Una nota para el alfa.

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Xioajun sintió sus huesos crujir de nuevo y caminó más despacio que hace un momento.

Su cabeza dolía, su ropa estaba empapada y sus rodillas y codos estaban heridos, pero maldita sea, él estaba vivo... sí, algo golpeado, pero vivo al final, él no tenía huesos fracturados esta vez ¡ni una costilla porque sus hermanos dijeron que debía cuidar su vientre por unos días! él estaba mayormente intacto y eso había que celebrarlo.

Caminó con pies ligeros por el bosque hasta su, ahora, manada... no sabía cómo se tomarían que él ahora fuera una especie de su omega, pero tal vez Hendery le decía que Yangyang se quedaría en ese puesto... al final todos lo amaban y él no tenía problema con eso.

Cuando estaba a un kilómetro recordó que había bloqueado a Hendery, así que quitó las barreras para que el alfa pudiera sentirlo. Sabía que su dolor no iba a pasar desapercibido, porque aunque estuviera haciéndose el fuerte, dolía como la mierda... pero dolería más si a Hendery no le importaba.

A penas dio unos pasos cuando un aullido rompió el silencio, no estaba seguro de si era Johnny o Taeil, pero lo que sí sabía era que seguramente había sido enviado por el alfa Wong.
El lobo con pelaje castaño claro lo encontró en segundos, una sonrisa se cruzó por su rostro al ver que Johnny aparentemente salvaba su culo de nuevo.

—Tenemos que dejar de vernos de esta forma. —bromeo, mientras Johnny lo olfateaba por completo y gruñía frustrado al no percibir ningún olor. Los grandes ojos del alfa lo vieron y Xiaojun se sintió conmovido de que alguien lo tratara como un hermano debería.— Llévame a casa ¿si?

Johnny se inclinó, permitiendo que Xiaojun pudiera trepar con cuidado por su lomo y se recostara para el viaje, el alfa camino lento, principalmente para no lastimar al omega o dejarlo tirado por algún lado, al final, ya había notado que estaba bien, nada de que preocuparse como para llegar rápido.

El omega odio el momento en el que ver las cabañas de la manada le dio paz. Hansol ya los esperaba y lo tomó con cuidado y respeto, haciendo una pequeña reverencia antes de cargarlo en sus brazos, entró a la clínica y su estómago se alboroto cuando vio a Hendery parado en el umbral de la habitación de Yangyang.

El alfa se veía ansioso, pero pareció respirar tranquila cuando lo vio llegar, Hansol se detuvo a su lado y a pesar de que él no lo vio, Hendery revisó su cuerpo superficialmente, Yangyang viéndolo con lágrimas en los ojos desde la cama.

—¿Estás bien? —balbuceo el pequeño omega, levantándose despacio para caminar descalzo hasta él, oh, tan malditamente adorable

—Estoy bien. —asintió, dando una sonrisa cansada y dejando que los delgados dedos del menor tocaran sus heridas.— Solo me caí.

El alfa gruñó en serio, no creyéndose ni una mierda de eso, lo sentía... a pesar de que él podía bloquear muchos de sus pensamientos de él, sabía que estaba mintiendo.— ¿Quién te hizo esto?

Xiaojun bufó molesto, el alfa era un bobo, hablándole como si tratara de culparlo a él por sus propios golpes.— Tus enemigos, gracias, por cierto... te mandan saludos y dejaron una nota.

—¿Qué nota? —Hendery apretó su mandíbula, su ceño fruncido y su respiración más pesada, él también había estado molesto cuando lo vio, el golpe en su cabeza había sido fuerte como para desorientarlo, pero no recuerda que alguno de esos estúpidos le hubieran cortado.

Y ahora Hendery era una mezcla de emociones, lo sentía, tal vez no lo amaba pero como alfa tenía orgullo, que lastimaran a tu omega era una clara señal de que no podías protegerlo y si no podías proteger a un solo omega ¿cómo mierda ibas a proteger a una manada?

Xiaojun levantó su mirada, extendiendo su brazo hacia él después de levantar la manga que le cubría, la piel que hace un momento era hermosa y tersa había sido cortada por algún imbécil que quería morir, definitivamente el imbécil quería morir.

Yangyang cubrió su boca aterrado y su mano toco suavemente la herida que la camisa había cubierto.— Vete... —murmuró, leyendo la palabra y viendo a Xiaojun con temor.

—Aunque no sé si es para ti o para mi. —burló, pensando que él era un extranjero, hijo del alfa de los azules, sería creíble que alguien lo quisiera fuera.

Aparte que sus hermanos tal vez si quisieran dejar un doble mensaje.

—¿Quién te hizo eso? —gruñó Hendery de nuevo, Yangyang tuvo el impulso de tocar su brazo pero se detuvo.— ¿Dónde estabas? ¿a dónde se fueron? ¡quién mierda te hizo eso!

—No lo sé. —negó, evitando ver sus ojos, acercándose más al pecho de Hansol.— Vamos con Yuta.

—Estás mintiendo.

—No lo sé, no ves mi puto golpe en la cabeza. —escupió molesto, viendo con enojo al alfa.— ¡No! ¡Lo! ¡Sé!

Yangyang lo vio un momento, asustado con sus ojos grandes, su mano se colocó en su vientre como si tratara de protegerse de una pelea.— Está bien, n-no debemos pelear ahora, bueno, más de lo que ya estamos peleando.— negó, empujando a Hendery dentro de la habitación.— Vamos, Hansol... llevémoslo con Yuta.

La pequeña mano de Yangyang tocó la suya, Xiaojun la apretó con afecto viendo al pequeño omega caminar frente a él y entrar a una habitación libre que, gracias a Dios, no era donde él y Hendery habían estado.

—¿Te duele algo en específico? —preguntó Yuta, tomando gaza y alcohol para limpiar sus raspones.— ¿El pecho, vientre o al respirar?

—No, estoy bien, Yuta... solo son golpes y cortes. —negó, sintiendo como todo ardía, jodidos hermanos, se giró viendo al otro omega pero consiente de la mirada de Yangyang sobre él.— ¿Qué pasó?

—Estás mintiendo...

—No es cierto, yo no...

—Cuando mientes, tus ojos se vuelven más azules, como si ellos quisieran obligarte a creer. —murmuró Yangyang y Yuta lo vio fijamente.— Sabes quiénes te hicieron esto... pero no quieres decirlo.

Su garganta se apretó y sus ojos se llenaron de lágrimas más rápido de lo que creyó.— Y-Yo...

—Somos tu manada ahora. —Yuta murmuró, tocando con cuidado la piel lastimada.— Sí, somos pequeña... pero somos fuertes, nos cuidamos entre nosotros y peleamos por nuestra familia... podemos cuidarte.

Xiaojun negó, ellos no entendían... él no podía decirles lo que pasaba, no podía esperar que lo aceptaran después de eso, ellos creerían que iba a traicionarlos cuando en realidad iba a tratar de joder todo desde adentro.

Solo había que esperar, sus hermanos lo golpearían un par de veces más, él estaba cansado de tanta mierda pero tal vez solo molestarían a Hendery y luego él podría arruinar cada maldito ataque, él podía cuidar a la manada.

Momento, ¿qué? ¿estaba pensando en cuidar a la manada?

Su respiración se aceleró y el temor llenó su corazón al escuchar sus propias palabras. Él estaba jodido, lo acababan de morder y ahora ya hasta sentía que debía cuidar a una manada, mierda.

—Dos alfas, es todo lo que sé por su olor... no escuché ni sus voces. —murmuró, sintiendo su garganta apretarse.— Lo siento...

—Lo importante es que estás bien. —exclamó Hendery, del otro lado de la puerta, logrando que todos los omegas giraran hacía ella.— Ni tu ni ningún otro omega va a salir lastimado, lo prometo... vamos a cuidarlos, ahora iré a hablar con Kun de esto, pero Hansol se quedará con ustedes.

Los omegas escucharon al alfa decirle un par de cosas más a Hansol antes de irse, Xiaojun trató de no sentirse conmovido por las palabras y sentimientos del alfa, Yangyang se veía igual de conmovido que él y lo entendía.

Se sentía bien tener a un alfa que te cuidara par variar.

Los Omegas del Alfa | HenXiaoYangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora