Liu Jeongin.

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—Y-Ya no quiero... —balbuceo Yangyang, sus brazos cortos aferrándose al cuello de Xiaojun con fuerza.— N-No puedo.

—Todo va a estar bien, Yanggie, respira. —murmuró el omega mayor en su oído, sus dedos largos pasando con cuidado por su cabello, sus labios dejando besos en su frente.— Hendery ya vendrá con los chicos.

El menor asintió, apretando sus ojos y gimiendo con fuerza al sentir de nuevo una contracción en su vientre, había escuchado muchas veces que la respiración era importante, pero en este momento apenas se recordaba de como se llamaba, por suerte, el aroma del omega lo calmaba un poco y el del alfa cuando llegó le dio seguridad.

—Ya vine, bebé. —murmuró Hendery, pasando su dedos por sus manos, sus labios besando su sien.— Ya estamos aquí.

Dongyoung entro corriendo, unas toallas en sus manos mientras Yuta traía una pequeña pañalera y Johnny cargaba un recipiente con agua tibia, Xiaojun le sonrió al omega alto antes de salir y se encontró con la ceja elevada de Hendery por un momento.

Tonto alfa.

—Bien Yanggie, necesito que vengas acá. —pidió Yuta, dando unas palmadas en lanparte baja del colchón.— Xiaojun sostendrá tu cabeza, pero necesito tus piernas más abajo.

El omega asintió ligeramente, su cuerpo bajando despacio hasta que Dongyoung pudo tomar sus tobillos y jalarlo hacia abajo, la piernas de Xiaojun a cruzaron y su cabeza quedó en el pequeño hueco.

—Dolera, no voy a mentirte... pero estarás bien. —murmuró Yuta y el asintió porque, joder, solo quería que ya se terminara, sus entrañas se sentían como si las estuvieran desgarrando.

Hendery tomó su mano entre las suyas, sus labios plantando un beso suave en sus nudillos antes de sonreír de manera tierna, haciéndolo bufar y sus mejillas sonrojarse.

Tonto alfa.

—Bien, Yang, necesito que sigas la respiración de Xiaojun. —pidió Yuta, tocando sus piernas con la intención de destenzarlas un poco.— Y antes de que el alfa me regañe... dije la de Xiaojun porque tu estás hiperventilando más que Yangyang. —respondió el mayor hacia el alfa y Hendery se sintió sonrojar.— Así que te recomiendo respirar también con Xiaojun.

El omega mayor soltó una risa, sus largos dedos masajeando las sienes del menor mientras este observaba sus labios y controlaba sus respiraciones, sus ojos se apretaron y un gemido de dolor salió con fuerza cuando una nueva contracción apreció, sus piernas temblando fuertemente.

—N-No quiero. —negó, pucherado hacía Hendery y dejando al descubierto una vieja marca en su cuello que empezaba a borrarse.

Xiaojun no pudo evitar sentirse incómodo y culpable.

—Eres el omega más valiente que conozco, cielo. —negó el alfa, acercándose para besar sus labios fugazmente, Yuta y Dongyoung se vieron sorprendidos y ambos giraron a verlo de una manera nada disimulada, esperando una reacción o molestia.

Pero la mirada de Xiaojun no tambaleo, sus ojos tranquilos mientras trataba de respirar despacio como ayuda a Yangyang... no iba a negar que su interior no se removió celoso, sentir a través del lazo cuanto quería Hendery al menor no se sentía mal... pero tampoco se sentía bien.

Era el recordatorio de un amor que él no podría tener.

—¡Mi-Mierda! —siseo el menor, apretando la manta debajo de él.— Innie, amor... no seas malo, papi también siente...

Yangyang quería llorar y hacerse un ovillo, las contracciones se hacían más rápidas mientras sentía su piel hirviendo, sus ojos estaban fijos en las tierna mirada de Xiaojun sobre él, pero también podía sentir la mirada de Hendery quemando si piel... mentiría si dijera que no le gustaban ambas.

