El diario de un virgen enamorado✵Kookmin©

Final;

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Al llegar al hospital nos dirigimos a urgencias donde se supone que la habían llevado, pero tan pronto como preguntamos nos indicaron ir al otro lado donde están los casos de embarazos.

Nos dirigimos rápidamente hacia el lugar, con nuestras manos entrelazadas fuertemente. Lo increíble de la situación y lo que más me estaba afectando era verlo con el rostro bañado en preocupación, es decir, sé que es un hombre sensible y con un corazón bondadoso, pero su expresión seria o relajada nunca lo abandonaba en público y que no la cambiara ni siquiera cuando llegamos a Suho, me preocupó más de lo que estaba.

—¿Qué ha pasado?—. Preguntó en cuánto lo tuvo enfrente, suspire tratando de calmarme. El enfermero lo saludó con una reverencia, inspeccionándolo.

—Ella está inconsciente, y le están haciendo unos exámenes ahora mismo, aun no podemos verla.— explica el hombre.

Jungkook suspira asintiendo, me jala un poco de la mano y nos sentamos en las sillas de espera.

—¿Qué fue lo que ocurrió?

—Lo lamento, no lo sé.— niega el hombre, un poco apenado— Llegué de la casa de mi madre y cuando fui a su habitación estaba acostada en su cama... Pensé que dormía y fui a hacerle la cena, pero cuando me devolví a buscarla para que bajara ella no respondió y al acercarme la conseguí inconsciente y aun no a despertado.

—¿Cómo la viste estos días?—. Pregunto yo, poniendo nuestras manos juntas sobre la pierna de Jungkook para que deje de moverla con desesperación.

—Estaba bien, se despertaba y veía televisión mientras tomaba sus cereales, después llegaba el psicólogo por tres horas a lo que yo salía y luego a la tarde cuando llegaba le hacía la cena y hablábamos un rato hasta que se quedaba dormida.— nos contó, intentado buscar qué estaba mal— Sus náuseas no volvieron cuando cumplió el mes cinco, sus antojos eran pocos y los dolores no le pegaban fuertemente, pero su barriga crecía cada día más, creo que las vitaminas y el calcio la han ayudado bastante, pero... Ahora no sé que paso.

—Esperemos a que el doctor nos resuelva esa incógnita.— susurro acariciando la piel de mi hombre, convenciéndolo de que así sería. Hasta que largos minutos después un hombre en bata se nos acercó. Suho se levantó de su asiento y Jungkook lo hizo igual jalandome con él.

El rostro del hombre no demostraba nada, pero sus canas me demostraban los años que ha mantenido haciendo esto y las ojeras de bajo de sus ojos me desmontaba lo cansado que estaba.

—¿Son sus parientes?—. Preguntó mirándonos.

—Soy el padre del bebé.— responde Jungkook y el doctor asiente ojeando sus notas en la tabla que tiene en sus manos.

—De acuerdo, ella ya despertó, y el bebé está en perfectas condiciones por lo que respecta el ultrasonido que le hicimos. Ahora mismo quedará hospitalizada hasta que demos con lo que tiene, ella claramente no está bien, ni mental ni físicamente.— explicó el hombre con voz pausada— Mañana a primera hora pueden venir a verla y les daremos los resultados de los exámenes que le acabamos de hacer.

—¿No recibirá visitas?—. Pregunta Suho.

—No, ella va a descansar, y no se preocupen, el seguro se encarga de todo.— dice— Los estaré esperando mañana, con permiso.— dicho eso se retiró.

Jungkook parecía más calmado, sus líneas de expresión ahora estaban relajadas y su rostro inexpresivo había vuelto a la normalizar. Aun así, yo no.