Entonces la maldad no deja de ser maldad, nacemos bajo condición, por más nobleza que busquemos siempre habrá una parte oscura rodeando aquello que trata de ocultar nuestra verdadera faceta, nuestro verdadero rostro; a la vez, siendo quienes somos actuamos como aquellos escorpiones, culpandonos por nuestra naturaleza, destruyendonos por haber fallado o destruido nuestro entorno, nuestro estado de confort, fallamos en lo externo y hasta entonces somos víctimas de nuestro boicot para mejorar.