Robaré algo que acabo de ver y me parece fantástico: "uno es preso de lo que ha amado, porque el amor es una condena de cadena perpetua, en una cárcel sin rejas", somos presos de aquello que amamos, eso, a lo que damos tanta importancia, es la forma de juntar los deseos, es la forma de invertir el tiempo, es la ganas de querer algo más. Entonces, no se mira otra cosa más que aquello que es amado, se piensa en que cada segundo se tiene que dedicar a eso que se tiene para amar. Pero ese no es el verdadero problema... Como seres humanos siempre esperamos recibir algo de gratitud por cada uno de nuestros actos, nada hacemos sin esperar a recibir algo a cambio, así sea algo mínimo lo recibido. Se brinda lo mejor de cada ser, se agotan ideas, nacen nuevas, se lleva todo a los extremos, se deja de ser persona, todo demonio interno se vuelve aun más egoísta, no quieren compartir nada con algo más que aquello que es amado; pero, olvidamos su libertad, eso es primordial, por eso dije, digo, somos presos de aquello que amamos, no porque nos tenga atados a si mismo, sino porque nos amarramos a aquello y no lo queremos soltar, somos nosotros mismos quienes creamos los barrotes, somos nosotros mismos quienes acabamos nuestra libertad.