Los regalos que llegan desde el bosque.

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—Odio ya no sentir mi aroma en ti. —gruñó el alfa, apoyando su mejilla en el hombro de su Xiaojun, observando una marca que casi desaparecía en su totalidad, Yangyang había salido a traer la papelería del alta con Johnny, de lo contrario sabe bien que Hendery nunca hubiera dicho eso— me está volviendo loco no tenerte.

—No estás tan fuerte como para crear marcas, alfa tonto. —bromeó él, terminando de acomodar la ropa de Hendery en su cuerpo, la herida de la bala aún dolía por lo que vestirse solo era casi imposible— estoy aquí contigo, después hablaremos de eso.

El alfa asintió, acercándose un poco al cuello del contrario, la piel del omega se erizó en la zona, a la expectativa, pero Hendery solo rozó su cuello con su nariz antes de dejar un largo beso que le cortó la respiración a Xiaojun.

—Gracias por mantenerlos a todos unidos, ya estoy aquí, amor... estaremos bien. —susurró el alfa y las palabras se hicieron al omega tambalear, Xiaojun cerró sus ojos mientras Hendery tocaba con cuidado su mejilla, sus labios se encontraron un instante, pero unas pequeñas manos lograron separarlos entre risas.

—¡Pa! —exclamó Jeongin en el regazo de Hendery, el cachorro había gateado con toda la intención de separarlos, siendo un total celoso de la atención de su padre.

Hendery lo abrazo, siseando de dolor por la posición, pero dejando suaves besitos en el cabello de su cachorro hasta que Yangyang entró con una sonrisa resplandeciente junto a Johnny, elevando unos papeles sobre su cabeza.

—¡Nos vamos a casa! —gritó, corriendo para abrazar a Xiaojun que se sorprendió por un beso robado de parte del menor, se giró hacia el alfa para besarlo y ser separado también por su hijo— Innie, no hay que ser acaparador, se puede compartir. —puchero y apoyo su hombro en él omega mayor, donde hace un momento descansaba el alfa— Hueles muy bien. —murmuró para él, provocando un sonrojo pero elevó un dedo acusador hacia Hendery— Nada de mordidas todavía, estás débil y Junnie también, controla tu lobo y dile que nadie le va a robar a su omega, bueno, yo tal vez podría.

—¡Yanggie!

El menor solo una risa, acurrucado en Xiaojun que lo abrazó con afecto. Él estaba de regreso, el omega pequeño y travieso, el bromista que a pesar de ser maduro para su edad disfrutaba juguetear con sus mayores... después de una larga conversación con Hendery y muchos besos de parte de ambos se había perdonado, el disparo había sido un accidente y cargar con esa culpa toda la vida no valía la pena.

La silla de ruedas para el alfa llegó, Johnny junto con la enfermera le ayudó a acomodarse, ella empujó la silla por el largo pasillo mientras Yangyang iba a su lado con Innie en sus brazos y Xiaojun se apoyaba en Johnny al caminar.

Se sentía agotado y un poco adolorido, posiblemente era por las malas posiciones al momento de dormir, porque según la doctora aún le quedaba un largo mes para ver a sus cachorros.

—¿Ya no te duele? —murmuró Johnny, pasando un brazo por su cintura para atraerlo más a él.

—Aún me pica un poco la zona del cuello, pero ya no duele... solo se siente incomodo, supongo que ya pasará. —Xiaojun se detuvo un momento, al sentir que iban demasiado deprisa y Johnny espero— Él parece desesperado por marcarme de nuevo pero ni lo veo a él tan fuerte ni yo me siento capaz ahorita.

—Cosas de alfas, cuando yo conocí a Doyoung primero quería saltar a su cuello y preguntar su nombre después. —bufó él, pero Xiaojun vio una clara pregunta en su rostro, algo que no se animaba a preguntar, así que se adelantó y dio la respuesta.

—Yangyang rechazó la marca. —susurró, hacia él y Johnny abrió los ojos— hablamos de eso ayer, antes de que llegaras... le dije que para empezar el motivo por el que fui marcado fue para ayudarlo a él a despertar, pero dijo que una marca no le hacía falta, que estaba bien sabiendo que estábamos los dos ahí con él, que Hendery estaba siendo un padre para Jeongin y ambos un apoyo para él, somos una familia y que no necesitaba algo físico para probarlo, no sé, supongo que para él, físicamente no es necesario, al final... SaeBin era su destinado... la marca de él era la que necesitaba.

Los Omegas del Alfa | HenXiaoYangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora