Podría mentirte repitiendo que no me gusta lo complejo, podría mentirte alardeando que lo realmente importante son solamente los sentimientos, podría mentirte mirándote a los ojos y declarar un amor inexistente, podría mentirte actuando de la forma en que quieres que el mundo te idolatre; pero prefiero que conozcas las verdad, no quiero mentir y facilitar el crecimiento de un ego insulso, no quiero mentir y sentir que camino por un puente y que en cualquier momento, unas cuantas palabras y un bonito cuerpo me quiten aquello que promulgo, no quiero mentir para que el mundo vea algo que no existe, no quiero mentir para utilizar un trofeo que no me pertenece, no quiero mentiras en este principio tan afanado, tal vez, tan solo con un buen clima se puede llegar a lo que es apropiado, en fin, no se trata de demostrarle al mundo lo complicado del asunto, se trata de su verdad a medias, esa que no encuentra rumbo. Una decisión, un paso bien pisado: baje de la tarima, y, si quiere, a mi lado hay un espacio.