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Escoria

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Escoria

By Jason Meyer

—Es una linda noche —dije observando el cielo estrellado—. ¿No crees? —pregunté haciendo eco en la vieja casa deshabitada y apartada del pueblo—. Es una lástima que tengas que morir en una noche tan hermosa como esta —declaré sonriendo—. Deja de balbucear —caminé hacia él—. No entiendo nada de lo que dices idiota ¡Cállate!

Le doy un golpe en la cabeza y es tan fuerte que cae de lado con todo y la silla en la que esta amarrado. La cinta en su boca se despega, lo que le da un poco de libertad para hablar.

—¡¿Q... Quién demonios eres?! —grita— ¡¿Eres alguno de los que viene a cobrarme?! ¡Le dije a Mike que me esperara un mes!

Arremetí otro golpe en su nariz.

—¿Cobrarte? —dije poniéndome de cuclillas para tener más cercanía—. Pero claro que vengo a cobrarte —lo tomo del pelo—. Aunque no conozco a ningún imbécil llamado Mike —le golpee el estómago—.

Se encoje y retuerce cual gusano en la tierra.

—¿Q... Qué es lo que quieres? —cuestiona con dificultad—. ¿Nieve? ¿Hierba?, puedo conseguirte, si es lo que quieres.

—Así que ¿Esta es la clase de escoria que le gusta a T/N? —interrogué en voz baja, arremetiendo otro golpe a su estómago—. 

La sangre brota de su boca y lo hace toser, mis golpes están comenzando a afectarlo.

—¿T/N? —habla en un tono casi imperceptible—. Tú ¿La conoces?

—Es por ella que estas aquí maldito imbécil.

—E... Ella es solo una amiga, no deberías preocuparte por mí.

—Una amiga ¿Eh? —sonrío negando con la cabeza—. ¡Mentiroso de mierda! —le proporciono otro golpe, esta vez en la costilla—.

No paraba de toser como un perro enfermo y viejo. 

—E... Es... en serio —tartamudea—.

Me levanto y voy hacia una pequeña mesa, donde coloqué mis herramientas.

—Me aburrí, terminemos con esto de una vez —dije tomando la sierra—. Pensaba en hacer de ti un títere, pero eres horrible y asqueroso, incluso para eso —me aproximo mientras enciendo la herramienta—.

—No, no, ¡Espera!, podemos arreglar esto.

—¿Arreglarlo? —pregunto—. ¡Estoy por hacerlo pendejo!

—¡No!, ¡Yo...!

[...]


Una tajada y un crujido hicieron eco en aquella casa vieja. Sus ojos se salieron de sus órbitas y el estruendo de su cuerpo al caer fue lo último en escucharse.

El plasma había salpicado cada rincón. Ese olor penetrante a sangre me alegra, pues significaba una victoria más. 

Ahora T/N es toda para mí, no tendrá ojos para nadie más. Ella será mi recompensa después de hacer desaparecer todo rastro de este inútil individuo. 

—Ahora ya no eres nada, más que un montón de comida para los parásitos.

Arrastre su cuerpo a la fosa, la cual no estaba vacía. El recién llegado no estará solo, pues a su lado, yacen dos cuerpos voluminosos. Aunque a ellos les agradecí con una muerte rápida, por ayudarme a llamar la atención de T/N, no me olvidé de darles su merecido.

Mire agotado el firmamento, me sentía aliviado y con una motivación inmensa. Mi hermosa T/N, no aguanto la espera...


Un suceso sombrío en una hermosa noche.

¿Qué mejor combinación que las estrellas y el tibio carmesí?




𝓒𝓸𝓻𝓻𝓸𝓶𝓹𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓽𝓾 𝓲𝓷𝓸𝓬𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪  |Jason the Toymaker y tú| EditDonde viven las historias. Descúbrelo ahora