Los segundos se habían congelado desde que se había separado de Hendery y a pesar de que sabía que debía mantenerse positivo por el bien de la manada, su corazón se sentía tan afligido y adolorido... no se sentía lo suficientemente fuerte.
Sus bebés se movían inquietos, como si quisieran confirmarle que ellos estaban bien incluso antes que el médico, pero sentía tan débil el respirar de Hendery en su alma que su ojos se llenaban de lágrimas y sus garganta se sentía seca.
Estaba en el límite, un segundo era la diferencia entre sí el lazo que unía sus corazones se seguía debilitando hasta romperse o se volvía firme y fuerte de nuevo.
—Yangyang le dijo a Yuta que quiere verte... —murmuró Johnny a su lado, la mano del alfa pasando por su cabello para intentar calmarlo un poco mientras él tenía la mirada perdida.
Su lobo negó sin dudarlo, él no quería ver a Yangyang por el simple hecho de que se sentía traicionado, ver al omega que había herido a su alfa le hacía arañar su interior pero su corazón pedía al omega para descansar en su pecho y respirar algo de tranquilidad.
Estaba hecho un desastre.
Pero Yangyang no tenía la culpa de nada.—Dile que es un bobo... no necesitan permiso para entrar aquí. —dijo suavemente, Johnny asintió y se acercó a la puerta para abrirla un poco y llamar a los omegas que esperaban en el pasillo.
Su lobo cayó ante el omega menor, igual que siempre, cuando lo vio cruzar la puerta cabizbajo, Xiaojun podía ver el camino de lágrimas que surcaban sus mejillas y no necesitaba ser un experto para imaginar que tenía los ojos hinchados y enrojecidos, el menor se quedó a una distancia prudente... tal vez esperando a que él lo rechazara.
Yuta en cambio fue directo hacia él, tomó sus manos con afecto antes de colocar una sobre su vientre y sonreírle ligeramente en señal de apoyo, él había estado a su lado en todo momento antes de salir a ver cómo estaba el otro omega.
Sus ojos buscaron a Yangyang, Johnny había llegado hasta donde él estaba, el gran y afectuoso alfa había rodeado sus hombros con su brazo y lo había apretado contra su pecho permitiéndole al omega llorar silenciosamente, estaba asustado, lo sabía... también notó el temor en el aroma de Yuta e incluso ligeramente en el de John por lo que se regaño internamente al poner su aflicción sobre el dolor de su manada.
—Vamos, vengan acá... yo también quiero un abrazo.—murmuró hacia ellos, Yangyang tembló al sentir la mirada del omega mayor sobre él, Johnny lo separó suavemente con una sonrisa, colocando una mano en la espalda del omega para ir hacia la cama—. Creo que es momento de descansar un poco, ya es algo tarde, Hendery estará bien ya verán... pero no puedo dejarlos quedarse sin energía. —dijo, sorbiendo su nariz y extendiendo una mano hacia Yangyang que la tomó con timidez.
La noche había llegado, fría y oscura sobre un hospital con pasillos solitarios y un corazón que se escuchaba latir suavemente en alguna habitación lejana.
Una enfermera les había llevado un colchón inflable que Johnny había acomodado para Yuta y Yangyang con algunas mantas, a lo que Xiaojun había exclamado que la división era algo injusta, considerando que Johnny dormiría sentado en una silla cerca de la puerta para cuidarlos.
Al final, Yangyang subiría a la cama con él para que Johnny y Yuta compartieran el colchón a su lado, habían cenado unos sándwiches desabridos de hospital y llamado a la manada para decirles que seguían esperando, que Hendery seguía siendo fuerte pero que aún no tenían noticias de algún médico, sin embargo, no perderían la fe... su alfa era fuerte.
Yangyang se acurrucó a su lado, descansado su mejilla en su hombro y respirando en su cuello, sintiendo el aroma del omega y alfa que adoraba mezclados, Yuta había descansado confiado en los brazos de Johnny, que daba palmadas en su espalda y trataba de hacerlo descansar cómodamente.
A pesar de todo, Xiaojun fue el último en quedarse dormido, la respiración pausada de Yangyang, los ligeros ronquidos de Johnny y el balbuceo dormido de Yuta lo arrullaron hasta el sueño durante su noche tormentosa, su lobo se sentía afligido, su corazón estaba triste y su mente preocupada pero él estaba intentando estar tranquilo, anhelando con todas su fuerzas que el sentimiento de pesar que parecía crecer sin control en su interior no dijera la última palabra.
Él confiaba en Hendery, su alfa era valiente, su alfa era bueno... él volvería pronto y lo abrazaría de esa manera especial antes de plantar un beso en su frente y oler su cabello.
Por estos recuerdos, cuando llegó el dolor se le hizo especialmente insoportable.
Primero sintió como si alguien le hubiera arrancado algo de su interior, su alma se desgarró por la mitad y dolió como si fueran sus huesos los que se estuvieran quebrando en cadena, uno tras otro, luego sintió que no podía respirar, juro que se sentía morir mientras su garganta se cerraba y sus lágrimas se acumulaban en sus ojos, hasta que lo dejó salir... un grito desgarrador que perforó su garganta y ocasionó que todos se despertaran asustados.
—¡No! —exclamó, tocando su pecho con su mano, queriendo arrancarse el corazón y tratando de levantarse de la cama—. ¡Hendery! ¡No, no! ¡No mi Dery! —gruñó con dolor, antes de que Yangyang lo tomara de un brazo y Johnny lo acostara de nuevo en la cama.
Los ojos del alfa se llenaron de lágrimas, al igual que los de los dos omegas que se habían levantado débilmente y se abrazaban con fuerza, no eran necesarias las palabras, el dolor que emanaba de Xiaojun, la manera en la que sus lágrimas caían sin control y parecía forcejear con Johnny para irse lejos a buscar quien sabe qué o quién era una obvia señal de lo que ahora era innegable.
—Di-Dime que no es cierto... Jo-Johnny... dime que este dolor que siento no es por eso... dime que mi Dery está bien... —pidió, tocando su pecho y su vientre, sintiendo como su corazón parecía querer explotar—. Johnny...
—Lo siento mucho Junnie...
—No, no... Hendery... —balbuceó, intentando levantarse nuevamente pero se sentía tan débil, tan pequeño e indefenso que no pudo ni moverle un cabello al alfa.
La sensación abrumadora de soledad fue lo que le hizo querer acurrucarse y llorar, el ardor en su marca era demasiado que sus uñas picaron por arrancarse la piel del cuello... pero Xiaojun se detuvo abruptamente, en un estado de vacío, sintiéndose completamente solo, flotando en la nada dejando al fin que Johnny lo abrazara con fuerza y a su cabeza reposar en el hombro del alfa mayor, su respiración se sentía irregular, su vista estaba nublada por el dolor y las lágrimas, su frente estaba perlada por sudor y su corazón, mierda... él sentía que ya no tenía uno.
—Lo siento tanto, Xiaojun... pe-pero Hendery, nuestro buen alfa ya no está con nosotros... —fue lo último que escuchó antes de cerrar sus ojos y dejarse llevar por el vacío que lo abrazó gustosamente.
Sin embargo, el dolor seguía ahí, a pesar de que estaba seguro de su inconsciencia, la aflicción seguía inundando cada parte de su cuerpo por completo... y algo le diría que nunca se iría, que desde ahora ese sentimiento sería su compañía.
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Los Omegas del Alfa | HenXiaoYang
FanficHendery no quería esto. No quería estar a cargo, no sabía estar a cargo y estaba seguro que no podía con una manada... pero cuando su hermano mayor muere la hora de la presentación del nuevo alfa llega. Y él tiene un deber. Ahora él, que no se prepa...