⊱|Park Jimin es un chico reservado y tímido con los demás, buena persona e inteligente, pero aquello no impide que sea despedido de su trabajo. Aunque logra conseguir uno nuevo donde su vida aburrida empieza a cambiar al ser aconsejado por su amigo...
Durante los cinco días que faltaban para la entrevista me prepare mental y físicamente para absolutamente todo. Leí «Como no era raro en mí.» y pude notar que quizás tendría que cubrir otro puesto que no era exactamente corregir manuscritos. Claro que principalmente estudie para ser un editor. Eso no quita que también tengo conocimiento de literatura, a la hora de escribir y redactar, manejar cualquier información que me pidan y se que prácticamente puedo responder a cada preguntan que me hagan con conocimientos factibles.
«¿¡Y dices que no eres un nerd!?». Jadea mi subconsciente apoyando una mano a la pared con expresión asombrada. Como si no supiera lo que hay en mi mentesita.
Pero en sí no soy un cerebrito, porque ellos saben absolutamente todo de todo, yo solo se mucho sobre libros y literatura. Cuando era más joven recuerdo que mi materia mejor pasada era la antes nombrada, ahí me desenvolvía muy bien y hasta llegué a ganar un premio por eso. Crear historias o leerlas para mi era descubrir algo nuevo e innovador. Creo que por eso mi vida social quedó a un lado, me interesaba más por un libro nuevo que por un amigo.
Y ahora eso era un poco malo, sabía desenvolverme en palabras escritas, más no verbales. Entablar una conversación con alguien para mi solía ser un poco complicado. Pero estaba trabajando en eso.
Ahora en el presente estaba listo y nervioso, muy nervioso. Eran las siete de la mañana, me había levantado muy temprano para estar impecable y llegar puntual a la entrevista. Tenía un largo viaje de cuatro horas y unos cuantos minutos pero era por una buena causa, trabajar e independizarme siempre había sido algo que soñaba. Tener un estudio propio, un lugar en silencio y un estante repletos de libros, sin embargo en el apartamento que tenía no contaba con nada de eso, triste pero cierto.
Salí de mi apartamento y tome un bus para llegar al terminal del tren, ahí tomaría el primero con destino a Seúl y con suerte llagaría justo para mi entrevista. Hoy llevaba puesto un atuendo muy formal y relajado, la mayoría de mis prendas eran iguales a estas; una camisa azul claro de vestir, unos pantalones de algodón también de vestir con una correa y unas zapatillas negras muy cómodas.
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Creo que si tendría que impresionar a alguien, lo haría a medias, aunque me gusta la moda no tengo tanto dinero como para comprar gucci, prada, channel, armani, versace, ni adidas y nike. Pura copia y muy poco. Me gustaba mi estilo relajado, esperaba que no fuera un desubicado en ese lugar.
Sin más, me senté en el banco y me quede esperando al tren.
...
Ya había por fin llegado a mi destino después de casi cinco largas horas sentando. Mi trasero se sentía entumecido y yo creía que se habían quedado pegados en el asiento.
«¡Joder, Jimin, tienes que cuidar las posaderas hasta perder la virginidad!» Grito histérica sudando frío mientras se cruzaba de brazos con una expresión angustiada. Quise reír pero podría parecer un loco en medió de la gente.