Fue cuando sintió un toque eléctrico atravesar su cuerpo y un grito afónico salir de su garganta cuando Dongyoung decidió que estaba listo.

—Bien, Yanggie, necesito que a la cuenta de tres, aprietes muy fuerte las manos de Xiaojun o Hendery y pujes ¿si cariño? —pidió Yuta, colocándose en medio de la piernas del menor.— Bien, uno... dos... y ¡tres!

Yangyang sintió su espalda curvarse, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras sus pequeñas manos apretaban con fuerza las manos de Xiaojun y Hendery. El menor lloriqueo, sintiendo su cuerpo dormido, su corazón latiendo con toda la fuerza en su pecho.

—Perfecto... otra vez.

—¡Otra vez tu culo! —siseo el menor, dejando a todos congelados.— ¡Lo siento!

Yuta soltó una carcajada y apretó la rodilla desnuda del omega antes de negar.— Está bien... cuando ayudé a Dongyoung me pateo la cara, me han pasado cosas peores. — murmuró, antes de concentrarse de nuevo.— Bien, vamos... unos, dos y ¡tres!

Xiaojun cree que fueron treinta minutos, Yangyang sintió que fueron días, sus piernas cayeron a sus lados como fideos, su frente estaba sudada y su corazón se sentía en su garganta cuando un llanto empezó y Yuta elevó a un pequeño bebé en ante él.

—Dile hola Innie, papá. —murmuró y apenas pudo sonreír, sus ojos se sentían tan pesados y su cuerpo adolorido.

—Nuestro Innie. —dijo Hendery, extendiendo sus brazos hacia él bebé para cargarlo.— Wong Jeongin.

Xiaojun sonrió tiernamente, el pequeño bebé rosado y con la cabeza llena de pelo seguía llorando pero de una manera más suave y quisquillosa, frotando sus ojos hasta que Hendery lo abrazó por completo y el pequeño pareció reconocer su aroma.

—El aroma de su padre. —pensó, tragando el nudo de su garganta al ver a Hendery con un bebé.

—S-Si no te molesta... —exclamó Yangyang, a pesar de que todos creyeron que había caído agotado.— Y-Yo quiero que sea apellido Liu.

—¿Liu? —Hendery lo vio, sorprendido ya que Jeongin prácticamente se había acurrucado en su pecho en señal de reconocimiento.— ¿P-Por qué? Yo te dije que serías mío, tu e Innie, nada a cambiado. —exclamó y Xiaojun se sintió un poco ofendido, creyó que sus emociones habían pasado desapercibidas pero el alfa lo vio por un largo rato.— Te tome, Yangyang... eres mi omega, es mi bebé también... él me reconoce.

—No estoy diciendo eso, tonto alfa. —negó el menor, una sonrisa casada en su rostro.— Mi manada... mi manada ya no existe, soy el último Liu... y, no quiero que el nombre sea perdido, no quiero que mi manada sea olvidada. —negó, estirando su mamo para tocar los suaves y pequeños dedos de su bebé.— Él es un Liu.

Hendery pareció pensarlo un momento, lo que decía Yangyang tenía sentido, pero no quería que el menor se hiciera a un lado, él hablaba en serio cuando dijo que lo había tomado como omega, que cuidaría a ese cachorro como suyo... pero tampoco quería presionarlo... y un nombre es un nombre.

—Liu Jeongin. —murmuró Xiaojun, estirando su mano para tocar el pie del bebé.— Me gusta... se escucha como alguien valiente, igual que tu. —asintió, sonriendo hacia el pequeño omega en su regazo, su mano pasando con cuidado por su mejilla.— ¿Verdad, Hendery?

El alfa observó al bebé en sus brazos, que parecía haberse calmado por el toque de su padre y asintió.— Liu Jeongin... igual de valiente que sus padres.

Los Omegas del Alfa | HenXiaoYangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora