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Algún día

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Algún día...

By Jason Meyer

Habían pasado un par de meses y las cosas pintaban muy bien. Cada día que pasaba al lado de T/N era magnífico. Solo nos preocupamos por jugar y hablar. 

He estado pensando mucho en que tal vez ya sea hora de llevarla a mi mundo, para que pueda estar conmigo por siempre como prometió. Pero «¿Cómo se lo tomara?, ¿Querrá ir conmigo sin chistar?, ¿Será capaz de traicionarme?»

—¿Cuando me importo eso?—me digo—, no me importa, no me importa cómo reaccione. Si quiere o no, no es mi problema. Ella tiene que venir conmigo y ¿Por qué?, porque hizo una promesa. Ahora es mía, es mi pequeña T/N. Su lugar es conmigo, a mi lado...

Después de concluir esa batalla en mi cabeza, me dispongo a tomar mi saco y como de costumbre abro la puerta para ir a nuestro lugar.

Estoy cerca, a lo lejos veo su figura sentada en el césped, su cabeza baja no me deja distinguir su rostro, pero lo que importa es que está aquí, llegó antes que yo. Eso quiere decir que tiene muchas ganas de verme, de estar a mi lado.

Acelero mis pasos.

—¡T/N! —pego un grito enérgico—.

No responde, solo alza la cabeza con lentitud y se quita el pelo de la cara. Veo sus ojos rojizos y su cara empapada. Corre hacia mí sin detener su llanto y me abraza con todas las fuerzas que sus pequeños brazos le permiten.

—Jason —solloza ocultando su rostro en mi cuerpo—. Jason, Jason —no deja de repetir mi nombre—.

—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

Alza la cabeza sin apartarse de mí. Sus ojos brillan aún más con el cuerpo acuoso que los cubre. Es hermosa hasta cuando llora.

—Ya no podremos vernos más —sus ojos se cierran y las lágrimas salen de nuevo—.

—¿Qué? pero ¿Por qué? —cuestioné incrédulo—.

—Hice algo muy malo Jason —manifiesta en voz baja—. Yo no quise, fu... fue un accidente, te lo juro —no para de sollozar—. Ellas no me creen, m... me enviaran lejos de aquí —vuelve a abrazarme cubriendo su rostro—. No te volveré a ver

Mi cabeza daba vueltas. No podía digerir lo que me estaba diciendo en esos momentos. Justo cuando me la llevaría para siempre conmigo. Justo cuando estaría a mi completa disposición. 

—¡No! —vocifere sacudiendo sus hombros—. ¡Tu no te puedes ir! ¡Nadie te puede alejar de mí!

—Ja... Jason, pero ¿Entonces qué hago?

—Vendrás conmigo —espete y la jalé del brazo—. 

—¡T/N! —se escucha una voz a lo lejos—. ¡T/N! ¡¿Dónde estás?!

—¡Es mi profesora! —dice T/N—. ¡Viene por mí!

—Pero tu vienes conmigo —presiono su brazo y sigo caminando—.

—No puedo ir contigo Jason —volteo a verla y agacha la cabeza—. Debo irme, es mi castigo

—No lo permitiré —quiero continuar pero me jala con sus pequeñas manos—.

—Jason, por favor. Prometo que te buscaré y que no dejarás de ser mi amigo nunca —su voz se quiebra—.

—Pequeña T/N, tú...

—¡Aunque no estemos juntos yo voy a recordarte! —su cara decidida y esas palabras...—.

Me agacho hasta estar a su altura y la miro a los ojos, esos llorosos y brillantes ojos. No creo poder dejarla, no en estas circunstancias.

Mis manos alzan su mentón, su cara inocente y triste me aceleran el corazón por un momento. Mis ojos se detienen en sus pequeños labios entreabiertos y sin pensarlo mucho le beso. Un beso cálido y sin movimiento. Un simple roce de sus labios con los míos.

Me separo y vuelvo a ver su rostro ahora rojizo.

—T/N, te esperaré lo suficiente, pero cuando sea la hora vendré por ti

—Jason ¿Qué me hiciste?

—Te besé... para que nunca me olvides

T/N me abraza por última vez con fuerza. Se aparta y da algunos pasos hacia atrás.

—Nos volveremos a ver Jason, algún día...

Me quedé parado viendo como se alejaba. No estoy seguro de haber hecho lo correcto. No estoy seguro de haberla dejado ir. Incluso la besé sabiendo que es una niña y que eso es casi ilegal. Supongo que fue un impulso. Está decidido, esto no es un adiós.

"Yo siempre estaré aquí a tu lado, incluso cuando no me ves"...

𝓒𝓸𝓻𝓻𝓸𝓶𝓹𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓽𝓾 𝓲𝓷𝓸𝓬𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪  |Jason the Toymaker y tú| EditDonde viven las historias. Descúbrelo ahora