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Olor metálico

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Olor metálico

By T/N

La nota me dejó pensando en algo que siempre quise olvidar. Mi pasado, o mejor dicho, mi infancia. Las imágenes de lo más hermoso y lo más terrible se mezclan, producen un temblor en mi cuerpo y me hacen sentir malestar en el estómago. —Cuando vivía en ese lugar. En...

Sacudí la cabeza para desvanecer esos recuerdos. Ya no soy lo que fui, no es lo mismo, esta es mi realidad, esta soy yo ahora. No puedo vivir en el pasado.

Tiré la nota en el cesto de basura. 

—Hora de dormir —me dije—.

Apague la luz y me envolví en mis cobijas. Estaba dispuesta a descansar, siendo que aun con lo anterior no se me espantó el sueño. 

Cerré los ojos.

[...]

Un extraño olor invade mi olfato.

Aquel aroma era similar al metal, aunque más sutil. 

De pronto me encontré en un bosque, era de noche. Solo la luna alcanzaba a alumbrar parcialmente las tinieblas. Caminé con lentitud, mis pies descalzos sentían la humedad del césped. 

Estaba yendo hacia lo profundo del bosque. No podía detenerme, a cada paso me alejaba de la tenue luz de la luna, siendo absorbida por las sombras.  

Una rafaga de viento pasa al lado mío y al instante siento una mano fría y delgada tomando mi brazo. Me jala con brusquedad y me lastima. Sus uñas son largas, siento como se entierran en mi piel y la desgarran, pero no opongo resistencia. Mi mente se ofusca. Tengo la sensación de que mis pies no tocan el suelo. 

Ya no me encuentro en el bosque, ahora todo está incluso más oscuro que antes. Aquella mano me soltó en cuanto entre. 

Ligeros susurros se distinguen. No sé lo que dicen, no los comprendo. 

A lo lejos dilucide algo azul. Entre más me acercaba, los murmullos se hacían más fuertes. 

Llegué a una puerta, una puerta azul de madera. Mi mano en un movimiento involuntario pero sin dudar, giró la manija. El olor a metal penetro aun mas en mi nariz. 

Me sumergí en lo que parecía ser una habitación. Esas voces se interrumpen unas a otras y mezclan un sinfín de palabras. Eran voces femeninas.

Un líquido tibio escurre por mi cabeza y llega a mi frente. Aquel líquido me impedía la vista. Fui capaz de mover mi mano para limpiarme con los dedos. Tenía una consistencia espesa y ese particular olor a metal.

Una ínfima luz cálida alumbró un poco el lugar. Mire a mi alrededor. 

Estaba lleno de muñecas por doquier; en repisas, en el suelo, unas encima de otras. Me veían, sentía su mirada en mi. 

Los susurros cesaron. De aquellas muñecas comenzaba a surgir un líquido carmesí cayendo por sus rostros.

Por fin reaccione. Por fin podía mover mi cuerpo.

Miraba horrorizada como todo se llenaba de sangre, recordé que yo también tuve esa sensación. Con ambas manos tiento mi frente. Al mirar mis manos, efectivamente, tenía sangre.

Caminé hacia atrás con lentitud sin dejar de observar mi alrededor. Cuando estaba por escapar por la puerta, unas manos frías me toman de los hombros.

Su mano recorre desde mis hombros hasta mi cuello, el cual aprieta con fuerza. Con su brazo me aprisionó del abdomen contra su cuerpo. Intentaba apartarlo pero era imposible.

Mi respiración se agota. De a poco me debilito y mi vista se nubla.

Cerré mis ojos por última vez

[...]

Aprecié el aire en mis pulmones, que no paraban de inhalar y exhalar con rapidez. Me encontraba agitada y con sudor en todo el cuerpo. El brazo me dolía y también el cuello. 

Me pare de la cama y encendí la luz. Al no ver nada extraño me relaje y fui al baño.

Cuando estaba justo frente al espejo note la marca rojiza de una mano, de unos dedos largos y delgados en mi cuello.

Me presioné un poco con mis dedos y para mi mala suerte dolió. Mi vista se enfoco en las heridas de mi brazo, como si me hubiese arañado un felino. No entendía nada, crei que solo había sido un mal sueño. Temblé preocupada por aquellos daños inexplicables.

Estaba claro que hoy no podré dormir.

𝓒𝓸𝓻𝓻𝓸𝓶𝓹𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓽𝓾 𝓲𝓷𝓸𝓬𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪  |Jason the Toymaker y tú| EditDonde viven las historias. Descúbrelo ahora