¿Puedo dormir aquí?

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Xiaojun recuerda bien que cuando un alfa entraba a su habitación de sorpresa nada bueno salía de eso. Su padre, Sehun y Chanyeol parecían divertirse con eso, al sentir su miedo y sus gritos de dolor en el aire, pero ahora se sentía diferente... porque su único miedo era que el alfa se fuera.

Por un momento pensó que iba a morir, que estaban harto de él tan pronto. La puerta de su ahora habitación se había abierto despertándolo, la silueta se veía alta y fuerte en el marco de la puerta, pero lo que le aterro momentáneamente fue el gruñido y el olor.

Era el alfa, Hendery.

Sus ojos se acostumbraron a la poca luz que había en la habitación y el pasillo, tragó el nudo de su garganta que le hacía lloriquear y pedirle al alfa que lo abrazara. Trato de mover su brazo bueno, cuando sintió un pequeño bulto removerse a su lado y ahí fue cuando se dio cuenta del motivo por el cual el alfa podría estar en su habitación...

Su omega estaba en su cama.

Yangyang estaban acurrucado de lado contra su costado, sobre su brazo, olfateando su playera y frotando con cuidado su abultado vientre en su mano, su pequeña nariz enterrada en su hombro. Mierda, ahora estaba bien jodido, nadie se mete con el omega del Alfa, su propia madre en vida era intocable.

Pero a diferencia de lo que pensó, Hendery no estaba enojado, se veía agitado, su respiración era rápida pero seguía en el marco de la puerta sin mover un solo músculo, como si estuviera tratando de calmarse a si mismo y por el olor en el aire llenó de nerviosismo le hizo querer calmarlo.

—Bu-buenas noches... —Xiaojun deseo haber sonado menos asustado, aunque agradeció que no viera sus mejillas sonrojadas de la vergüenza al sentir a Yangyang apegarse más a él y olfatear su cuello.— Y-yo, esto...

—Estoy feliz de saber que está aquí. —dijo el alfa, antes de que siguiera con sus disculpas.— Cuando entré a nuestro cuarto y no lo vi, me asusté un poco.

Eso calmó un poco el corazón de Xiaojun, que asintió y se obligó a guardar la calma, al final, Hendery era su alfa... bueno, no pero sí, mierda.

—Calma tu corazón, Xiaojun, no voy a hacerte nada... para empezar, si despierto a Yangyang seré yo el que va morirse. —burló, acercándose a la cama donde su pareja dormía.

Gracioso, pensó, que ambos estuvieran nerviosos cerca el uno del otro. El aire salió de sus pulmones, ni había notado que no respiraba hasta que Hendery le habló con dulzura.

—Está bien Alfa, no me di cuenta que él se quedó aquí, lo siento. —murmuró, sintiendo como su corazón latía más rápido al ver los pasos de Hendery acercarse.

—No te disculpes, creo... creo que yo te debo a ti una disculpa. —susurró, pasando con cuidado los nudillos por la mejilla de Yangyang, el omega veía como Hendery observaba al menor con adoración, una extraña sensación de celos y bienestar lo inundó, su lobo se removía en su interior pidiendo también mimos del Alfa.— No hagas eso... po-por favor, ya es difícil.

—¿Qué cosa? —preguntó con fingida inocencia, mordiendo su lengua al sentirse expuesto.

—Siento tu lobo, Xiaojun, me está llamando, no lo hagas... esto ya es difícil. —murmuró, con la garganta seca y su mirada baja, fija en su omega.

En Yangyang, su omega.

—Lo siento, no es intencional. —siseo, colocándose a la defensiva de pronto.— Mi estúpido lobo parece meter su cola entre las patas cada vez que estás cerca, todo es tu culpa.

—Joder, no me digas eso. —balbuceo Hendery, sintiendo su piel caliente y su corazón latir de prisa al sentir el aroma del omega intensificarse, su mirada se levantó hacía los ojos de Xiaojun y se perdió por unos momento.— Mierda... eres... eres... te odio.

Los Omegas del Alfa | HenXiaoYangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora