarme el uniforme.Luego de que dieran por finalizada mi lucha con el Capitán, tarde un par de horas en las canchas de entrenamiento sin hacer nada en específico, solo caminaba de un lugar a otro viendo a los Soldados que entrenaban.
Ellos en ningún momento se fijaron en mí, no me hablaron, ni se acercaron, pero sabían que yo estaba allí, sabían que los estaba observando, pero actuaban como si yo no estuviese.
Ignore todo por completo dándole solidez a las palabras de Roger: no pienso antes de actuar.
No pensé en cómo terminaría la lucha, tampoco en lo que haría después de perder o en lo que las personas dirían, porque yo no iba con mentalidad de perdedora, iba con todas las de ganar. O eso esperaba.
Sólo me dejé llevar por el momento haciendo que la advertencia de Agatha se cumpliera: los que estaban abajo me vieron en el suelo.
Pero eso no volverá a pasar.
Porque esto es como una carrera en la que los débiles no avanzan, ellos se obstaculizan dejando un camino libre para aquellos que quieren destacar, y todos en el Sistema quieren destacar.
Cosa que yo no he echo si en los únicos ámbitos que resalto no me favorecen. No estoy manteniendo la imagen que suponía debía prevalecer desde un principio, tengo que mejorar eso.
Ese día por la noche, sueño con las Aves Cantoras que ví en el laboratorio privado, ellas hablan en lugar de cantar, y no en un tono melodioso e hipnotizante, tampoco chillan o aturden. Ellas gruñen, con voz áspera y seca: «Los Soldados resisten» «Los Soldados resisten»
Vuelan sobre mi cabeza repitiendo las mismas palabras una y otra vez, y solo cambian de frase para decir: «Te ves ridícula»
Luego despierto y comprendo que no era la voz de las Aves Cantoras la que escuchaba, era la del Capitán Roger que se había intercalado en mis sueños.
Duro bastante tiempo observando con el ceño fruncido las líneas torcidas del techo, sintiendo la comodidad de lo que antes no tenía, como el aire acondicionado, una sábana gruesa o una almohada de plumas. La variedad que hay en comida, los uniformes que ahora tengo y las bolsas que nos otorgaron con ropa y útiles de higiene. Todo sin esperar nada a cambio, sin ninguna exigencia por cumplir más que aprobar el mes en periodo de prueba.
No puedo protestar por la manera en que he sido tratada, tampoco determinar si es así como los Superiores y Capitanes disciplinan a los estudiantes, ya que para ellos todos somos Soldados y sería lógico que dispongan de nosotros y nos traten con firmeza.
Me levanto, camino al baño y me doy una larga ducha en la que disfruto del agua tibia que sale del chorro.
En el Sistema estoy viviendo bien y, hasta ahora, no me falta nada, yo en Camdreith no tenía un futuro garantizado. Pero aunque no se evidencie, tengo cierta inseguridad cada que me topo con una persona, ya que me restan tres semanas de prueba en las que no puedo volver al pueblo, y en cierto punto, tampoco podría ocultarme del Creador ya que el sujeto ha de conocer el Sistema con mucha precisión.
Salgo envuelta con una toalla en el cuerpo y otra más pequeña en la cabeza. Me quedo de pie bajo el marco de la puerta, observando a Alan colocarse unos zapatos deportivos mientras que con una mano se acomoda el cabello, luego prosigue a atarse las trenzas.
No puedo obviar lo atractivo que se ve sin el uniforme, sin botas ni cinturon. Todo eso lo dejo de lado haciéndose lucir con unos lentes oscuros y pantalones pegados. Se levanta y se abotona la camisa mientras me mira.
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EXTINCTION
Mystery / ThrillerUn pequeño pueblo aislado de la Gran Ciudad, se ve atacado por una serie de sucesos totalmente alarmantes. Cosas extrañas empiezan a suceder, las cuales llenan de miedo a los habitantes. Nadie nunca podría imaginar que los acontecimientos por los q...